Repsol amarra todos los cabos para asegurarse el cobro por YPF
Argentina garantiza con otros 1.000 millones de d¨®lares en bonos el pago La garant¨ªa se activar¨¢ si el valor real de la deuda entregada cae dse 4.670 millones
Compromiso de hierro a dos bandas. El Gobierno argentino lanzar¨¢ tres emisiones de bonos por 5.000 millones de d¨®lares (3.700 millones de euros) para saldar su cuenta con Repsol por la expropiaci¨®n de YPF y se obliga a otras tres m¨¢s adicionales por 1.000 millones si el valor real de mercado cae de esa cifra. El grupo espa?ol, por su parte, ata todos los cabos para asegurarse el cobro, de manera que ser¨¢ efectivo cuando entre en caja y no cuando se emita. As¨ª lo acordaron los representantes del Gobierno argentino e YPF, por un lado, y de Repsol, por otro, la pasada semana en Buenos Aires despu¨¦s de casi tres meses de negociaciones.
El cobro no ser¨¢ efectivo hasta que entren en la caja de la petrolera
Para fijar el precio, se tomar¨¢ la media de la cotizaci¨®n de los bonos en los 90 d¨ªas previos a la fecha de la firma definitiva del acuerdo. Esta ser¨¢ una vez que haya sido aprobado por el consejo de administraci¨®n (programado para hoy) y la junta de accionistas de Repsol (prevista para finales de marzo o principios de abril), y de que el Parlamento argentino valide una ley para canalizar la operaci¨®n y permitir las emisiones.
De las tres series de bonos iniciales, dos son de ya existentes y la tercera de una nueva emisi¨®n, y las tres adicionales complementar¨ªan las otras y elevar¨ªan el valor nominal de 5.000 a un m¨¢ximo de 6.000 millones de d¨®lares. Este tr¨¢mite se prev¨¦ para primeros de mayo en el mejor de los casos. Es decir, la fecha de referencia para calcular el precio de la operaci¨®n de acuerdo al valor del mercado se tomar¨ªa en ese momento.
El acuerdo fija un valor m¨ªnimo del precio en 4.670 millones de d¨®lares. En caso de que el valor real de mercado sea inferior a esa cifra, el Gobierno argentino se compromete a realizar nuevas emisiones adicionales de hasta 1.000 millones.
De esta forma, Argentina asume el riesgo de aportar m¨¢s dinero del fijado y Repsol, que se garantiza el valor real posible m¨¢s cercano a los 5.000 millones comprometidos, acepta un hipot¨¦tico primer tramo de p¨¦rdida, es decir, los 330 millones de diferencia entre los 5.000 y los 4.670 millones. En el caso extremo de que el valor de mercado est¨¦ por debajo de los 3.670, Repsol tendr¨ªa que cargar tambi¨¦n con lo que exceda de los 1.000 millones. Por ejemplo, si el precio medio de mercado resultante es de 3.500 millones, Repsol asume los primeros 330 millones y los 170 que hay entre 3.500 y 3.670, mientras que el Estado argentino tendr¨ªa que emitir los bonos por los 1.000 millones restantes. No obstante, Repsol podr¨¢ ir cobrando intereses de esa deuda que no se descuentan de la misma, con lo que compensa las posibles p¨¦rdidas.
El grupo espa?ol podr¨¢ cobrar intereses de la deuda sin descuento
Pero Repsol ha conseguido tambi¨¦n que la deuda no quede zanjada hasta que Repsol no reciba el dinero, con lo que evita cualquier incumplimiento u otro tipo de problemas por parte del emisor. En ese sentido, ir¨¢ descontando la deuda a medida que vaya cobrando, que bien puede ser mediante las amortizaciones peri¨®dicas de los bonos, bien por la venta a terceros. El caso es que el dinero entre en la caja del grupo que preside Antonio Brufau.
De haber problemas, entonces se desencadenar¨ªa un proceso en el que Repsol podr¨ªa reclamar el pago y recurrir de nuevo al arbitraje internacional. Precisamente, el grupo espa?ol ha retirado todos los procesos abiertos contra Argentina ante la corte de arbitraje internacional del Banco Mundial, Ciadi, as¨ª como los presentados en los tribunales de Espa?a, Argentina y Estados Unidos. Por su parte, Argentina se compromete a no presentar reclamaciones por cuestiones medioambientales o de otro tipo.
Acuerdo antes que seguir con los pleitos
Los representantes de Repsol en la negociaci¨®n (encabezados por el director general y n¨²mero dos, Nemesio Fern¨¢ndez-Cuesta; el director financiero, Miguel Mart¨ªnez, y el vicesecretario general, Miguel Klingenberg) han tenido muy en cuenta a la hora de cerrar el acuerdo con el Gobierno argentino la simulaci¨®n sobre el saldo que sacar¨ªa la empresa en caso de continuar con los pleitos, en los que en principio reclamaba 10.000 millones de d¨®lares (unos 7.000 millones de euros).
Seg¨²n sus previsiones, el pleito durar¨ªa entre nueve y 10 a?os como m¨ªnimo, tras los que, suponiendo que se diera a Argentina como perdedora, se abrir¨ªa un tiempo en los que el pa¨ªs reclamar¨ªa una quita sobre el principal y los intereses, como ha hecho con otros procesos recientemente, que dejar¨ªa el pago en una cifra similar a la pactada ahora. Y si fuera superior, el plazo ser¨ªa tan largo que no merecer¨ªa la pena.
Ese es el argumento principal que ha esgrimido el presidente de Repsol, Antonio Brufau, para negociar el acuerdo y es el que han manejado en el Consejo de Administraci¨®n del grupo desde que se desatasc¨® el conflicto que manten¨ªa con el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kichner tras la expropiaci¨®n de YPF.
Ese enredo comenz¨® a librarse tras un viaje rel¨¢mpago del ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, y el presidente de Caixabank, Isidro Fain¨¦, a Buenos Aires. La presencia del banquero era l¨®gica como vicepresidente primero de Repsol en representaci¨®n del 12,1% (lo va a reducir al 9,5%) que ostenta en la petrolera. La del ministro se explica porque el asunto se convirti¨® en una cuesti¨®n de Estado, aunque las fuentes oficiales se apresuraron a decir que era cosa de una empresa privada.
El caso es que, desde entonces, se forj¨® el pacto, que no ser¨¢ tal hasta que pase todas las bendiciones y que no se alcanz¨® antes porque los representantes espa?oles quer¨ªan estar convencidos de que las garant¨ªas estaban bien atadas, seg¨²n reconocen fuentes argentinas. Los 16 miembros del m¨¢ximo ¨®rgano de administraci¨®n se cuidaron mucho de tener esas garant¨ªas para compensar la expropiaci¨®n, aunque el precio de 5.000 millones de d¨®lares fuera la mitad de lo exigido en principio. Por eso el encargo al equipo negociador fue extremarlas. Cualquier resbal¨®n puede ser causa de procesos penales si as¨ª se lo exigen los accionistas y eso es lo que hay que evitar.
El acuerdo tra¨ªdo de Buenos Aires, del que el Gobierno ha estado informado en tiempo real, parece que, sobre el papel, les permite respirar tranquilos y que previsiblemente pasar¨¢ la criba en la reuni¨®n que tienen esta ma?ana para poder cobrar la cifra m¨¢s cercana a los 5.000 millones de d¨®lares (3.700 millones de euros), precisamente la misma cifra que Pemex, ha perdido en enero.
El grupo mexicano, uno de los miembros del n¨²cleo duro de Repsol con el 9,2% del capital, ha sido muy cr¨ªtico con la gesti¨®n de Brufau, del que pidi¨® la dimisi¨®n. Una de sus propuestas fue dividir la empresa en dos (upstream y downstream). Su representante en el consejo, Arturo Henr¨ªquez, se ha quedado solo frente a los dos consejeros ejecutivos (Brufau y el secretario, Luis Su¨¢rez de Lezo), ocho independientes, dos representantes de Caixabank (Fain¨¦ y Juan Mar¨ªa Nin), otros dos de Sacyr (Manuel Manrique y Jos¨¦ Manuel Loureda) y uno del fondo soberano de Singapur, Temasek (Ren¨¦ Dahan).
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