Los bancos le dir¨¢n d¨®nde puede vivir
Las duras condiciones hipotecarias redibujan el mapa de los nuevos propietarios
Las viviendas son un 40% m¨¢s baratas que en 2007 y el esfuerzo destinado al pago de la hipoteca ha pasado del 50% al 33% de la renta familiar. A¨²n as¨ª, el precio sigue teniendo la ¨²ltima palabra a la hora de elegir el barrio en el que vivir y la vivienda que comprar. Las restricciones en la financiaci¨®n han hecho de contrapeso. ¡°Es m¨¢s limitada y se necesita disponer de ahorros altos¡±, indica Tom¨¢s L¨®pez Rosero, director del departamento de venta de viviendas de Forcadell.
Eso s¨ª, los que consiguen una hipoteca tienen ahora un abanico de ofertas mucho m¨¢s variado y a unos precios m¨¢s bajos. Incluso, ¡°en la misma ubicaci¨®n conviven promociones similares con diferencias de precio de hasta el 40%¡±, explica Rafael Valderr¨¢bano, director de B¨¢sico Homes.
Una puerta abierta a comprar donde uno desea, incluso en las almendras centrales. En general, ¡°la gente quiere vivir lo m¨¢s cerca posible de las grandes urbes¡±, apunta Jes¨²s Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. ¡°Prefiere habitar en viviendas m¨¢s peque?as pero en zonas m¨¢s c¨¦ntricas, por los elevados costes del transporte y la necesidad de recurrir a la solidaridad familiar para el cuidado de los ni?os¡±, a?ade el soci¨®logo Jes¨²s Leal, profesor en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid.
En el ¡®boom¡¯ los pisos de uno y dos dormitorios coparon las promociones
Tras el pinchazo de la burbuja ha desaparecido el demandante de las ciudades dormitorio, que priorizaba tener m¨¢s metros cuadrados y poner kil¨®metros de por medio ¡ªa veces m¨¢s de 100 kil¨®metros¡ª. ¡°Ahora, con el mismo presupuesto se pueden encontrar las mismas superficies en la periferia de las ciudades e incluso m¨¢s cerca del centro¡±, dicen en la inmobiliaria Look & Find.
Con permiso del precio y del banco, elegir ese lugar en el que residir tiene mucho que ver con el apego al barrio, la cercan¨ªa a la familia y el acceso a transportes p¨²blicos, sobre todo metro y tren de cercan¨ªas. De hecho, ¡°ahora m¨¢s que nunca la familia y los abuelos se han convertido en el pilar fundamental para cuidar de los nietos¡±, explica Carlos Smerdou, consejero delegado de Foro Consultores.
En los barrios m¨¢s ricos este apego es menor que en los m¨¢s modestos. ¡°El prestigio de la zona prima m¨¢s a la hora de la elecci¨®n y eso lleva a la clase alta, la m¨¢s segregada, a ocupar en su expansi¨®n las zonas colindantes a las que se asentaba¡±, seg¨²n Leal.
La elecci¨®n tambi¨¦n tiene que ver con el ciclo vital del hogar. Las prioridades de los j¨®venes que se api?an en los centros son opuestas a las de familias que se concentran en la periferia.
Los recursos y la clase social tambi¨¦n imponen su criterio. ¡°Mientras que para los padres de clase media la proximidad de un colegio de prestigio puede ser un factor clave, para la clase trabajadora suelen influir m¨¢s las facilidades de transporte p¨²blico¡±, a?ade Leal.
Los j¨®venes solteros buscan el centro y las parejas con hijos la periferia
As¨ª las cosas, las ciudades son legos casi perfectos en los que cada hogar encuentra su lugar. Treinta?ero y soltero: busca viviendas peque?as en el centro urbano, normalmente de alquiler. Sobre todo, en alquiler compartido y cerca de servicios, ocio y transporte p¨²blico.
En Madrid, son las ¨¢reas de Embajadores, Palacio o Justicia, entre otras. La oferta va desde estudios interiores en corralas por 35.000 euros hasta apartamentos de un dormitorio por 200.000 y 300.000 euros. En la Ciudad Condal, buscan barrios como El Raval, en el distrito de Ciutat Vella, donde lo m¨ªnimo por un piso interior de un dormitorio son unos 60.000 euros. Por un apartamento cerca de Las Ramblas se piden 260.000 euros.
Los que buscan casa en el centro de Vitoria (Pa¨ªs Vasco) tienen un aliciente m¨¢s: el metro se sit¨²a en 3.000 euros, 700 menos que en 2013, seg¨²n Tecnitasa.
Las parejas j¨®venes sin hijos quieren pisos c¨¦ntricos, pero tambi¨¦n urbanizaciones en las afueras con vistas a tener descendencia. Seg¨²n el profesor Leal, ¡°si es una pareja reci¨¦n constituida puede seguir en el centro m¨¢s apretada, y si tiene dinero puede saltar a la periferia¡±.
Colegios, guarder¨ªas y parques. Es lo que persiguen las parejas con hijos peque?os. En Madrid, en municipios como Villalba ¡°se han duplicado las ventas en los ¨²ltimos meses. Tambi¨¦n en Torrelodones, Galapagar o Moralzarzal. Est¨¢n comprando parcelas por unos 120.000 euros asi que por 300.000 euros tienen una casa independiente¡±, se?ala Jos¨¦ Luis P¨¦rez Cremades, Director General de la inmobiliaria Gilmar.
¡°Hacia Sant Cugat o Gav¨¤ se dirigen las parejas j¨®venes que tienen poder adquisitivo. A medida que los recursos bajan, se van hacia Hospitalet de LLobregat o Esplugas¡±, indican en Foro Consultores. Aqu¨ª hay pisos desde 75.000 hasta 315.000 euros.
En Espa?a existen 530.000 familias numerosas, seg¨²n el INE. Es el tipo de demandante con m¨¢s problemas a la hora de encontrar vivienda. Sus prioridades irrenunciables son superficie, servicios y colegios. ¡°En la ¨¦poca del boom, uno y dos dormitorios coparon las viviendas nuevas que se hac¨ªan en Espa?a. Su ¨²nica opci¨®n se ha centrado en segunda mano en buenos barrios y en chal¨¦s o pisos grandes en las afueras¡±, seg¨²n Smerdou. O decantarse por el alquiler.
En la capital, los pisos grandes est¨¢n en barrios nobles, como el de Salamanca. Son antiguos, de 200 o 300 metros, y cuestan de 1,5 a 3 millones de euros, cuenta P¨¦rez Cremades. Y en Barcelona, las casas m¨¢s amplias se sit¨²an en los distritos de Sarri¨¤-Sant Gervasi o Gr¨¤cia, pero no bajan del mill¨®n de euros. M¨¢s baratos los hay en el Eixample.
Los matrimonios cuyos hijos han volado del nido dejan los chal¨¦s de las afueras para volver a las almendras centrales, sobre todo si hay problemas de autonom¨ªa. Buscan pisos, reducir superficie, seguridad y evitar escaleras.
A kil¨®metros del centro
Durante el auge inmobiliario el mandato de los altos precios gener¨® un proceso de movilidad residencial brutal que desplaz¨® a cientos de kil¨®metros a miles de personas que no pod¨ªan comprar en las capitales. Madrid experiment¨® un proceso de dispersi¨®n que lleg¨® a saltar a las provincias de Toledo y Guadalajara; a urbanizaciones como Residencial Francisco Hernando, en Sese?a (Toledo), donde se iban a construir m¨¢s de 13.000 casas. O a Valdeluz (Guadalajara), donde se proyectaron 9.500 viviendas.
¡°Las ciudades del entorno de Barcelona (Cornella, Viladecans, Sant Boi de Llobregat, Sant Joan Despi, Tarrasa, Barbera...) crecieron desmesuradamente. Estas familias no se pod¨ªan permitir los precios de la capital¡±, explican en Forcadell.
Y en Valencia, las poblaciones que se encuentran en un radio de 15 a 20 kil¨®metros ¡ªTorrente, Pica?a, Paiporta, Alboraya, Massamagrell o Alfafar o Benetuser¡ª, experimentaron un aumento notable de poblaci¨®n, dicen en la red inmobiliaria Look & Find.
¡°El l¨ªmite para comprar estaba en menos de una hora en transporte desde la vivienda al trabajo. Las autov¨ªas, las radiales de Madrid y el AVE ayudaron al desarrollo de esa periferia que ahora se ha quedado sin demandantes porque hay oferta de viviendas m¨¢s cerca¡±, explica Jes¨²s Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. La mayor¨ªa de los propietarios han quedado atrapados en esas viviendas, en las que el importe de la hipoteca es superior al precio de la casa. No pueden vender. ¡°Ese tipo de demandante se mantiene en esas zonas porque tendr¨ªa que vender y, aunque los precios han bajado, las zonas c¨¦ntricas siguen siendo m¨¢s caras que donde vive¡±, indican en Foro Consultores.
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