¡°El tratado comercial transatl¨¢ntico tiene gran potencial para las pymes¡±

El Gobierno de Rajoy, gran valedor en la Uni¨®n Europea de la negociaci¨®n comercial con Estados Unidos, organiza con frecuencia jornadas como la que llev¨® el pasado lunes a Madrid al embajador estadounidense ante la UE, Anthony L. Gardner. El mayor tratado bilateral posible es asunto estelar en la agenda de Gardner, que lleva apenas cuatro meses en el cargo, tras pasar los ¨²ltimos seis a?os dedicado a la gesti¨®n de inversiones financieras en Londres. Gardner recalca que el objetivo es identificar ¨¢reas en las que ¡°a¨²n con normas distintas, el nivel de protecci¨®n sea similar¡±, para dar v¨ªa libre al comercio y la inversi¨®n de empresas europeas y estadounidenses al otro lado del Atl¨¢ntico.

Pregunta. La composici¨®n del Parlamento Europeo, con la irrupci¨®n de partidos contrarios a m¨¢s liberalizaci¨®n comercial, ?dificultar¨¢ la negociaci¨®n?

Respuesta. Hay valoraciones exageradas. M¨¢s de la mitad de los votos en el Parlamento siguen en manos de socialdem¨®cratas y populares, que han expresado un apoyo permanente a estas negociaciones. Adem¨¢s, el se?or Farage [del brit¨¢nico UKIP] y Marine Le Pen [del Frente Popular franc¨¦s] tienen poco en com¨²n con el Movimiento 5 Estrellas en Italia u otros grupos radicales. No creo que constituyan un bloque cohesionado en el Parlamento.

P. Ya ha pasado casi un a?o de una negociaci¨®n, y sin apenas noticias de avances. ?En qu¨¦ punto est¨¢ el proceso?

R. Estamos en una etapa preliminar, acabamos de completar la quinta ronda de negociaciones. El acuerdo entre Canad¨¢ y la UE llev¨® mucho tiempo [cuatro a?os]. S¨ª hay avances: hemos intercambiado textos en siete ¨¢reas para lograr posiciones comunes. Pero hay dos docenas de grupos de trabajos y afrontan problemas muy t¨¦cnicos. Creo que, en julio, en la sexta ronda, podremos hacer anuncios concretos. Es una etapa dif¨ªcil porque ese vac¨ªo, en los medios, se llena con la cr¨ªtica, con una descripci¨®n err¨®nea de lo que es este acuerdo. Uno de los mayores equ¨ªvocos creados es que EE UU quiere forzar a los consumidores europeos a comer lo que no quieren, ya sea pollo desinfectado con cloro o alimentos transg¨¦nicos. Dedico mucho tiempo a combatir esos mitos.

¡°Creo que en julio, en la sexta ronda, podremos hacer anuncios concretos¡±

P. La cr¨ªtica se nutre del acuerdo comercial antipirater¨ªa, ACTA, rechazado en 2012, cuya negociaci¨®n fue muy opaca.

R. Esta negociaci¨®n no tiene nada que ver con ACTA, ni en el fondo ni en la forma. Nunca antes hemos tenido este nivel de transparencia en una negociaci¨®n comercial. En cada ronda involucramos a representantes de grandes empresas, de pymes, ONG, grupos ecologistas, asociaciones de consumidores... Si se entra en nuestra web de Comercio Exterior o en la de la Comisi¨®n Europea, hay una tremenda cantidad de informaci¨®n.

P. El Parlamento Europeo pidi¨® congelar el tratado comercial tras las informaciones sobre el espionaje masivo desde la agencia nacional de seguridad (NSA) estadounidense. ?Qu¨¦ efecto tiene el caso Snowden en la negociaci¨®n?

R. Creo que no ha tenido efecto, y le dir¨¦ por qu¨¦. Hemos respondido a las preocupaciones, muy serias, que se expresaron a ra¨ªz de esas acusaciones. La Comisi¨®n Europea hizo 13 recomendaciones sobre c¨®mo garantizar que las empresas protegen los datos de los ciudadanos. Hemos logrado importantes avances en 11. Las dos ¨²ltimas, las m¨¢s complicadas, hacen referencia a las excepciones relacionadas con la seguridad nacional, pero progresamos. Hay una segunda negociaci¨®n, desde hace tres a?os, sobre privacidad y protecci¨®n de datos, en la que tambi¨¦n hay avances.

P. ?Lograr¨¢ la Administraci¨®n Obama el permiso del Congreso para cerrar pactos comerciales?

R. No estamos preocupados, la pregunta es cu¨¢ndo la tendremos. Negociamos muy activamente en el Congreso para lograrla.

P. Francia, con el respaldo de otros pa¨ªses, logr¨® dejar fuera de la negociaci¨®n inicial a la industria audiovisual. ?Se respetar¨¢ esa l¨ªnea roja hasta el final?

R. Somos conscientes de esa exception culturelle, convivimos desde hace tiempo con las cuotas en la distribuci¨®n audiovisual. Pero para nosotros hay un tema esencial, que no hemos debatido a¨²n: la distribuci¨®n digital. Queremos asegurarnos de que no se pongan barreras a las descargas digitales. Y haremos todo lo posible por proteger los intereses de nuestros productores de contenidos.

P. EE UU siempre ha reclamado medidas m¨¢s contundentes contra la pirater¨ªa, ?Qu¨¦ propone en esta negociaci¨®n?

R. No estoy al corriente de qu¨¦ textos estamos preparando sobre esta cuesti¨®n. Pero, que quede claro: esto no es ACTA.

P. ?Es este un acuerdo para las multinacionales?

¡°Es err¨®neo pensar en el gas de EE UU como una bala de plata para Europa¡±

R. No es un acuerdo exclusivo para las grandes compa?¨ªas; si eliminamos barreras no arancelarias, puede ser un gran acuerdo para las pymes, que habitualmente no pueden contratar a consultoras, no tienen tiempo ni recursos para averiguar c¨®mo vender un producto en Estados Unidos, las normas de aduanas son muy complicadas para ellas¡­ Tiene un gran potencial para las pymes.

P. EE UU apuesta por un desarme arancelario total, pero Europa dice que, en la pr¨¢ctica, no es as¨ª.

R. Nuestro objetivo final sigue siendo eliminar todos los aranceles. Es verdad que la oferta inicial europea cubre m¨¢s l¨ªneas tarifarias, pero est¨¢ muy condicionada a temas en los que Europa espera que aceptemos la implantaci¨®n de cuotas. Y no veo que la UE est¨¦ dispuesta a igualarnos en la eliminaci¨®n de aranceles agr¨ªcolas.

P. La propuesta de crear un tribunal que arbitre en las demandas de las empresas contra los Gobiernos es controvertida.

R. Es un misterio para m¨ª que este tema se haya convertido en un asunto tan pol¨¦mico. Es un mecanismo que se invent¨® en Europa, hay unas mil disposiciones de este tipo en tratados bilaterales, no es un intento estadounidense de debilitar el derecho a regular de los Estados. Invito a comprobar cu¨¢ntos casos han ganado las empresas, y qu¨¦ indemnizaciones lograron, en comparaci¨®n con lo que ped¨ªan. Estados Unidos pas¨® por un proceso consultivo de cuatro a?os para alcanzar un modelo de tratado de inversi¨®n, que respondi¨® a muchas de las cr¨ªticas hechas. La UE acaba de lanzar su propio proceso consultivo. Y las dos partes estamos convencidas de que los inversores que comprometen capital a largo plazo deben estar seguros de que tienen la opci¨®n de presentar demandas ante tribunales que van a atender sus casos sin prejuicios.

P. Tras el conflicto con Ucrania, Europa conf¨ªa en que el pacto acelere las exportaciones de gas estadounidense para sortear as¨ª la dependencia de Rusia.

R. Hay cierto malentendido. Si tuvi¨¦semos un acuerdo comercial con la UE, eso facilitar¨ªa la exportaci¨®n de gas natural, porque habr¨ªa una concesi¨®n semiautom¨¢tica de licencias. Pero ya hay siete permisos condicionales aprobados para exportar gas al mercado internacional. Y las dos compa?¨ªas que tienen el primer permiso, desde finales de 2015, van a venderlo en Asia, porque el precio all¨ª es el doble que en Europa. La idea de que las exportaciones estadounidenses son una bala de plata, una respuesta m¨¢gica a los problemas energ¨¦ticos de Europa, es err¨®nea. Aunque, facilitar las exportaciones energ¨¦ticas es otra raz¨®n para hacer este pacto.