Esta habitaci¨®n vac¨ªa es dinero
Alquilar parte de la casa puede ayudarnos a obtener los tan deseados ingresos adicionales
Luchar por conseguir ingresos adicionales se ha convertido en la piedra angular de la sociedad actual.?Cada vez son m¨¢s personas las que emprende nuevos negocios, no tan comunes, y tratan de buscarse la vida de otras maneras. La necesidad de liquidez ha sido sin duda la clave del ¨¦xito del alquiler de habitaciones. Negocios que eran m¨¢s conocidos en Europa y en el resto del mundo pero que en Espa?a no hab¨ªan conseguido encajar. Pero son precisamente las dificultades econ¨®micas, tanto del arrendador como del arrendatario, las que han producido un cambio en la sociedad.
Las dificultades para llegar a fin de mes no han dejado indiferente a nadie. Por esto mismo cada vez m¨¢s ciudadanos se suman a esta iniciativa y optan por alquilar alguna de las habitaciones dentro de sus casas.
Recomendaciones para emprender el negocio
Aunque parezca un tipo de contrato nuevo, ello no quiere decir que este exento de regulaci¨®n. Es m¨¢s, debe seguir los preceptos recogidos en el C¨®digo Civil (CC), y no en la Ley de arrendamientos urbanos (LAU) aplicable a los alquileres comunes.
- ¡¤ El r¨¦gimen general aplicable tiene una serie de peculiaridades respecto al previsto en la LAU. Una de las caracter¨ªsticas m¨¢s interesantes sobre los contratos del alquiler de habitaciones, es que la duraci¨®n del mismo ser¨¢ la que efectivamente pacten las partes. No existe el derecho a pr¨®rroga a petici¨®n del inquilino como sucede cuando se alquila una vivienda, de tal manera que si se quiere mantener la situaci¨®n del arrendatario se deber¨¢ realizar un nuevo contrato.
Se elimina el derecho de adquisici¨®n preferente y aparece la posibilidad de extinguir el contrato en caso de que se proceda a la venta de la casa. El inquilino al ser un contrato de menor entidad que el habitual tiene una protecci¨®n menos intensa de sus derechos.
¡¤ La redacci¨®n del contrato debe ser cuidadosa e incluir todas las condiciones que queremos dejar claras. En ¨¦l se especificar¨¢n directrices tales como:
- El lugar espec¨ªfico del que disfrutar¨¢ el inquilino.
- Se fijar¨¢ el precio, las periodicidades y la forma de pago.
- Los servicios que se incluyen en el contrato (limpieza, internet¡)
- El plazo de duraci¨®n.
Si no se incluye una prohibici¨®n expresa, en el contrato, que impida subarrendar, el arrendatario lo podr¨¢ hacer sin ning¨²n problema.
- ¡¤ Los ingresos percibidos se deben incluir en la declaraci¨®n de la renta que realicemos cada a?o.
A los 20 a?os
En esta etapa se empieza con la universidad, y la mayor¨ªa de j¨®venes tienen que acudir a ciudades distintas de las que han sido su lugar de vida durante a?os. Una buena opci¨®n para los que no quieren acudir a un colegio mayor o quieren ahorrase grandes desembolsos. Unos de los pros es que podemos elegir la zona donde queremos vivir y los precios estar¨¢n ajustados a la capacidad econ¨®mica de cada persona.
No s¨®lo una opci¨®n interesante para los inquilinos sino tambi¨¦n para los arrendadores. Seg¨²n la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del impuesto sobre la renta y las personas f¨ªsicas, el propietario puede deducirse entre el 60% y el 100% de los ingresos percibidos.
- ¡¤ Si el nuevo inquilino tiene entre 18 y 30 a?os y el valor de los ingresos netos que recibe son superiores al iprem, fijado actualmente en 7.455,14 euros, la deducci¨®n ser¨¢ del 100%.
- ¡¤ Si no se cumplen los requisitos anteriores, la deducci¨®n ser¨¢ el 60% a no ser que el contrato se realizar¨¢ con anterioridad al 1 de enero de 2011, en el que se aplicar¨¢ un 50%.
A los 30 a?os
La edad media a la que los espa?oles se van de casa es a los 29,3 a?os. La estabilidad laboral, cada vez se consigue m¨¢s tarde y los sueldos medios que perciben los j¨®venes no son tan altos.
Llega el momento de irse de casa pero con nuestra renta disponible tan limitada lo tenemos mucho m¨¢s complicado. Si queremos compartir gastos con otras personas podemos bien alquilar una casa y despu¨¦s subarrendar las habitaciones, siempre con el permiso del propietario o podr¨¢ rescindir el contrato. De esta manera no nos ser¨¢ tan dif¨ªcil llegar a fin de mes. Y todo el ahorro que consigamos lo podremos utilizar para actividades de ocio.
A los 40 a?os
Esta ¨¦poca est¨¢ marcada por el pago de la tan odiada hipoteca, esa que parece que nunca va a terminar. Si tenemos dificultades para cumplir con nuestras obligaciones o bien queremos sacar un dinero extra para nuestros caprichos, que de otra forma no conseguir¨ªamos. Es una opci¨®n que con m¨¢s frecuencia se utiliza y adem¨¢s nos puede sacar de m¨¢s de un problema.
Con este tipo de contratos las familias con ingresos m¨ªnimos o con gran parte de sus integrantes en paro pueden conseguir una ayuda que les facilite la vida.
A los 50 a?os
Ahora que tus hijos se han ido se casa y te sobran habitaciones. Todo est¨¢ demasiado tranquilo y queremos obtener ingresos para invertir en las actividades de ocio. Como dinero para nuestros viajes y realizar una segunda luna de miel por todo lo alto. Gozamos del espacio suficiente para llevar a cabo esta actividad, y la tranquilidad de que no esta situaci¨®n no va a afectar a tu vida cotidiana.
A los 60 a?os
Momento en el que nos preparamos para nuestra jubilaci¨®n, si no hemos sido previsores durante nuestra ¨¦poca laboral, ahora tenemos la oportunidad de recibir nuevas cantidades de dinero para prepararnos ante los imprevistos del futuro. Tener las rentas aseguradas durante toda nuestra vida, sobre todo cuando somos m¨¢s mayores es complicado. Y m¨¢s todav¨ªa que los ingresos cobran todas nuestras necesidades.
Siempre existen oportunidades con las que conseguir nuevos ingresos, s¨®lo tenemos que encargarnos de buscar cu¨¢l es la mejor opci¨®n para nosotros.
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