El debate sobre los l¨ªmites de los sueldos de los ejecutivos llega a las urnas suizas

En el imaginario colectivo, Suiza representa el triunfo del capitalismo, de la gran banca y de las multinacionales, adem¨¢s de ser residencia de algunas de las mayores fortunas del planeta. Pero tres iniciativas populares que apuntan a la desigualdad salarial ponen en tela de juicio esa visi¨®n del reducto alpino del gran capital. La que abri¨® fuego fue la iniciativa Minder, impulsada por el senador y empresario liberal Thomas Minder, aprobada en refer¨¦ndum el pasado 3 de marzo: la propuesta, que tiene que adoptar el Gobierno suizo antes de un a?o, obliga a que los accionistas de la empresas cotizadas voten cada a?o sobre la retribuci¨®n de los directivos y elimina las indemnizaciones extraordinarias por dejar la compa?¨ªa.

Hace poco m¨¢s de un mes, el cineasta Daniel H?ni logr¨® reunir 110.000 firmas para inscribir en el Parlamento ¡ªpaso previo a una consulta en el sistema suizo, que prima la democracia directa¡ª, una iniciativa a¨²n m¨¢s radical: implantar un salario universal, equivalente a 1.800 euros, para todos los ciudadanos. Aunque es casi imposible que prospere y llegue a ser ley, su mera existencia da fe de la intensidad un debate que pasar¨¢ hoy otra prueba en las urnas: en los 26 cantones votan la iniciativa 1:12, que pretende limitar los salarios de los altos ejecutivos. Si sale adelante la consulta, no podr¨ªan ganar en un mes m¨¢s de lo que recibe en un a?o el m¨¢s modesto de sus empleados. La idea, promovida por las Juventudes Socialistas, persigue aumentar las remuneraciones m¨¢s bajas: si un directivo desea subirse el sueldo, deben hacer lo mismo por sus empleados.

Se vota que ning¨²n directivo gane m¨¢s de 12 veces lo que recibe el empleado peor pagado?

Pero del mundo ideal a la realidad hay un paso, incluso si el refer¨¦ndum se aprueba. Tal y como advierten los analistas, una hipot¨¦tica ley que limite los altos salarios ser¨ªa f¨¢cilmente evitada. Desde la deslocalizaci¨®n de ejecutivos hasta externalizar a los empleados peor pagados, las posibilidades de hacer trampa son muchas. ¡°Un eventual triunfo de la iniciativa tendr¨ªa un enorme eco internacional¡±, concede Alain Rebetez, corresponsal parlamentario para la RTS, o televisi¨®n de habla francesa, que subraya el argumento m¨¢s empleado contra la iniciativa: ¡°Tendr¨ªa un impacto negativo para las empresas que piensen establecerse en nuestro pa¨ªs¡±. ¡°Esta iniciativa plantea preguntas importantes acerca de la solidaridad y la cohesi¨®n social en el seno de una empresa. Y esto no tiene nada que ver con la moral, sino con la eficacia. Pero la iniciativa 1:12 es arbitraria y r¨ªgida. Como ocurre a menudo en Suiza, plantea las buenas preguntas a las que se da una respuesta equivocada¡±, concluye.

La iniciativa para reducir la brecha salarial, promovida por David Roth, dirigente de las Juventudes Socialistas suiza, ya ha tenido eco internacional antes incluso de someterse a refer¨¦ndum. Las grandes empresas de medio mundo no quitan ojo de lo que ocurre en Suiza y otros partidos de izquierda han tomado nota, como prueba que la iniciativa 1:12 se hizo hueco en las conclusiones de la Conferencia Pol¨ªtica del PSOE, celebrada hace dos semanas. ¡°Los socialistas pedir¨¢n tambi¨¦n una modificaci¨®n de las escalas salariales para que ning¨²n directivo gane 12 veces m¨¢s que un trabajador dentro de una empresa¡±, reza el texto final de la cumbre de los socialistas espa?oles.

En multinacionales y bancos suizos, el salario? de altos ejecutivos llega a ser 200 veces mayor

¡°Una mayor igualdad salarial es algo que siempre predic¨® el partido socialista. Un sueldo mensual m¨ªnimo de 4.000 francos suizos significa que el m¨¢ximo ser¨ªa de 48.000 francos suizos. No hay muchas empresas que paguen esos sueldos, aparte de bancos y multinacionales¡±, explica Loly Bolay, diputada socialista suiza de origen gallego. ¡°No es normal que la asistencia social tenga que ayudar a gente que trabaja en el pa¨ªs m¨¢s rico del mundo, mientras que hay ejecutivos que ganan 100 veces el sueldo de un empleado. La iniciativa deber¨ªa ser aceptada para evitar abusos que muchos denuncian¡±.

La iniciativa surgi¨® al calor del esc¨¢ndalo por el rescate del gigante bancario UBS, cuyos directivos cobraban bonus multimillonarios mientras la entidad se hund¨ªa. La pol¨¦mica llev¨® a Travail Suisse, una organizaci¨®n sindical, a recopilar las escalas salariales de las principales compa?¨ªas suizas, con resultados llamativos. Seg¨²n estas cuentas, a Severine Schawn, consejero delegado de la farmac¨¦utica Roche le basta con trabajar dos d¨ªas para cobrar todo lo que gana en un a?o el empleado peor pagado por la multinacional farmac¨¦utica. El sueldo de los primeros ejecutivos de Nestl¨¦, Novartis, UBS o Credit Suisse fue en 2012 unas 200 veces superior al del empleado con m¨¢s baja remuneraci¨®n.

Respecto al voto, los analistas se atreven con pron¨®sticos del orden de 65% contra la iniciativa y 35% a favor. Un resultado que supere el 40% ser¨ªa considerado ¡°un triunfo¡± de la izquierda y una llamada de atenci¨®n que tendr¨ªa alcance continental.