Esa ¡°vigilancia patri¨®tica¡±
Telef¨®nica, Alstom o Endesa sufren agresiones nacional-proteccionistas
La frase de C¨¦sar Alierta es inquietante. ¡°Nuestro principal problema ha sido el no ser italianos¡±. As¨ª acaba de explicar su retirada de Italia, y su oferta del paquete de Telef¨®nica en Telecom Italia para pagar a Vivendi parte de su filial brasile?a GVT.
Es cierto es que a la dirigencia transalpina le molestaba la influencia de Telef¨®nica en ¡°su¡± operadora. Pero ?estar¨ªan m¨¢s c¨®modos los franceses en su lugar? Prolifera la caspa endog¨¢mica en sectores clave ¡ªtelecos, energ¨ªa, banca¡ª generando discriminaciones por (sin)raz¨®n de nacionalidad; dificultando fusiones transfronterizas; o modul¨¢ndolas por decreto, esos virus proteccionistas y reaccionarios.
Pen¨²ltimo cap¨ªtulo, el del ex ministro de Industria franc¨¦s Arnaud Montebourg en el asunto Alstom. Obstruy¨® la alianza de esta (actividades energ¨¦ticas, no las de transporte) con la alemana Siemens. Prefiri¨® imponer el pacto con la norteamericana General Electric (GE), molesto por las limitaciones europeas a los monopolios, ¨¦l, tan antiliberal. El secreto es que logr¨® meter de copropietaria ¡ªun 20%¡ª de la empresa resultante a la Republique Fran?aise, para ejercer ¡°una vigilancia patri¨®tica¡± (?es literal!), como si no necesitase el dinero para cosas reales. Contraste con el ¨²ltimo discurso de Fran?ois Mitterrand: ¡°le nationalisme, c'est la guerre¡±.
?Y aqu¨ª? A¨²n restalla en la memoria la lindeza ultra-espa?olista de Esperanza Aguirre cuando en 2005 afirm¨® sobre la OPA de Gas Natural a Endesa que era ¡°una mala noticia¡± que se ¡°fuera del territorio nacional¡± (o sea, a Barcelona). Y la otra, que se le atribuye, y repiti¨® Miguel Arias Ca?ete en la COPE: ¡°mejor [una Endesa] alemana [en manos de EON] que catalana [en las de GN]¡°. Al final Endesa recal¨® en la (p¨²blica) italiana ENEL, que la despieza a saco, la saja de Latinoam¨¦rica y paga peajes al sector separatista de CiU, en forma de poltrona y fluidez a cierto leal de Artur Mas. Nacionalismos y antinacionalismos, esto es, distintas fauces del nacionalismo.
Ahora huye de Espa?a la pen¨²ltima banca extranjera (Citi, vendida al Popular; Lloyds, al Sabadell; Barclays a CaixaBanc). Otros les precedieron, quedan la Deustche, el ING Direct. ?Es eso bueno? Dudoso. Y ser¨ªa fatal que su retirada no se debiese solo a la urgencia de desinvertir por la crisis (y los pr¨®ximos stress tests) y a la dificultad del menudeo minorista en culturas distintas, sino a un proteccionismo espa?ol.
Junto al refuerzo del universo euro ¡ªuni¨®n bancaria, decisiones imprescindibles ?hoy? del BCE¡ª Europa tiene una gran asignatura econ¨®mica pendiente: completar el mercado interior, sobre todo en digital, energ¨ªa y telecos. Figura en el programa de Jean-Claude Juncker a la Euroc¨¢mara (¡°Un nuevo comienzo para Europa¡±, del 15 de julio). Eso exige grandes empresas, ergo fusiones, ergo acabar con el proteccionismo nacionalista. Hay 70 operadoras de telecos en Europa, por cuatro en EE UU y tres en China. Los (pocos) peces grandes se comen a los (muchos) chicos.
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