La ley de telecomunicaciones orilla a la ilegalidad a las radios ind¨ªgenas
La reforma proh¨ªbe a estas emisoras vender publicidad y complica el tr¨¢mite de licencias
La nueva ley de Telecomunicaciones y Radiodifusi¨®n de M¨¦xico reconoce por primera vez la figura de las radios ind¨ªgenas o comunitarias, un logro hist¨®rico si no fuera porque al hacerlo pone en peligro su propia subsistencia, seg¨²n denuncia el sector. La letra peque?a de la reforma, aprobada a comienzos de verano, impide a estas estaciones ¨Ccreadas y apoyadas por la propia comunidad con fines sociales o culturales- vender publicidad que no sea institucional, reserva para ellas tan solo un 10% del espectro radioel¨¦ctrico y complica los tr¨¢mites administrativos necesarios para obtener la concesi¨®n.
El contenido de las leyes secundarias de telecomunicaciones qued¨® eclipsado casi al d¨ªa siguiente de su aprobaci¨®n con el giro estrat¨¦gico del magnate Carlos Slim. El empresario mexicano, acosado por la nueva norma que lo declaraba ¡°actor econ¨®mico preponderante¡±, decidi¨® desprenderse de una parte de Am¨¦rica M¨®vil para reducir su presencia en el mercado nacional por debajo del 50%. El anuncio, que provoc¨® una subida de las acciones del grupo, acapar¨® titulares y releg¨® al olvido otros aspectos pol¨¦micos de la ley.
¡°La reforma de telecomunicaciones es inconstitucional¡±, asegura Rom¨¢n Hern¨¢ndez Rivas, coordinador de comunicaci¨®n del Centro de Derechos Humanos de la Monta?a Tlachinollan, en Guerrero, ubicado al sur de M¨¦xico, en una de las regiones m¨¢s pobres del pa¨ªs. ¡°La ley no contempla la regulaci¨®n del art¨ªculo segundo, que establece la obligaci¨®n de que las normas secundarias garanticen los derechos a la libertad de expresi¨®n y el acceso a la informaci¨®n. En vez de esto, tiene un enfoque mercantil, de regulaci¨®n de mercados¡±, argumenta Hern¨¢ndez.
Las radios comunitarias han sido reconocidas como una forma en la que los pueblos pueden ejercer estos derechos. En la monta?a de Guerrero hay muchas comunidades ind¨ªgenas, que son las que han creado estas emisoras, igual que en Chiapas, Oaxaca y Michoac¨¢n. Hasta ahora la mayor¨ªa ha operado fuera de las leyes de radiodifusi¨®n, porque era casi imposible para ellas realizar los tr¨¢mites exigidos. ¡°La nueva ley federal tampoco prev¨¦ c¨®mo facilitar el acceso de estos pueblos a la obtenci¨®n de frecuencias¡±.
Las radios comunitarias no competimos por el mercado, cumplimos una funci¨®n social asociada al ejercicio de los derechos humanos
Actualmente hay unos 20 permisos concedidos para radios de uso social comunitario. Gabriel Sosa Platas, profesor de la Universidad Aut¨®noma de M¨¦xico (UAM) y analista de medios de comunicaci¨®n, explica que aunque ahora ¡°la norma otorga concesiones a estas emisoras, establece procedimientos administrativos y legales complicados¡±. Desde las radios, insisten en que los tr¨¢mites hacen casi imposible la regulaci¨®n de su estatus. ¡°Las estaciones deben ser donatarias autorizadas [para poder recibir donativos], lo que implica tener personas con capacidades t¨¦cnicas para hacer el tr¨¢mite: un contable, abogados, etc. Al final, con todos los requisitos, la mayor parte de las radios funcionar¨¢n fuera de la ley¡±, vaticina Rom¨¢n Hern¨¢ndez.
Por definici¨®n, una radio comercial es una persona f¨ªsica o una empresa que puede explotarla para fines comerciales y vender sus espacios; una emisora de uso p¨²blico depende de un ente que funciona con recursos del estado; una comunitaria es apoyada por los miembros de la comunidad a los que presta los servicios, recibe donativos y ayudas de organismos internacionales para su propio funcionamiento, puede vender producciones ya transmitidas y rentar equipos e instalaciones. ¡°Lo que s¨ª tienen vetado son los patrocinios. Todo lo que ingresan debe destinarse al desarrollo de la estaci¨®n (equipos, pago de salarios)¡±, explica Sosa Platas. ¡°En este sentido, la ley deja en situaci¨®n de vulnerabilidad a las radios comunitarias, al recortar las fuentes de financiaci¨®n¡±, reconoce el experto. Adem¨¢s, la norma establece que el Gobierno ¡°puede destinar¡± [no especifica obligatoriedad] el 1% del presupuesto de publicidad oficial a las radios p¨²blicas y sociales, ¡°lo que llegar¨ªa a provocar situaciones de codependencia¡±, advierte Sosa.
¡°La reforma restringe la sostenibilidad econ¨®mica de las radios y la publicidad institucional se utiliza como medio de presi¨®n¡±, afirma Gisela Mart¨ªnez, jurista de la Asociaci¨®n Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). ¡°M¨¢s bien lo que quieren [los legisladores] es censurar y castigar a las emisoras cr¨ªticas con el gobierno federal, estatal o municipal¡±. La coordinadora de la oficina en M¨¦xico, Irina V¨¢zquez, considera que la ley afecta a la construcci¨®n de ciudadan¨ªa y a la pluralidad: ¡°Una democracia se caracteriza por la diversidad de las voces p¨²blicas, la posibilidad de escuchar historias distintas de la oficial. Las radios comunitarias trabajan en defensa de su identidad, su lengua, su cultura, abarcan temas sociales y son un contrapeso a los grandes proyectos transnacionales¡±.
Actualmente hay unos 20 permisos concedidos para radios de uso social comunitario
El director de la emisora comunitaria Radio Tepoztl¨¢n cree que la nueva norma ¡°legaliza y regula la precariedad¡± que ya existe. ¡°Es casi racista. Tenemos costos de mantenimiento y obligaciones, como la emisi¨®n de m¨¢s de 30.000 anuncios al a?o del Instituto Federal Electoral. La nueva ley nos deja peor que antes, con multas alt¨ªsimas si no cumplimos¡±. Algunas radios operan con tan solo 2.000 pesos al mes, unos 154 d¨®lares. En el caso de Radio Tepoztl¨¢n, que lleva siete a?os en el aire, los costes de operaci¨®n anual ascienden a los 100.000 pesos, 7.700 d¨®lares. En la emisora trabajan entre 15 y 25 personas, todas voluntarias. ¡°Lo m¨¢s caro es la electricidad¡±, dice a la vez que se queja del porcentaje de publicidad asignado. ¡°?Por qu¨¦ solo nos dan el 1% si en cambio nos reservan el 10% del espectro radioel¨¦ctrico?¡±
Este punto tambi¨¦n genera conflicto, porque el 10% de la banda se sit¨²a en las frecuencias m¨¢s altas de la FM, la parte que las radios comerciales no quieren. ¡°En esta zona del espectro caben alrededor de 13 estaciones. A las emisoras les parece discriminatorio adem¨¢s porque es poco espacio comparado con lo contemplado en la legislaci¨®n de otros pa¨ªses, como Uruguay, donde llega al 30%¡±, indica Sosa Platas. ¡°En AM se reserva tambi¨¦n un segmento que est¨¢ en la banda ampliada (se llama as¨ª porque es una ampliaci¨®n del espectro m¨¢s reciente). Caben tambi¨¦n 13 emisoras, pero es el menos utilizado porque casi nadie lo quiere, ya que es muy dif¨ªcil captar la se?al y necesitas transmitir con muy elevada potencia. Los costos se triplican con respecto a la FM. Con el escaso presupuesto que tienen las radios comunitarias no creo que haya inter¨¦s en emitir aqu¨ª¡±.
Adem¨¢s, con base al nuevo marco jur¨ªdico, las concesiones de uso social son por un per¨ªodo de 15 a?os, mientras que las comerciales se conceden por 20. Este, seg¨²n Sosa, es otro de los argumentos para presentar una queja de inconstitucionalidad. En desacuerdo con el r¨¦gimen financiero, AMARC trabaja ya en la elaboraci¨®n de un amparo, mientras la Asociaci¨®n Mexicana de Derecho a la Informaci¨®n (AMEDI) pide al Instituto Federal de Telecomunicaciones que promueva una controversia constitucional que logre echar abajo la medida.
¡°Una de las razones que argumentaba la necesidad de la reforma era una apertura de la competencia, sin embargo, la C¨¢mara Nacional de la Industria de Radio y la Televisi¨®n ha estado argumentando que el hecho de que las radios comunitarias puedan acceder a patrocinios privados es una pr¨¢ctica de competencia desleal. Nosotros no competimos por el mercado, cumplimos una funci¨®n social asociada al ejercicio de los derechos humanos. No se puede regular de la misma manera la actividad de las radios sociales y la de aquella que tiene fines mercantiles. En otros pa¨ªses del mundo se pagan impuestos para sostener los proyectos comunitarios¡±, reitera el coordinador de comunicaci¨®n del Centro de Derechos Humanos de la Monta?a Tlachinollan. ¡°Una vez m¨¢s los pueblos ind¨ªgenas son las mayor¨ªas -no las minor¨ªas- excluidas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.