Santo y ¡®Novo¡¯
La situaci¨®n del BES ha pasado del desconcierto a la resoluci¨®n en tiempo r¨¦cord
A principios del mes de julio, cuando se acumulaban las dudas sobre la solvencia del Banco Esp¨ªrito Santo (BES), el Banco de Portugal se apresur¨® a afirmar que la entidad era solvente. Los problemas del BES se atribu¨ªan entonces a una controvertida gesti¨®n y a inversiones problem¨¢ticas muy localizadas. Sin embargo, pronto pudo comprobarse que el agujero patrimonial era descomunal y que la intervenci¨®n ten¨ªa que producirse m¨¢s pronto que tarde. Han transcurrido, sin embargo, semanas de desconcierto, de rumores y desmentidos, con una falta de acci¨®n que recordaba el desorden generalizado de los primeros rescates bancarios europeos cuando estall¨® la crisis. Los que segu¨ªan la secuencia: negaci¨®n, aceptaci¨®n y cargo al contribuyente.
Este ser¨¢ tal vez el ¨²ltimo rescate antes de que el BCE asuma el papel de guardi¨¢n de la estabilidad financiera europea
Sin embargo, algo ha cambiado seis a?os despu¨¦s de aquellas primeras, atropelladas y costos¨ªsimas intervenciones. En este fin de semana la situaci¨®n del BES ha pasado del desconcierto a la resoluci¨®n en tiempo r¨¦cord. Por supuesto, podr¨ªa haberse actuado antes ¡ªy, sobre todo, deber¨ªa haber habido mecanismos de detecci¨®n y alerta temprana que podr¨ªan haber evitado males posteriores¡ª. Pero lo cierto es que cuando se decidi¨® actuar, el pasado domingo, el Banco de Portugal y la Comisi¨®n Europea ten¨ªan a disposici¨®n casi todos los elementos que se han discutido en el marco de una Uni¨®n Bancaria que a¨²n no ha arrancado: segregaci¨®n de activos problem¨¢ticos, mecanismos de liquidaci¨®n y asunci¨®n de p¨¦rdidas por parte de los tenedores de bonos y los accionistas y fondos disponibles para recapitalizar.
?Es el BES una muestra exacta de c¨®mo se actuar¨¢ en el marco de la Uni¨®n Bancaria cuando el Banco Central Europeo y las autoridades comunes de resoluci¨®n tomen el mando? No exactamente pero s¨ª que revela pautas de actuaci¨®n ya asumidas. Tal vez la m¨¢s importante se refiere a las decisiones de de bail-in, aquellas que implican que accionistas y bonistas asuman las p¨¦rdidas antes de que lo hagan los contribuyentes. En la divisi¨®n del BES entre un nuevo banco ¡ªllamado, adem¨¢s, Novo Banco¡ª y un banco malo, ¨¦ste ¨²ltimo ser¨¢ el ¨²nico legado para los inversores en acciones y bonos del BES. Perder¨¢n casi todo. Sin embargo, no todo ha sido bail-in, porque tambi¨¦n ha habido rescate (bail-out).
De parte de los fondos que quedaron como remanente del rescate a Portugal, 4.400 millones de euros se destinar¨¢n al fondo de resoluci¨®n bancario luso, una hucha en la que las entidades financieras contribuyen para sufragar rescates pero que ahora mismo apenas cuenta con 380 millones de euros. Con los fondos europeos aportados, los dep¨®sitos y los activos buenos quedan asegurados y respaldados en Novo Banco. Que existiera el remanente europeo ha facilitado las cosas desde un punto de vista operativo, pero remanente no significa gratis y esos fondos engrosar¨¢n los costes que los portugueses tendr¨¢n que pagar.
Este ser¨¢ tal vez el ¨²ltimo rescate antes de que el BCE asuma el papel de guardi¨¢n de buena parte de la estabilidad financiera europea y puede considerarse como un puente entre dos realidades de la resoluci¨®n de crisis bancarias en Europa: la desordenada y la que, a¨²n con dudas, deber¨ªa aportar m¨¢s orden. Se han vivido semanas de cierta tensi¨®n contenida. La responsabilidad del BCE para poner orden en noviembre ha tenido en el BES un antecedente importante, porque con el dise?o actual de la Uni¨®n Bancaria, esa r¨¢pida actuaci¨®n no est¨¢ siempre garantizada. Mejor prevenir que curar.
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