El archipi¨¦lago intenta mirar afuera

Jap¨®n y Estados Unidos son las dos mayores econom¨ªas que participan en las negociaciones para suscribir la Alianza Transpac¨ªfica (TPP), un ambicioso acuerdo de libre comercio que incluye a doce pa¨ªses de la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico que aglutinan casi el 40% de la econom¨ªa mundial y una tercera parte del comercio. Tokio decidi¨® unirse a las conversaciones en mayo de 2013 a iniciativa del primer ministro Shinzo Abe. ¡°Si Jap¨®n sigue mirando solamente hacia adentro, no habr¨¢ ninguna esperanza para el crecimiento. Esta es nuestra ¨²ltima oportunidad. Si no la aprovechamos, el pa¨ªs quedar¨¢ definitivamente apartado del orden internacional¡±, dijo entonces.

La participaci¨®n de Jap¨®n en esta alianza es clave en la estrategia para reflotar la econom¨ªa y se enmarca en la tercera de las flechas de las abenomics: las reformas estructurales. El propio Abe ha declarado que el proyecto es de ¡®inter¨¦s nacional¡¯. ¡°La bajada o eliminaci¨®n de aranceles abrir¨ªa nuevos mercados e impulsar¨ªa los productos japoneses en todos aquellos pa¨ªses del bloque con los que a¨²n no ha suscrito un Tratado de Libre Comercio, entre ellos Estados Unidos. Es una buena pol¨ªtica: traer¨¢ m¨¢s competencia, mayor integraci¨®n y liberalizaci¨®n comercial¡±, resume Mazasumi Wakatabe, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Waseda. Las estimaciones del Gobierno prev¨¦n que la econom¨ªa crecer¨¢ entre un 0,66% y un 2% tras la eliminaci¨®n de las barreras al comercio.

Sin embargo, las exigencias por parte de otros pa¨ªses de abrir fronteras empujan a Abe a liberalizar sectores muy protegidos hasta el momento. La agricultura o la sanidad, por ejemplo, operan bajo un r¨¦gimen de casi monopolio y reciben grandes cantidades de subsidios. Son los que m¨¢s presionan contra la TPP y sus intereses son el principal punto de desacuerdo que bloquea la firma del tratado multilateral. Los analistas defienden que el acuerdo es el impulso que se necesitaba para llevar a cabo reformas que el pa¨ªs tiene pendientes desde hace d¨¦cadas. En este sentido, la convocatoria electoral de Abe tambi¨¦n tiene por objetivo ganar m¨¢s poder a la vista de estos grupos de inter¨¦s y asegurarse cuatro a?os m¨¢s para impulsar los cambios.

¡°La TPP se va a materializar tarde o temprano. El Gobierno ya ha decidido acabar gradualmente con los subsidios a los granjeros y ha advertido que muchos sectores ya no ser¨¢n inmunes a las leyes antimonopolio¡±, asegura Tomohiko Taniguchi, asesor especial del Gabinete nip¨®n. La l¨ªnea roja que inicialmente Abe prometi¨® no cruzar fue la supresi¨®n de las tarifas que protegen a m¨¢s de 500 productos relacionados con el arroz, el trigo, los l¨¢cteos, el az¨²car y la carne de res y de cerdo, pero no todos podr¨¢n entrar en el cap¨ªtulo de excepciones. Al estancarse las negociaciones, algunos oficiales ya han advertido que se deber¨¢n hacer concesiones en este ¨¢mbito, lo que ha levantado ampollas hasta entre los miembros del partido gubernamental: ¡°?Por qu¨¦ es Jap¨®n quien tiene que bajarse los calzoncillos?¡±, lament¨® recientemente Toshio Yamada, parlamentario originario de la prefectura de Toyama, una de las grandes productoras de arroz del pa¨ªs.