Los venezolanos se agolpan en la reapertura de las tiendas de Zara
Los comercios han vuelto a abrir tras tener acceso a una tasa preferente de cambio y recibir g¨¦nero
Unas 300 personas se agolparon la semana pasada en el exterior de la tienda de Zara del centro comercial Sambil, en Caracas, para comprar ropa. El motivo de tanta expectaci¨®n no era el estreno de una nueva colecci¨®n, si no la reapertura del establecimiento, cerrado por la falta de g¨¦nero ante las dificultades del propietario para importar productos por el control de divisas impuesto por el Gobierno.
Zara pudo reanudar la actividad despu¨¦s de que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro garantizara a las franquicias de Inditex en el pa¨ªs el acceso a la divisa local a una tasa preferencial. Esta medida supuso descuentos de hasta un 85% para los clientes. Pero nadie sabe cu¨¢nto tiempo durar¨¢ la ropa.?Celestina Aponte, abogada de 23 a?os, lleg¨® a decir en el trabajo que estaba enferma para tener la oportunidad de comprar a precios m¨¢s asequibles que los habituales. "No he comprado nada este a?o porque todo es demasiado caro", dijo Aponte, quien se gast¨®?10.000 bol¨ªvares en blusas y pantalones, el equivalente a unos 137 d¨®lares en el mercado negro o unos 943 d¨®lares al tipo de cambio preferencial. "Hay que hacer cola durante horas para comprar leche y harina de ma¨ªz. Y ahora tambi¨¦n para comprarse unos pantalones", a?adi¨®.
Escasez de bienes de consumo
La situaci¨®n refleja las dificultades que est¨¢n sufriendo los comercios en Venezuela, donde una econom¨ªa ca¨®tica ha provocado la escasez en todos los ¨¢mbitos y productos, hasta de papel higi¨¦nico y medicamentos, y a una inflaci¨®n anual del 61%, la m¨¢s alta del mundo.
Phoenix Comercio Mundial, la compa?¨ªa que dirige la franquicia de Zara en Venezuela, fue incapaz de importar ropa durante el ¨²ltimo a?o ya que no pudo adquirir divisa extranjera para pagar a sus proveedores. El presidente del grupo, Camilo Ibrahim, confirm¨® por correo electronico que su empresa acaba de acceder, tras meses de negociaciones con el Gobierno, al mercado de divisas Sicad I, que ofrece d¨®lares a una tasa preferencial. Esa tasa ronda los 10,6 bol¨ªvares por d¨®lar, un cambio que contrasta con los 73 del mercado negro.
Eso s¨ª, a cambio del acuerdo, la compa?¨ªa de franquicias accedi¨® a limitar sus m¨¢rgenes de beneficio despu¨¦s de que una agencia gubernamental revisara sus precios y costes. Tras el pacto, Phoenix Comercio Mundial pudo, poco a poco, volver a abrir algunas de las 25 tiendas que dirige en Venezuela bajo las marcas de Inditex ¡ªlo que lo convierte en el tercer pa¨ªs latinoamericano en cuanto a n¨²mero de establecimientos del grupo espa?ol¡ª.
Tiendas vac¨ªas
"El problema comenz¨® porque no hab¨ªa un sistema de tipo de cambio legal y eficiente que nos permitiera pagar a los proveedores", explic¨® Ibrahim. "Debido a esto, a mediados de 2012 fuimos incapaces de importar mercanc¨ªas, con lo que las tiendas se quedaron vac¨ªas a finales de 2013 y durante buena parte de 2014", coment¨®.
Venezuela ha mantenido estrictos controles de divisas desde 2003 y utiliza una tasa oficial de 6,3 bol¨ªvares por d¨®lar para la importaci¨®n de art¨ªculos de primera necesidad, como los productos alimenticios y los medicamentos. La tasa Sicad I se emplea para?las importaciones "prioritarias", como piezas de autom¨®viles, productos qu¨ªmicos, material escolar, y, a partir de ahora, tambi¨¦n para la ropa.
El pasado mes de marzo, el Ejecutivo de Maduro introdujo un segundo mercado alternativo conocido como Sicad II y enfocado a la venta de d¨®lares para las importaciones de bienes no esenciales, a una tasa de unos 50 bol¨ªvares por d¨®lar.
Econom¨ªa tambaleante
Los pagos a los importadores de alimentos y a las compa?¨ªas farmac¨¦uticas empezaron a fallar a ra¨ªz de la decisi¨®n del Gobierno de devaluar el bol¨ªvar y reducir la oferta de d¨®lares para el sector privado. El a?o pasado, la divisa venezolana perdi¨® el 56% de su valor en el mercado negro, un cambio que muchos almacenes emplean como referencia para fijar los precios.
Los sectores de ropa y calzado recibieron 370 millones de d¨®lares durante los primeros cuatro meses del a?o con el cambio fijado en la tasa Sicad I, seg¨²n los c¨¢lculos que maneja Henkel Garc¨ªa, director de la consultora Econom¨¦trica, con sede en Caracas. "El Gobierno de Venezuela est¨¢ dando?a la moda el mismo peso que?da al sector de atenci¨®n a la salud", dijo Garc¨ªa. "La gente est¨¢ haciendo cola porque es m¨¢s barato y porque sabe que que la ropa va a desaparecer", coment¨®.
"Las mercanc¨ªas a estos precios probablemente se agoten en dos o tres semanas", coment¨® Alfredo Cohen, presidente de la asociaci¨®n nacional de centros comerciales. A?adi¨® que espera que las tiendas de ropa sean cambiadas al Sicad II, menos preferencial, y que despu¨¦s "la actividad comercial vuelva a la normalidad".
La tienda de Bershka en Caracas tiene mejores precios que los ofrecidos por los vendedores locales, seg¨²n coment¨® Carolina P¨¦rez, de 21 a?os. "Pude comprar tres blusas por 1.000 bol¨ªvares, cuando con ese dinero los vendedores ambulantes solo me dan una", dijo. "Ll¨¢stima que no pude encontrar ningunos vaqueros", lament¨®.
L¨ªmites en las compras
Los compradores, por su parte, est¨¢n intentando aprovecharse de la situaci¨®n en la medida de sus posibilidades. Gimi Lata, de 31 a?os, se acerc¨® a un comercio de Zara en Caracas a las seis de la ma?ana junto a sus hermanos, su esposa y su beb¨¦ de nueve meses, porque la tienda limita las ventas a seis art¨ªculos por persona, explic¨®.
Zoila Guti¨¦rrez, un ama de casa de 42 a?os, fue una de las 300 personas que hicieron cola para acceder al Zara del centro comercial Sambil la semana pasada. Dijo que si hubieran repartido "solo" 200 n¨²meros m¨¢s, hubiera conseguido entrar. "Estamos dispuestos a pasar aqu¨ª todo el d¨ªa para aprovechar la oportunidad", asegur¨® ante la atenta mirada de los guardias que custodiaban la entrada a la tienda.
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