Una gran p¨¦rdida de talento
Miguel ha sido siempre una persona con criterio propio y total independencia. Fue encarcelado durante el r¨¦gimen de Franco, en 1962, y posteriormente abandon¨® la Ejecutiva Federal del PSOE cuando, en su XXVII Congreso en 1976 lo definieron como un partido ¡°marxista¡±.
Tuve la suerte de conocerle, personalmente, un a?o despu¨¦s de su salida y me impresion¨® por su gran intelecto, su amplio conocimiento de todas las ciencias, especialmente de la f¨ªsica, las matem¨¢ticas y la econom¨ªa, habiendo sido premio extraordinario por la Complutense en F¨ªsica y Econom¨ªa y trabajando como f¨ªsico en la Junta de Energ¨ªa Nuclear y economista en el INI. Adem¨¢s, siempre fue un gran conversador que le llevaba con mucha facilidad hasta la madrugada y tambi¨¦n un gran seductor con esa sonrisa a medias que cultivaba con gran ¨¦xito.
En 1982 y contra todo pron¨®stico, fue llamado por Felipe Gonz¨¢lez, que siempre ha tenido un ojo inmejorable, para ser ministro de Econom¨ªa, Hacienda y Comercio, la cartera m¨¢s importante del Gobierno, as¨ª como a Carlos Solchaga para ser ministro de Industria y Energ¨ªa. Yo trabajaba entonces en el Banco de Espa?a, donde Miguel y Carlos hab¨ªan trabajado en su Servicio de Estudios a las ¨®rdenes de ?ngel Rojo y para mi sorpresa Luis de Velasco y Miguel Boyer me propusieron para ser Secretario General de Comercio.
Fue un ministro diferente, en las reuniones del Comit¨¦ de Direcci¨®n del ministerio, que se celebraban en una sala adjunta a su despacho, en Alcal¨¢ 9, retir¨® varios cuadros de antiguos ministros, para colocar una pizarra de trabajo. En ella, discut¨ªamos durante horas las decisiones y propuestas m¨¢s importantes, todas ellas basadas en modelos econ¨®micos muy recientes y avanzados para que tuvieran una base seria y solvente. El primero fue un modelo para calcular, con gran detalle, la sostenibilidad de la deuda espa?ola que era muy baja. Tras dichas discusiones en pizarra se decidi¨® que hab¨ªa que ofrecer una amnist¨ªa fiscal a todos aquellos que compraran una emisi¨®n especial de pagar¨¦s del Tesoro, para evitar una inevitable restructuraci¨®n o impago de la deuda. En 1991, Carlos Solchaga tuvo que hacer otra, canjeando pagar¨¦s del Tesoro por otra deuda p¨²blica especial. En julio de 1985, abandon¨® voluntariamente el ministerio por discrepancias con el vicepresidente, Alfonso Guerra, que tend¨ªa a oponerse a todo lo que plante¨¢bamos en la Comisi¨®n de subsecretarios y secretarios de Estado que presid¨ªa y a todo lo que Boyer propon¨ªa en el Consejo de Ministros. Le sustituy¨® Solchaga, del que tuve el honor de ser su secretario de Estado de Econom¨ªa.
Tras dejar el Gobierno se enamor¨®, cortej¨® y poco despu¨¦s se cas¨® con Isabel Preysler con la que ha tenido una hija y ha convivido hasta su fallecimiento. Han sido una pareja feliz, atenta, cari?osa y entra?able con sus amigos, entre los que Michele y yo tenemos el gusto de encontrarnos. Tras su grave ictus en 2012, Isabel ha dedicado la mayor parte de su tiempo y de su cari?o a intentar que se recuperara con todos los medios y cuidados disponibles, hasta su fallecimiento. Una gran p¨¦rdida para todos.
Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research, CEPR.
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