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En las dos ¨²ltimas semanas hemos asistido a un nuevo episodio de tensi¨®n que recuerda al de agosto de 2011. Dudas sobre el crecimiento mundial ¡ªen 2011 adem¨¢s Estados Unidos perdi¨® su m¨¢xima calificaci¨®n de solvencia AAA¡ª y fuerte aumento de la aversi¨®n al riesgo que se reflejaba en aumento de la volatilidad de las bolsas y de los diferenciales de bonos corporativos, sobre todo de alto riesgo. Ya advertimos en esta columna que los precios de los activos estaban sobrevalorados. Hasta el pasado viernes, la correcci¨®n era una normalizaci¨®n a valoraciones m¨¢s razonables para los fundamentales de crecimiento y beneficios empresariales.
Pero esta semana hemos vuelto a ver p¨¢nico en los mercados y de nuevo el epicentro del hurac¨¢n es Europa. Mientras en el resto del mundo se habla de menor crecimiento, en Europa se habla de tercera recesi¨®n. Realmente, es la misma depresi¨®n que comenz¨® en 2008 y en la que el Viejo Continente sigue atrapado.
Las expectativas anticipaban un 2015 con crecimiento por encima del potencial, especialmente en los pa¨ªses de la periferia europea. Pero, de nuevo, cuando se ve la luz al final del t¨²nel, es otro tren que viene a arrollarnos. Los datos de producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre europeo decepcionaron y durante el verano han seguido deterior¨¢ndose. Tambi¨¦n en Espa?a, con desplome de exportaciones, ca¨ªda de beneficios empresariales y estancamiento de los ingresos p¨²blicos.
De nuevo, Grecia vuelve a ser epicentro del hurac¨¢n, como ya ocurri¨® en 2011. En febrero hay que renovar al presidente y el actual Gobierno no tiene los esca?os suficientes por lo que puede haber elecciones anticipadas. Syriza, que lidera las encuestas, present¨® su programa econ¨®mico en el que abiertamente dice que impagar¨¢ la deuda por motivos humanitarios y uniliteralmente. El bono griego ya cotiza con intereses del 9% y la bolsa de Atenas se ha desplomado un 30% desde entonces.
En Europa, volveremos a tener un test sin estr¨¦s de los bancos, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que el 70% de los bancos europeos no tienen el capital suficiente para atender con normalidad el crecimiento de la demanda de cr¨¦dito. No es de extra?ar que los bancos lideren el desplome en bolsa, especialmente los de la periferia, que cotizaban a m¨²ltiplos disparatados en algunos casos. De nuevo se cumple la m¨¢xima que las burbujas se acaban pinchando, la ¨²nica duda es cu¨¢ndo y con qu¨¦ intensidad.
Esta semana hemos visto mucha tensi¨®n en las primas de riesgo perif¨¦ricas. El Tesoro espa?ol emiti¨® ayer un bono a 10 a?os y la subasta se complic¨®, situando la prima de riesgo pr¨®xima a 160 puntos b¨¢sicos. En s¨®lo tres sesiones la prima ha retrocedido a niveles de hace cinco meses, aunque al cierre de la sesi¨®n las cosas mejoraron algo.
En situaciones de p¨¢nico inversores esperan la reacci¨®n de los responsables de la pol¨ªtica econ¨®mica y en Europa sigue sin haber indicios de vida inteligente. Alemania ha vetado cualquier interpretaci¨®n flexible del Pacto de Estabilidad para Francia y el conflicto entre las dos potencias del ¨¢rea en las pr¨®ximas semanas est¨¢ servido.
En Espa?a, los ingresos del Estado est¨¢n casi estancados y es altamente probable que incumplamos los objetivos de d¨¦ficit. El esp¨ªritu reformista de Renzi era s¨®lo esp¨ªritu. Rajoy deber¨ªa apoyar a Hollande en el Consejo, pero Merkel ya se asegur¨® este verano su fidelidad delante del ap¨®stol Santiago. Y el Banco Central Europeo (BCE), en medio del hurac¨¢n, anuncia que aplicar¨¢ un recorte menor a la deuda p¨²blica griega en posesi¨®n de la banca. Por lo tanto, la tensi¨®n en los mercados es bastante racional, lo irracional ha sido su optimismo antropol¨®gico del ¨²ltimo a?o.
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