¡°Recuperar la reputaci¨®n es vital para los bancos si quieren sobrevivir¡±

A¨²n se expresa m¨¢s como un alto cargo del Banco de Espa?a (donde fue director de Regulaci¨®n de 2003 a 2013), que como el representante de los bancos. Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n (Teruel, 1964) no menciona ni un banco concreto y tiene esa habilidad casi vaticana para eludir pol¨¦micas aunque se le pregunte por las tarjetas black. El ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, se opuso a su nombramiento. Al final, el respaldo del sector, sobre todo del Santander, tuvo m¨¢s peso y preside la AEB desde abril pasado.

Pregunta. ?Qu¨¦ lecciones extrajo de su pol¨¦mica llegada?

Respuesta. Ninguna lecci¨®n en especial. Fui un observador externo, aunque suene extra?o. Pasaron seis meses de mi salida del Banco de Espa?a y tras 13 a?os en la direcci¨®n general de Regulaci¨®n cre¨ª que este cargo encajaba bien con mis habilidades.

P. ?Este enfrentamiento le limita en su relaci¨®n con Econom¨ªa?

R. No, en absoluto. Las relaciones son normales desde el punto de vista institucional, sin nada en especial.

P. Usted pasa de ocuparse de la regulaci¨®n a quejarse en nombre de los bancos de la regulaci¨®n. ?No es un poco raro?

R. No. Siempre me preocup¨® la excesiva regulaci¨®n y su ritmo y as¨ª lo fije en muchas de mis conferencias: fui de los primeros en hablar del tsunami regulatorio. Me siento c¨®modo con mis posiciones anteriores y actuales.

P. El FMI y el BCE apoyaron al Gobierno en el cambio de normativa del Banco de Espa?a para que no se repita su caso.

R. No me parece mal que se cambien las normas si se cree que no son adecuadas, pero no pueden tener efecto retroactivo.

P. ?Hubo injerencias pol¨ªticas?

R. Creo que el tema no da m¨¢s de s¨ª.

¡°La competencia entre los bancos para dar cr¨¦ditos es feroz¡±

P. Una cosa m¨¢s. El Gobierno dijo que se opuso a su llegada porque alguien que tuvo cargos de responsabilidad en la crisis que no deber¨ªa seguir en altos cargos del sector. ?Qu¨¦ opina?

R. Fui director general de Regulaci¨®n pero no tuve responsabilidad en la supervisi¨®n de entidades. No me siento inc¨®modo.

P. ?Qu¨¦ opina de las puertas giratorias?

R. Deber¨ªa haber un est¨¢ndar internacional. En mi caso es solo una puerta, y no giratoria. He estado toda la vida en el sector p¨²blico y ahora he pasado al privado.

P. ?Qu¨¦ an¨¢lisis hace del papel del Banco de Espa?a en la crisis?

R. Estoy demasiado cercano, no ha pasado suficiente tiempo para tener una opini¨®n justa. En Espa?a nos falta a¨²n un diagn¨®stico oficial de la crisis, como han hecho en el Reino Unido o EE UU, donde han creado comisiones con expertos independientes que han analizando la situaci¨®n para que los hechos no se repitan y no tanto para buscar culpables.

¡°Era obvio que ¨ªbamos a tener un buen resultado en el examen europeo¡±

P. ?Se actu¨® con lentitud?

R. Hacer autocr¨ªtica de manera individual no tiene sentido. Nunca estuve entre los que dec¨ªan que no volver¨ªan las crisis, pero jam¨¢s pens¨¦ que pod¨ªamos tener una crisis tan brutal. P. Algunos bancos de la AEB dicen que esta organizaci¨®n solo trabaja para los grandes...

P. No hay conflicto entre grandes y peque?os. El modelo de negocio es muy similar y los intereses est¨¢n muy alineados.

P. ?Caben los bancos de las antiguas cajas en la AEB?

R. Por supuesto que caben. Tienen el mismo modelo de negocio; los intereses son similares.

P. ?La AEB les abre la puerta?

R. El anterior presidente cambi¨® los estatutos para permitir la incorporaci¨®n de estos nuevos bancos de manera muy generosa.

P. ?Habr¨¢ fusi¨®n con la CECA?

R. No me corresponde decirlo a m¨ª sino a los que quieran ser nuevos miembros. No hay urgencia.

P. ?Es la reputaci¨®n el gran problema del sector?

R. Es un problema vital. La banca se basa en la confianza y hay que recuperar la confianza de los clientes si queremos sobrevivir como industria. Y explicar que no hay econom¨ªas pujantes si no tienen bancos sanos. Hay una paradoja: la gente tiene mala opini¨®n de la banca, pero no tanto de su banco. Algo falla como colectivo. Hay un problema de imagen que no se corresponde con la realidad y que costar¨¢ cambiar. No quedan banqueros de chistera y puro, aunque est¨¢n en el imaginario colectivo. La educaci¨®n financiera tambi¨¦n es esenciual y en este ¨¢mbito la AEB va a impulsar proyectos interesantes.

¡°La gente tiene una mala opini¨®n de la banca, pero no tanto de su banco¡±

P. No tienen chistera y puro, pero algunos tienen tarjetas.

R. Son casos muy particulares que no reflejan el comportamiento del sector. Estas generalizaciones son muy injustas. La conclusi¨®n es que cuando los derechos de propiedad no est¨¢n definidos, hay m¨¢s problemas. Hay que reforzar el gobierno corporativo.

P. Ana Bot¨ªn dijo que si un banco no favorece a la sociedad pierde su funci¨®n.

R. Debe ser as¨ª. Si al cliente le va bien, al banco tambi¨¦n. No hay otro camino. Hay que enmendar los fallos que ha habido y transmitir esos valores de servicio al inter¨¦s real del cliente.

P. Muchos ven lo contrario: mientras a los clientes les ha ido mal con productos t¨®xicos, a los banqueros les ha ido muy bien.

R. Debemos diferenciar. No todos los gestores y entidades lo han hecho mal y los que lo hicieron mal, ya no est¨¢n o han desaparecido.

P. ?Habr¨¢ m¨¢s concentraci¨®n en Espa?a?

R. A¨²n hay menos que en otros pa¨ªses. La que ha habido hasta ahora no ha limitado la competencia, que es feroz en la concesi¨®n de cr¨¦ditos.

P. ?Feroz? Pocos lo perciben.

R. Le aseguro que hay una gran lucha por la demanda solvente, en particular en pymes, hipotecas y cr¨¦dito al consumo, donde ya se ha producido una reactivaci¨®n del cr¨¦dito y un descenso de los tipos, aunque tambi¨¦n es cierto que hay un gran n¨²mero de familias y empresas que a¨²n est¨¢n rebajando sus niveles de endeudamiento y esas a¨²n no son demandantes de cr¨¦dito.

P. Pero cada vez se exige m¨¢s solvencia para dar cr¨¦ditos.

¡°No quedan banqueros de puro y chistera; las tarjetas no reflejan al sector¡±

R. Pudieron darse situaciones de exigencia en medio de la crisis. Pero a medida que empresas y familias muestran mejores niveles de solvencia, los bancos han comenzado a facilitar cr¨¦dito. Le aseguro que los bancos est¨¢n ya financiando la recuperaci¨®n econ¨®mica y lo seguir¨¢n haciendo.

P. ?Pasar de 60 a 15 entidades no es un proceso oligopol¨ªstico?

R. No, en absoluto. No hay ni acuerdo de precios ni poder de mercado. Insisto, hay una gran competencia.

P. El n¨²mero de ejecuciones hipotecarias sigue subiendo.

R. Los bancos han refinanciado el 10% de las hipotecas, lo que significa que unas 500.000 familias han podido conservar su vivienda habitual, gracias a las medidas adoptadas por los bancos para ayudar a sus clientes con dificultades temporales.

P. ?Los miembros de la AEB siguen desahuciando?

R. Todo desahucio es un drama, pero los casos son reducid¨ªsimos en relaci¨®n al n¨²mero de hipotecas. Y, adem¨¢s, los bancos han entregado al fondo social de vivienda 6.000 pisos para las personas m¨¢s necesitadas.

P. ?Qu¨¦ balance hace de los resultados del examen europeo?

R. Confirma que tenemos una gran solidez de balances, calidad del capital y resistencia ante las crisis. Era obvio que ¨ªbamos a tener un buen resultado.

P. ?Qu¨¦ va a cambiar con la nueva supervisi¨®n?

R. Todo. Es un nuevo modelo, no es el espa?ol, alem¨¢n, franc¨¦s u holand¨¦s. Es una nueva cultura supervisora com¨²n, con las mejores pr¨¢cticas de cada pa¨ªs. Pero debemos tener paciencia, ya que ese nuevo enfoque supervisor tardar¨¢ a?os en implantarse completamente. Si logramos crear una verdadera uni¨®n bancaria, en la pr¨®xima crisis el empresario espa?ol no tendr¨¢ que pagar sus cr¨¦ditos 7 puntos porcentuales m¨¢s caros que su competidor alem¨¢n.

P. ?Qu¨¦ le ha parecido que el campe¨®n de solvencia sea una antigua caja, Kutxabank?

R. No me supone ning¨²n problema. Es una gran entidad y ahora hay un modelo ¨²nico para todos: bancos basados en acciones que cotizan en mercados.

P. ?La rentabilidad es el gran problema de futuro?

R. Es baja por la crisis, por la mayor regulaci¨®ny el incremento de la competencia. El reto de los pr¨®ximos a?os es elevarla. Necesitamos bancos solventes y l¨ªquidos, pero tambi¨¦n rentables.

P. ?Teme que, otra vez, alg¨²n banco vuelva a productos muy rentables pero peligrosos?

R. No. Deber¨ªan saber que ese camino solo lleva a problemas.