Brotes desiguales
La econom¨ªa espa?ola abandon¨® la recesi¨®n el pasado trimestre, pero su recuperaci¨®n es tibia, insuficiente y muy dependiente de lo que ocurra en la eurozona. Esa recuperaci¨®n es tambi¨¦n muy desigual. No solo seg¨²n sectores de la econom¨ªa, sino muy especialmente seg¨²n los agentes. Las familias con un salario medio o las que mantienen a algunos miembros en desempleo no han percibido todav¨ªa las se?ales que las autoridades se empe?an en airear.
La tasa de crecimiento con la que la econom¨ªa espa?ola ha dejado atr¨¢s nueve trimestres consecutivos de contracci¨®n del PIB no supera el 0,1%. Es una recuperaci¨®n que sigue basada en el favorable comportamiento del sector exterior, con la demanda interna congelada y, lo m¨¢s relevante, con la renta disponible de las familias descendiendo. Los salarios, constituidos en un apoyo fundamental de esa renovada competitividad internacional de las empresas exportadoras, est¨¢n estancados. La riqueza de las familias tampoco est¨¢ mejorando, en la medida en que una amplia mayor¨ªa de las mismas mantiene como principal activo la vivienda. Y los precios de estos activos no han terminado todav¨ªa de purgar las revalorizaciones del pasado. Por ello, las declaraciones de aparici¨®n de brotes verdes en la econom¨ªa son consideradas con algo m¨¢s que escepticismo por un n¨²mero amplio de espa?oles.
Y ese escepticismo puede convertirse en irritaci¨®n al observar c¨®mo las cuentas de resultados de algunas empresas mejoran, ya sea al socaire de su diversificaci¨®n internacional, de la ca¨ªda de los costes financieros o como consecuencia de los apoyos p¨²blicos. Este ¨²ltimo caso es el del sistema bancario. Prosperan no solo aquellos que han recibido ayudas del contribuyente para fortalecer su capital, sino aquellos que aprovechan las facilidades de financiaci¨®n barata disponibles en el BCE para adquirir deuda p¨²blica, con tasas de rentabilidad atractivas. Mientras tanto, la financiaci¨®n crediticia a peque?as y medianas empresas sigue sufriendo las consecuencias de esos ¡°problemas de transmisi¨®n¡± de la pol¨ªtica monetaria, dificultando las probabilidades de supervivencia y, desde luego, de mantenimiento del empleo. El poco cr¨¦dito que reciben estas empresas han de pagarlo mucho m¨¢s caro que sus hom¨®logas de otros pa¨ªses de la eurozona.
No ha de extra?ar, en consecuencia, que los anuncios de que la recesi¨®n ha concluido coexistan con indicadores de confianza de familias y pymes todav¨ªa muy bajos. Es dif¨ªcil aceptar esas esperanzas de recuperaci¨®n cuando las tasas de crecimiento avanzadas por las instituciones internacionales, desde el FMI hasta la OCDE, no aportan ritmos de crecimiento suficientes en los pr¨®ximos a?os para reducir de forma significativa el principal desequilibrio de la econom¨ªa espa?ola: un desempleo por encima del 25%, con un componente cada d¨ªa mayor de paro de larga duraci¨®n.
Lo responsable hoy es explicar las serias dificultades que sigue mostrando la econom¨ªa espa?ola y su elevada dependencia de lo que otros Gobiernos de la eurozona decidan. En ausencia de flexibilizaci¨®n de los ajustes fiscales y de est¨ªmulos a la demanda en econom¨ªas como la alemana, ser¨¢ dif¨ªcil sortear un escenario de prolongado estancamiento, en las econom¨ªas perif¨¦ricas del ¨¢rea monetaria y, como hemos visto en los registros de crecimiento del ¨²ltimo trimestre, del conjunto de la eurozona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.