Brasilia padece y Buenos Aires se resiente
Argentina es v¨ªctima de su debilidad y sus apretados lazos con el Mercosur
Tanto Brasil como Sudam¨¦rica han atravesado tiempos mejores, los tiempos en los que los presidentes vecinos miraban a Lula como un ejemplo de gesti¨®n y de ¨¦xitos econ¨®micos. El mandatario brasile?o se aprovech¨® de una gran ola de bonanza procedente de China que compens¨® la crisis financiera de 2008 que tan duramente se ceb¨® con Estados Unidos y Europa. Tambi¨¦n aprovech¨® la expansi¨®n del cr¨¦dito que hizo posible el boom del consumo interno. En 2010, Brasil goz¨® de un envidiable crecimiento que roz¨® el 7,5% del PIB, una cifra inusual para un pa¨ªs acostumbrado a bajos ritmos de expansi¨®n. Durante ese tiempo, muchos analistas comenzaron a pensar que el pa¨ªs hab¨ªa superado el vuelo rasante que caracterizaba a los picos del crecimiento. Pero la an¨¦mica actividad de este a?o, con despidos en el sector industrial y un consumidor con el bolsillo m¨¢s vac¨ªo, han dejado claro que Brasil ha estado caminando sobre pies de barro y que su principal socio en el Mercosur, Argentina, ser¨¢ el vecino que m¨¢s sufra lo que fue un espejismo.
Brasil compra desde alimentos hasta coches provenientes de Argentina. Y en lo que va de a?o, las importaciones desde Argentina ya se han desplomado casi un 20%. ¡°Brasil contin¨²a siendo la econom¨ªa m¨¢s din¨¢mica de Am¨¦rica Latina y el segundo pa¨ªs emergente con la estructura econ¨®mica m¨¢s diversificada despu¨¦s de China. En este sentido, es natural que los movimientos de la econom¨ªa brasile?a afecten a nuestros vecinos. Esto ocurre, por ejemplo, en el sector comercial, sobre todo en lo relativo a los bienes industriales¡±, afirma Oct¨¢vio de Barros, economista jefe del banco Bradesco.
Daniel Sica, economista de la consultora argentina Abeceb.com, explica que Argentina siempre se ve afectada cuando Brasil crece por debajo del 1,5%. Con la pobre perspectiva de un crecimiento en torno al 1% para este a?o (0,33%, seg¨²n la previsi¨®n media de los analistas financieros), el impacto ser¨¢ inevitable. Con todo, Sica asegura que los problemas dom¨¦sticos argentinos son tan graves que los efectos de la crisis brasile?a quedar¨¢n en un segundo plano. ¡°Mientras Argentina no consiga firmar un acuerdo con sus acreedores (los fondos buitre), permanecer¨¢ en un ciclo regresivo¡±, a?ade.
La industria de Brasil busca ampliar mercados m¨¢s all¨¢ del Cono Sur
A pesar de esto, los argentinos siguen de cerca el proceso electoral brasile?o: por un lado est¨¢n descontentos con la gesti¨®n de Dilma Rousseff; por otro temen un aluvi¨®n de cambios bruscos si Marina Silva, la candidata del Partido Socialista Brasile?o, resulta elegida. ¡°Las primeras declaraciones de Marina Silva sobre Argentina y el Mercosur han sido poco amistosas. De cualquier modo, sea quien sea la vencedora, Brasil necesita cambiar su pol¨ªtica econ¨®mica para recuperarse¡±, opina Sica.
Ingo Ploger, presidente del Consejo Empresarial de Am¨¦rica Latina, cree, por su parte, que el contagio del par¨®n brasile?o ser¨¢ relativo. ¡°Brasil es m¨¢s parte de la soluci¨®n que del problema para los argentinos¡±, sostiene. Es cierto que Brasil compra menos a Argentina, pero tambi¨¦n lo es que los argentinos compran menos en Brasil: un 25% menos, entre enero y agosto. As¨ª, el saldo comercial a¨²n es positivo para los argentinos, que sustituyen productos fabricados en Brasil por productos chinos. ¡°Y eso seguir¨¢ as¨ª mientras Argentina tenga escasez de d¨®lares y China financie las compras que se le hacen¡±, a?ade Sica.
Las exportaciones al Mercosur, que incluyen las ventas tanto a Argentina como a Uruguay y Paraguay, est¨¢n hoy en torno a los 13.000 millones de d¨®lares (10.000 millones de euros). El a?o pasado llegaron a 24.600 millones. ¡°Lo m¨¢s seguro es que no igualemos las cifras del a?o pasado¡±, calcula De Barros. El economista de Bradesco recuerda que en el caso espec¨ªfico del Mercosur, los principales productos exportados son los industriales, lo que aumenta el desaf¨ªo para el sector secundario brasile?o, que pierde competitividad a buen ritmo. Seg¨²n los c¨¢lculos de la Federaci¨®n de Industrias de S?o Paulo, este a?o se perder¨¢n 100.000 puestos de trabajo en la industria, algo que no ocurr¨ªa ni en los peores tiempos de la crisis, en 2009. El sector pide al Gobierno y a los candidatos presidenciales que se comprometan a fortalecer una pol¨ªtica externa que garantice nuevos mercados, menos constre?idos que el Mercosur.
Las exportaciones, en todo caso, representaron el 12,5% del PIB el a?o pasado. Es decir, el grueso de la econom¨ªa brasile?a se desarrolla de puertas adentro, en el mercado interno. ¡°El comercio exterior es relevante para Brasil, pero no es el sector m¨¢s din¨¢mico de crecimiento. Y as¨ª va a continuar en los pr¨®ximos a?os¡±, observa De Barros.
A pesar de la desaceleraci¨®n del comercio exterior, hay indicadores que demuestran que Brasil a¨²n batalla para mantenerse como referente regional. El Banco Nacional de Desarrollo Econ¨®mico y Social (BNDES), la instituci¨®n p¨²blica de fomento que financia las exportaciones de bienes y servicios, prev¨¦ desembolsar 2.800 millones de d¨®lares este a?o para apoyar la actividad exterior de las empresas brasile?as, una cifra superior en 300 millones a la invertida en 2013.
Luciene Machado, encargada del ¨¢rea de comercio exterior del banco, explica que la cifra incluye las operaciones de venta de productos industriales y los servicios de las empresas constructoras para obras como presas, autopistas, etc¨¦tera, en el extranjero. ¡°Son proyectos a medio y largo plazo, en mercados donde las empresas brasile?as son competitivas, como Am¨¦rica Latina y ?frica¡±, explica Machado.
En cuanto a la inversi¨®n exterior, Brasil a¨²n es capaz de lucir m¨²sculo. Entre enero y julio invirti¨® 16.000 millones de d¨®lares, frente a los 18.000 millones de todo 2013.
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