C¨®mo afectar¨ªa la deflaci¨®n a mis ahorros
Los expertos creen que esta situaci¨®n favorece solo a los ahorradores m¨¢s conservadores
La larga crisis econ¨®mica supone para los inversores una carrera de obst¨¢culos que parece no tener fin. Siempre que el panorama se empieza a despejar surge un nuevo nubarr¨®n en el horizonte. En la actualidad la nueva prueba para los ahorradores lleva aparejada una dificultad adicional puesto que se deben de enfrentar a algo totalmente in¨¦dito para la mayor¨ªa. Se trata de la amenaza de la deflaci¨®n. Este escenario ¨Cdefinido como una bajada general en el nivel de precios de bienes y servicios y que se traducir¨ªa en una tasa de inflaci¨®n negativa- todav¨ªa no se ha producido, pero la tendencia avanza inexorablemente hacia ¨¦l. En los ¨²ltimos meses Espa?a y otros pa¨ªses europeos est¨¢n sufriendo un acusado proceso desinflacionista, con un ¨ªndice de precios todav¨ªa positivo pero en niveles anormalmente bajos. ?C¨®mo afectar¨ªa la deflaci¨®n a mis ahorros y a los activos en los que invierto? A continuaci¨®n diferentes expertos tratan de explicarlo.
"La deflaci¨®n en s¨ª misma no es mala, limpia excesos del pasado. El problema es cuando este fen¨®meno se prolonga en el tiempo", explica V¨ªctor Alvargonz¨¢lez, director de an¨¢lisis de Tressis, entidad dedicada al asesoramiento financiero. "El mensaje principal es que tasas de precios negativas son buenas para el ahorrador con un perfil m¨¢s conservador y malas para aquellos que est¨¢n dispuestos a asumir mayores niveles de riesgo en sus inversiones", seg¨²n Alvargonz¨¢lez.
Este experto subraya que los ahorradores deben de tener en cuenta el concepto de rentabilidad real, es decir, la ganancia que se tiene tras descontar el aumento del IPC. "Si las tasas de inflaci¨®n fuesen negativas, aquellos ahorradores con un producto que les rentase un 2,8% tendr¨ªan realmente ese r¨¦dito m¨¢s la p¨¦rdida de poder adquisitivo de la econom¨ªa por la ca¨ªda de los precios". En este contexto, Alvargonz¨¢lez cree que es clave que los ahorradores adquieran productos que les garanticen una rentabilidad. "Las personas que sea capaz de fijar a su dinero una rentabilidad, bien mediante la compra de un seguro de ahorro, o bien a trav¨¦s de la compra de deuda p¨²blica o de un fondo conservador, ser¨¢ la que mejor lo haga en un entorno deflacionista".
?Y qu¨¦ pasa con los inversores en Bolsa? El experto de Tressis cree que la desinflaci¨®n o la deflaci¨®n, a corto y medio plazo, son buenas para la renta variable porque obligar¨ªan al Banco Central Europeo a usar todas las herramientas que est¨¢n en su mano para lograr la estabilidad de precios. "Y ya hemos visto en EE UU con qu¨¦ subidas han respondido las acciones de las compa?¨ªas estadounidenses a la terapia de choque aplicada por la Reserva Federal, que ha inundado de liquidez el mercado". Si la deflaci¨®n se perpetuase en el tiempo, en cambio, las Bolsas lo pagar¨ªan caro. "El mejor referente para saber c¨®mo reaccionan los mercados con una deflaci¨®n que se enquista es Jap¨®n. Se producir¨ªa un estancamiento econ¨®mico porque las decisiones de consumo se retrasar¨ªan ¨Cma?ana se puede comprar m¨¢s barato que hoy-, los ingresos de las compa?¨ªas se resentir¨ªan y ¨¦stas responder¨ªan con bajadas de sueldos, que a su vez se traducir¨ªan en un menor consumo... Todo un c¨ªrculo vicioso", concluye Alvargonz¨¢lez.
Por su parte, Bel¨¦n Alarc¨®n, socia de planificaci¨®n financiera de Abante Asesores, destaca que los periodos asociados a ca¨ªdas en los precios suelen convivir con entornos de tipos de inter¨¦s muy bajos, puesto que los bancos centrales quieren estimular el consumo, y con ello los precios, con el dinero barato. "Por lo tanto, los ahorradores deben saber que habr¨¢ que asumir algo m¨¢s de riesgo que el habitual puesto que los activos conservadores por excelencia, con unos tipos oficiales pr¨®ximos a cero, apenas remuneran nada".
Mar¨ªa D¨ªaz-Bajo, directora de estrategia de productos de ATL Capital, public¨® recientemente una entrada en su blog acerca de c¨®mo afectar¨ªa a los activos en los que invierto un periodo deflacionista. En su post, esta experta explica que la deflaci¨®n beneficia a los ahorradores y prestamistas y perjudica a los endeudados, "ya que el valor del dinero y el de la deuda son cada vez mayores".
Si en general la inflaci¨®n, explica D¨ªaz-Bajo, perjudica a los que mantienen liquidez y bonos nominales y beneficia a los inversores de riesgo (materias primas en general, mercado inmobiliario y las mayor¨ªa de los sectores en Bolsa), por el contrario, "la deflaci¨®n beneficia a aquellos que mantenga liquidez, bonos nominales y algunos sectores burs¨¢tiles, y perjudicar¨ªa a los que tienen bienes inmobiliarios y determinas materias primas".
La experta de ATL Capital destaca que una deflaci¨®n profunda suele crear aversi¨®n al riesgo: si el retorno ajustado por el riesgo de los activos es negativo, los inversores y compradores atesorar¨¢n liquidez en lugar de invertir su dinero.
Los dos casos m¨¢s conocidos de deflaci¨®n prolongada en la historia de la econom¨ªa son la Gran Depresi¨®n estadounidense y Jap¨®n. En el caso del pa¨ªs asi¨¢tico, a finales de los a?os 80 del pasado siglo, y principios de los 90, explot¨® una gran burbuja inmobiliaria-hipotecaria que llev¨® a que los precios de los activos se colapsaran. El ¨ªndice burs¨¢til japon¨¦s, el Nikkei 225, hab¨ªa alcanzado su nivel m¨¢s alto el 29 de diciembre de 1989 llegando a casi 39.000 puntos. Con el estallido de la burbuja, la Bolsa nipona retrocedi¨® m¨¢s de un 60% y en la actualidad se encuentra por debajo de los 15.000 puntos. Por otro lado, los precios de los activos inmobiliarios cayeron un 70% entre 1990 y 2002.
"La deflaci¨®n en Jap¨®n ha estancado su econom¨ªa durante varios a?os y el pa¨ªs sufre tasas de endeudamiento muy elevadas, superiores al 200% de su PIB. Viendo el caso de Jap¨®n, no me extra?a que haya miedo a la deflaci¨®n", concluye D¨ªaz-Bajo.
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