El BCE necesita m¨¢s informaci¨®n
EE UU nos ha ense?ado el camino con defectos y errores de los que tenemos que aprender
El t¨ªtulo es una frase de Draghi en su rueda de prensa en la que anunci¨® que la baja inflaci¨®n ha llegado para quedarse y que el banco central est¨¢ dispuesto a luchar contra ella ¡°con todas las herramientas de las que dispone, incluidas pol¨ªticas cuantitativas de compras de bonos¡±. Es lo que muchos economistas venimos pidiendo desde hace a?os.
Desde que un banco central toma decisiones hasta que surten efectos sobre la econom¨ªa pasan varios meses. Adem¨¢s, los precios son un indicador muy retrasado. Y encima estamos en una crisis de deuda. El sobreendeudamiento fue la principal causa de la inflaci¨®n de activos y ahora el desendeudamiento es la causa de la deflaci¨®n. Alemania se desendeudaba de sus felices noventa tras la unificaci¨®n. Por eso no tuvo inflaci¨®n de activos ni ahora padece la deflaci¨®n. Pero varios pa¨ªses de la Eurozona ya la padecen. La deflaci¨®n es una patolog¨ªa muy compleja de solucionar ya que su desarrollo es muy lento pero sus efectos son muy persistentes en el tiempo.
La deflaci¨®n es un fen¨®meno monetario y la acci¨®n del banco central es determinante. Pero las crisis de deuda desinhiben la acci¨®n de la pol¨ªtica monetaria. Si las crisis de deuda se resolvieran solo imprimiendo dinero nunca habr¨ªan existido. Sobreendeudamiento con deflaci¨®n de activos provoca p¨¦rdidas y alguien tiene que asumirlas. Si los bancos centrales las asumen, el riesgo es la hiperinflaci¨®n.
EE UU nos ha ense?ado el camino con defectos y errores de los que tenemos que aprender. Primero hay que atacar la crisis bancaria y hay que inyectar capital en la banca. El BCE ya es supervisor ¨²nico y tiene el mandato de explicar a los ciudadanos europeos si los activos en el balance de los bancos est¨¢n bien valorados o hay p¨¦rdidas y morosidad oculta. Cr¨¦dito viene del lat¨ªn creer y hay dudas razonables sobre la solvencia de la banca europea. Y los problemas de solvencia nunca se solucionan con liquidez.
EE UU aprob¨® el TARP, un fondo p¨²blico para recapitalizar bancos, y nacionaliz¨® las dos grandes agencias hipotecarias. Luego la Fed hizo las pruebas de estr¨¦s en 2009 y forz¨® la recapitalizaci¨®n de los bancos. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de cr¨¦dito provoc¨® fuertes p¨¦rdidas y muchas familias y empresas estadounidenses tuvieron que reestructurar sus deudas. Al mismo tiempo, Obama aprob¨® un plan de est¨ªmulo fiscal para poner a la econom¨ªa a crecer a tasas pr¨®ximas a su potencial con inflaci¨®n pr¨®xima al objetivo. Y despu¨¦s de todo esto, la Fed anunci¨® la compra de bonos para evitar tensiones al alza sobre los tipos de inter¨¦s de largo plazo y la apreciaci¨®n del tipo de cambio.
En Europa hay que crear una mesa de reestructuraci¨®n de deuda, ya que en muchos casos hablamos de deudas p¨²blicas. Hay que aprobar eurobonos, mutualizar esas deudas, sanear el sistema bancario y desatascar el canal crediticio, especialmente a pymes. Con esos eurobonos hay que aprobar planes de est¨ªmulo, concentrados en desempleo juvenil, innovaci¨®n tecnol¨®gica y educaci¨®n. Y despu¨¦s el BCE debe poner la cuadratura del c¨ªrculo que ser¨ªa la compra y monetizaci¨®n de esos eurobonos.
El BCE es actor principal del desastre, al permitir la inflaci¨®n durante la burbuja y no gestionar adecuadamente la deflaci¨®n. Pero ¨¦l solo no podr¨¢ sacarnos de esta, como nos ha ense?ado la experiencia japonesa. Sayonara.
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