El Tribunal de Cuentas advierte sobre subcontrataciones en la Seguridad Social
El organismo cree que los contratos realizados en inform¨¢tica demuestra que la "carencia de personal propio" se ha convertido en un "problema de car¨¢cter estructural"
El Tribunal de Cuentas teme que la Gerencia Inform¨¢tica de la Seguridad Social (GISS) est¨¦ subcontratando personal al margen de la legislaci¨®n reguladora del acceso a la funci¨®n p¨²blica a trav¨¦s de contratos de servicios de car¨¢cter inform¨¢tico, una situaci¨®n que se ha dado al menos desde 2007 y que a su juicio demuestra que la "carencia de personal propio" se ha convertido en un "problema de car¨¢cter estructural" para este organismo.
As¨ª se recoge en el?Informe de fiscalizaci¨®n de la contrataci¨®n celebrada por las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social durante el a?o 2010, cuando a¨²n gobernaba Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y en el que se incluyen una veintena de contratos de la GISS.
El Tribunal de Cuentas (organismo que a su vez est¨¢ envuelto en pol¨¦mica por el sistema de contrataci¨®n irregular con el que ha estado alimentado su propia plantilla) llama la atenci¨®n sobre un contrato en concreto, adjudicado mediante procedimiento abierto con varios criterios de adjudicaci¨®n por un importe de 106,34 millones de euros, llama la atenci¨®n del organismo que preside Ram¨®n ?lvarez de Miranda, seg¨²n consta en el informe.
Se trata del contrato de "mayor cuant¨ªa" celebrado por la Gerencia Inform¨¢tica en 2010 y responde a servicios de car¨¢cter inform¨¢tico necesarios en los distintos entornos de funcionamiento de la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social (TGSS), consistentes en tareas como apoyo en la planificaci¨®n, ejecuci¨®n an¨¢lisis, dise?o, construcci¨®n e implantaci¨®n de aplicaciones o sistemas de informaci¨®n.
Personal al servicio de la Administraci¨®n
Seg¨²n el Tribunal, la propia Gerencia Inform¨¢tica justificaba en la memoria del contrato que dados los "limitados recursos humanos propios" de los que dispone era necesario "complementarlos con personal de apoyo t¨¦cnico contratado con empresas de servicios", lo que a juicio del organismo fiscalizador supone "asumir que se trata, en realidad, de contrataciones de personal realizadas a trav¨¦s de contratos de servicios para satisfacer las carencias de personal inform¨¢tico propio".
Una cuesti¨®n puesta de manifiesto en diferentes informes, y que de hecho proviene del a?o 2007, cuando se adjudic¨® un primer contrato de servicios inform¨¢ticos que fue prorrogado hasta 2010 y sustituido entonces por el contrato que ahora analiza el Tribunal de Cuentas.
Es por eso que el ¨®rgano que preside ?lvarez de Miranda sospecha que "el grado de dependencia tecnol¨®gica en el ¨¢mbito de la Seguridad Social con respecto de empresas de servicios inform¨¢ticos, derivada de las carencias de personal propio, se ha convertido en un problema de car¨¢cter estructural", y advierte del "riesgo" de que la contrataci¨®n de este tipo de servicios "pudiera derivar en una contrataci¨®n de personal efectuada al margen de la legislaci¨®n reguladora del acceso a la funci¨®n p¨²blica y de la normativa laboral".
De hecho, seg¨²n se?ala en el informe, los propios pliegos de cl¨¢usulas administrativas particulares del contrato preve¨ªan que, durante la ejecuci¨®n de los trabajos, la Administraci¨®n podr¨ªa redistribuir las horas a realizar o variar la composici¨®n del equipo de trabajo, mientras que en los pliegos de prescripciones t¨¦cnicas particulares se fijaban los horarios, las normas de control de presencia y que los servicios se prestar¨ªan en los locales de la propia GISS.
Es m¨¢s, incluso se contemplaba que si la realizaci¨®n de las actividades recogidas en el contrato exig¨ªan menos personal del ofertado, la adjudicataria aportar¨ªa los trabajadores "sobrantes" a otros proyectos del mismo centro directivo donde hicieran falta empleados con similar preparaci¨®n y experiencia.
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