Ante la posible deflaci¨®n
Los datos de precios disponibles a final de marzo, tanto de alimentaci¨®n y bebidas, como de productos energ¨¦ticos, han reducido los pron¨®sticos de inflaci¨®n para Espa?a desde niveles que ya no eran altos. Seg¨²n las previsiones que elaboramos en el Bolet¨ªn de Inflaci¨®n y An¨¢lisis Macroecon¨®mico (BIAM) de la Universidad Carlos III, este reajuste de las expectativas de a la baja ha llevado la probabilidad de observar una inflaci¨®n media negativa en el a?o 2014 al 36,5%.
Todo proceso de reequilibrio que sigue a una crisis como la espa?ola, que seg¨²n la EPA, desde el m¨¢ximo en 2007 al m¨ªnimo de 2013 ha reducido un 18,2% la ocupaci¨®n o, lo que es lo mismo, ha destruido 3,7 millones de empleos, afecta muy negativamente al consumo privado. Este, seg¨²n la contabilidad nacional, se ha reducido un 11% durante la crisis.
A su vez, la ca¨ªda del PIB, del 7,2% acusada, pero menos intensa que la del empleo, implica que se han producido ¡ªaunque var¨ªen por sectores o actividades¡ª importantes ganancias de productividad. Ambas din¨¢micas ¡ªuna desde la demanda, otra desde la oferta¡ª presionan a la baja sobre los precios.
A ello se ha a?adido, en un contexto de pol¨ªticas generales muy restrictivas en la Euro ¨¢rea, la necesidad de introducir intensos ajustes presupuestarios a nivel nacional.
As¨ª, el pasado febrero, el porcentaje de componentes del IPC con tasas de variaci¨®n anual negativa se situ¨® en el 47,1%, superando el anterior r¨¦cord del 44,4% de octubre de 2009. La caracter¨ªstica diferencial entre los dos periodos consiste en la mayor cantidad de componentes en negativo que pertenecen al sector servicios hoy. Esta presencia de componentes del sector servicios con inflaci¨®n negativa apunta a una situaci¨®n de especial debilidad en la demanda interna.
De acuerdo con las predicciones del BIAM para 2014, la econom¨ªa espa?ola experimentar¨¢ un crecimiento econ¨®mico del 0,9%, ello implica que no contemplamos una espiral deflacionista. Sin embargo, el escenario de importante moderaci¨®n de la demanda es lo suficientemente preocupante como para que se consideren con urgencia medidas que eviten la entrada en deflaci¨®n. Estas pueden ser fiscales, por ejemplo, compensando bajadas en el IVA con incrementos de IRPF a las rentas m¨¢s altas, y tambi¨¦n pueden ser de apoyo a proyectos s¨®lidos de exportaci¨®n mediante instrumentos financieros.
Adem¨¢s, ser¨ªa deseable que desde instancias europeas se adoptasen pol¨ªticas expansivas, que impliquen especialmente a aquellos pa¨ªses con cifras de d¨¦ficit y endeudamiento m¨¢s saneadas.
Antoni Espasa es catedr¨¢tico y director del Bolet¨ªn de Inflaci¨®n y An¨¢lisis Macroecon¨®mico (BIAM), Universidad Carlos III, y Jos¨¦ Domingo Rosell¨® es coordinador del BIAM.
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