La econom¨ªa de los excluidos se abre paso
Inversiones colectivas, trueque y aplicaciones colaborativas apuntalan las finanzas de los parados
Ninguna entidad financiera espa?ola (bancos, cajas y aseguradoras) comercializa productos espec¨ªficos para parados. Hay 5.622.900 personas (datos del segundo trimestre de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa) que permanecen excluidas del sistema financiero convencional. Hace algunos a?os, por ejemplo, se comercializaban seguros de paro asociados a hipotecas, sin embargo, con la llegada de la crisis, empezaron a suponer un fuerte desembolso para las aseguradoras y ¨¦stas, pensando en cubrirse las espaldas, los penalizaron con primas muy altas. El producto se diluy¨®.
Pero esta generaci¨®n, encabezada sobre todo por los parados m¨¢s j¨®venes, amenaza con tomarse la revancha. El imparable movimiento de la desintermediaci¨®n financiera y la econom¨ªa colaborativa son las armas del cambio. Lo advierte Celia de Anca, profesora del Instituto de Empresa (IE). "La banca no puede permitirse dar la espalda a este segmento y a esta generaci¨®n. Porque son ellos quienes, en justa respuesta, podr¨ªan prescindir de los bancos y cajas de ahorro. ?C¨®mo? El crecimiento de las plataformas de crowdfunding (inversiones colectivas), peer to peer (intercambio entre particulares) y las aplicaciones de consumo colaborativo son el inicio de un modelo bancario distinto". Y a?ade un consejo: "El sistema financiero tiene que interactuar con estos excluidos. Pero no mir¨¢ndolos como si fueran un acto de caridad, sino como los responsables de una forma diferente de relacionarse con las finanzas".
La Uni¨®n Europea ya regula el crowdfunding a trav¨¦s de una directiva. Empresas como la brit¨¢nica Crowdcube, que acaba de abrir su filial espa?ola, sirven de enlace entre los emprendedores y sus potenciales financiadores.
Las finanzas alternativas
- Dwolla. Plataforma especializada en la transferencia de dinero.
- Transferwise. Web especializada en el cambio de divisas entre particulares.
- Crowdangel y Crowdcube. Portales para que los emprendedores puedan obtener financiaci¨®n para sus proyectos.
- Kredito24.es. Web para la concesi¨®n de cr¨¦ditos.
- MicroBank y Coop57. Entidades especializadas en microcr¨¦ditos.
Desde que comenz¨® la crisis, millones de trabajadores sin empleo han visto c¨®mo el mundo financiero les iba olvidando. Pocos se han preocupado por el 16,9% de los hogares que llega a fin de mes con "mucha dificultad" ¡ªseg¨²n la encuesta de condiciones de vida del INE¡ª, o del 20,4% de ciudadanos en riesgo de pobreza. Hablamos de "las familias que desde 2007 han perdido el trabajo o les han bajado el salario. Y que no podr¨¢n conseguir un pr¨¦stamo hipotecario tras la desaparici¨®n de las cajas de ahorro [de las 45 de 2010 quedan 13] y la banca de proximidad", dice el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez. "Est¨¢n condenados a no acceder al cr¨¦dito. Por eso, que no haya productos a su medida resulta un mal menor".
Una parte del sector financiero, sin embargo, est¨¢ convencida de que algo tiene que cambiar. "Todos los bancos tenemos que replantearnos el negocio", ya sea por el auge de la econom¨ªa colaborativa o el crowdfunding, observa Jon Antoni Mel¨¦, subdirector general de Triodos Bank, una entidad que enarbola la bandera de las finanzas ¨¦ticas. Porque la competencia arrecia. Amazon, Google y Facebook, por ejemplo, quieren participar en el mercado de los medios de pago. Incluso sistemas operativos de tel¨¦fonos m¨®viles como iOS (Apple) y Android (Microsoft) han descubierto tambi¨¦n el potencial del negocio. A su vera surgen plataformas especializadas en transferir dinero (Dwolla), cambiar divisas entre particulares (Transferwise), levantar financiaci¨®n para emprendedores (TheCrowdAngel) o conceder pr¨¦stamos (Kredito24.es). Y al trabajar con precios bajos ¡ªTransferwise, por ejemplo, cobra una comisi¨®n por enviar divisas entre particulares del 0,5% frente al 4,5% de los bancos¡ª facilita que entren los desempleados.
Hasta la llegada de estos nuevos actores, las personas en paro hab¨ªan tenido escasos asideros frente a las dificultades. Tal vez, los microcr¨¦ditos sean de los pocos instrumentos que resultan de una cierta ayuda. MicroBank (el banco social de La Caixa) concedi¨® el a?o pasado un 25% de sus pr¨¦stamos de peque?a cuant¨ªa a clientes que estaban en paro o no hab¨ªan trabajado en Espa?a. Con una filosof¨ªa similar camina Coop57, una cooperativa de servicios financieros que financia iniciativas de econom¨ªa social. Sus tipos anuales oscilan entre el 1,65% (productos de ahorro) y el 6,90% (financiaci¨®n). Son n¨²meros que en conjunto mejoran a los de la banca tradicional. En este caso, mirando a las finanzas de los m¨¢s d¨¦biles, promueve los avales personales mancomunados. Instrumentos por los que un grupo de personas respalda individualmente (con participaciones desde 500 euros) un cr¨¦dito para lanzar un proyecto. Por ahora, los valedores de Coop57 son 2.758 socios y un volumen de aportaciones de 21 millones de euros.
Pero tanto MicroBank como Coop57 parecen excepciones. La verdad es que "hasta ahora los parados han resuelto sus problemas econ¨®micos dentro del sector financiero informal. Amigos y familiares que prestan peque?as cantidades y que saben que dif¨ªcilmente las recuperar¨¢n", describe Carlos Mart¨ªn, director del gabinete econ¨®mico de Comisiones Obreras (CC OO). "A este colectivo, siendo optimistas, se le concede servicios b¨¢sicos, por ejemplo, una tarjeta de d¨¦bito. Puesto que no te van a producir mucho, que te cuesten poco", admite un analista, que pide no ser citado.
Las nuevas generaciones consumen menos y emprenden m¨¢s
Frente a esa banca anclada en modos y maneras ego¨ªstas, llegan vientos de cambio impulsados, sobre todo, por los millennials. Los j¨®venes que hoy tienen entre 18 y 33 a?os, quienes, a su vez, son los que muchas veces soportan m¨¢s paro. Un informe del Tesoro de EE UU y de la fundaci¨®n Finra se?ala que compran un 18% menos de casas respecto a la generaci¨®n precedente. "Sobre todo porque no tienen ese af¨¢n consumista", recalca Gerard Costa, profesor de Esade. Algo similar ocurre con los coches. Para hacer frente a salarios bajos y empleos precarios su respuesta es el alquiler y el transporte p¨²blico. Pero tambi¨¦n la b¨²squeda de otro estilo de vida lejos de los bancos cl¨¢sicos. Y aunque partan de una situaci¨®n de paro, una vez dentro del mercado laboral sin duda lo cambiar¨¢n.
"Es una generaci¨®n que quiere crear sus propios negocios y tiene una interconectividad sin precedentes", sintetiza Jason Dorsey, estratega jefe de The Center for Generational Kinetics, un centro de estudios estadounidense especializado en los millennials. Palabras que encuentran eco en otras. "El potencial de los j¨®venes es tremendo, pero tambi¨¦n el bloqueo del acceso al mercado laboral", apunta Julio P¨¦rez, dem¨®grafo del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). En ese lado de la pujanza, el 59% de los estudiantes espa?oles tiene ¡ªseg¨²n la encuesta PISA de 2012 de competencia financiera¡ª una cuenta bancaria. El freno radica en "el nivel de incertidumbre con el que afrontan un futuro marcado por la precariedad en el trabajo y una cultura financiera y del ahorro menor que la de sus padres", desgrana Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, economista jefe de Citi.
En el fondo, afrontamos una ruptura. Algunos economistas sugieren que no vivimos en una sociedad solamente desigual, sino en dos econom¨ªas, una frente a la otra, separadas. Los h¨¢bitos de consumo de los desempleados o trabajadores precarios parecen refrendarlo. "El consumo est¨¢ fracturado", avisa Sara Bali?a, experta de Analistas Financieros Internacionales (AFI). "Hay una clase media y media-alta que hab¨ªa retra¨ªdo sus compras ante la incertidumbre econ¨®mica y que ahora empieza a gastar m¨¢s en ocio, viajes y restauraci¨®n. Por otro lado, vemos las clases m¨¢s bajas que perdieron su trabajo o tienen uno precario".
Como recuerda Javier Vello, socio del ¨¢rea comercial de PriceWaterhouseCoopers (PwC), "el gasto no solo se mueve por la realidad financiera, sino por las expectativas personales. Si son buenas, gastas. Si son malas...".?
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