Santos Juli¨¢ dice que "hay que dar una salida a la relaci¨®n entre Catalu?a y Espa?a"

El historiador Santos Juli¨¢ afirma que la actual relaci¨®n entre Catalu?a y Espa?a es "un fen¨®meno nuevo" al que hay que dar una salida y defiende la labor que podr¨ªan tener los intelectuales en ese objetivo, aunque, admite, los cauces de debate y los encuentros del pasado parezcan ahora lejanos.

En una entrevista a Efe con motivo de la publicaci¨®n de su libro "Nosotros, los abajo firmantes", una obra que repasa el ¨²ltimo siglo de Espa?a a trav¨¦s de manifiestos y protestas promovidas por los intelectuales, Juli¨¢ analiza la evoluci¨®n del debate sobre Catalu?a y recuerda que hasta los a?os 80 la discusi¨®n entre pensadores catalanes y los del resto de Espa?a "normalmente terminaba en posiciones cercanas".

Argumenta que, hasta entonces, este di¨¢logo no s¨®lo fue posible, sino que adem¨¢s se convirti¨® en "la base de acuerdos" que dieron lugar a la Constituci¨®n republicana de 1931 y la Constituci¨®n de la Transici¨®n del 78".

Ahora, apunta, esa relaci¨®n entre Catalu?a y el resto de Espa?a es "un fen¨®meno nuevo", que requiere de nuevas soluciones.

Juli¨¢ analiza la importancia de los manifiestos en asuntos tan relevantes como la cuesti¨®n territorial que, a su juicio, a¨²n generar¨¢ un buen n¨²mero de posicionamientos por parte de intelectuales, cuya participaci¨®n ha sido "decisiva" en "la construcci¨®n nacional".

Destaca especialmente el papel que tuvieron los manifiestos relacionados con el terrorismo de ETA que, hoy, han derivado en lo que el historiador califica de un "combate por la memoria" sobre lo que ha ocurrido en el Pa¨ªs Vasco y "cu¨¢l ha sido la impronta que eso ha tenido en la conciencia p¨²blica y colectiva".

Esos manifiestos, recalca Juli¨¢, no tienen ya las consecuencias que ten¨ªan cuando ETA mataba ya que quienes se manifestaban entonces en contra del terrorismo "asum¨ªan un riesgo" que ahora no existe.

Para el historiador, Espa?a est¨¢ hoy en un proceso "se quiera o no" de revisi¨®n constitucional y "lo mejor" ser¨ªa plantear la cuesti¨®n de una reforma de la Carta Magna, "en especial" del t¨ªtulo VIII sobre la organizaci¨®n territorial del Estado, por lo que es "muy posible" que se publiquen nuevos manifiestos en este sentido.

"Nosotros, los abajo firmantes" repasa la figura e influencia de los intelectuales a lo largo del siglo XX y recopila de hecho los manifiestos m¨¢s relevantes, como los que, recuerda Juli¨¢, se hicieron p¨²blicos contra la guerra de Irak que, se?ala, provocaron en buena medida la derrota del PP en las elecciones de 2004.

Entonces, se?ala Juli¨¢, los pensadores abordaban un amplio espectro de temas y, hoy, el intelectual es una figura m¨¢s especializada que "tiende a hablar de lo que sabe".

Es una figura que, adem¨¢s, est¨¢ "flanqueada por movimientos ciudadanos que tienen su expresi¨®n organizada en foros y plataformas" como demuestran las movilizaciones relacionadas con la sanidad, la educaci¨®n o la crisis econ¨®mica.

Con la mirada en el pasado siglo, Juli¨¢ se?ala que el intelectual -Unamuno, Ortega- ejerc¨ªa un "poder simb¨®lico" con sus manifiestos y opiniones, debido a la reciente alfabetizaci¨®n, y jugaba "un papel de pedagogo, de gu¨ªa, de estrella polar".

"Era alguien cuya voz se esperaba y, a veces, se esperaba con verdadera necesidad de que se pronunciase", a?ade.

Considera "muy importante" el papel de los intelectuales durante la Guerra Civil, donde los manifiestos ten¨ªan otro contenido "m¨¢s de combate, de llamamiento a la opini¨®n internacional o en defensa de la Rep¨²blica".

Hoy, a?ade, internet ha contribuido "a multiplicar los manifiestos", sobre todo si se compara este periodo con el que va de 1962 a 1975 cuando se ejerc¨ªa el derecho de petici¨®n por el que, a trav¨¦s de una carta -¨²nico resquicio permitido en la dictadura franquista- se manifestaba una posici¨®n contra la censura, la tortura o a favor de la democracia.

A pesar de los cambios, no considera que las movilizaciones actuales difieran mucho de la influencia que ten¨ªan entonces los manifiestos de intelectuales y, subraya, muestran "una sociedad civil alerta, atenta y que se moviliza en defensa de valores que cree que deben salvaguardarse".