Los precios caen en la zona euro y elevan la presi¨®n sobre el BCE
El ¨ªndice anual entra en terreno negativo, al marcar un -0,2%, por primera vez desde 2009
![Claudi P¨¦rez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F71ea40f5-5f68-4e9d-ae7b-df2491e6d4ac.png?auth=eb4725545f7c140fe76e3fdf9351a9c622683551e0beba4dc33e745b6ce4cbc3&width=100&height=100&smart=true)
![Un hombre llena el depósito de su coche.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/B7GKI2EON447PBWSQBJHDKEUEU.jpg?auth=047a54615294cb5a80da50039c33a8e7379d95a31e0651da1501320497040c87&width=414)
Europa, capital Tokio. Siguen sonando las alarmas en los primeros d¨ªas de 2015: el petr¨®leo marc¨® ayer m¨ªnimos de cinco a?os, por debajo de los 50 d¨®lares por barril; Grecia vuelve a estar en el centro de todas las preocupaciones, y la variaci¨®n de los precios de la eurozona se adentra en territorio negativo por primera vez desde octubre de 2009. Metida ya de lleno en una trampa a la japonesa ¡ªbajo crecimiento, ca¨ªda de los precios¡ª, los datos anunciados por Eurostat, la agencia estad¨ªstica de la UE, suponen una inmensa presi¨®n para el Banco Central Europeo (BCE), que el 22 de enero est¨¢ llamado a anunciar las compras de deuda a gran escala para escapar del pozo ciego de la deflaci¨®n.
Los datos chirr¨ªan desde hace ya m¨¢s de un a?o. Pero diciembre y el desplome del petr¨®leo asestaron un golpe definitivo a las expectativas de Europa: la tasa interanual de inflaci¨®n cay¨® el mes pasado al -0,2%, frente a un ascenso del 0,3% en noviembre, b¨¢sicamente por el abaratamiento del petr¨®leo.
El impacto de la ca¨ªda de los precios de la energ¨ªa (-6,3%) y del estancamiento de los precios alimentarios, las bebidas y el tabaco adelant¨® lo que todo el mundo esperaba para el arranque de este a?o. Y los analistas prev¨¦n que la variaci¨®n de los precios siga unos meses en territorio negativo, b¨¢sicamente por la tremenda influencia del crudo sobre la econom¨ªa europea.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/X25Y5BDQR6K7CB5G4WSACYRPHQ.png?auth=a30ca5ca096de571f99f619dc96f7056b8fea28e6d13d6f625d00caa10b5c729&width=414)
Hay m¨¢s canales de preocupaci¨®n: el euro sigue debilit¨¢ndose desde hace semanas, una buena noticia para los exportadores europeos, pero una segunda v¨ªa deflacionaria si la depreciaci¨®n de la moneda europea, que encarece las importaciones, contribuye a retraer la demanda. Los riesgos de deflaci¨®n, con todo, son todav¨ªa limitados: quitando la energ¨ªa y los alimentos, la inflaci¨®n se situ¨® en el 0,8% en diciembre, una d¨¦cima por encima del mes anterior. Lo preocupante es que ese dato ¡ªla inflaci¨®n subyacente¡ª est¨¢ por debajo del 1% desde hace un a?o. Y lo m¨¢s alarmante es que los mercados ya empiezan a incorporar a las expectativas unas subidas de precios muy inferiores a lo normal durante mucho tiempo.
Ese es el riesgo que Mario Draghi, el presidente del BCE, est¨¢ obligado a sortear, m¨¢s a¨²n cuando se trata de un fen¨®meno general: los precios caen en Espa?a el 1,1%, y en Alemania apenas avanzan un magro 0,1%. El fr¨ªo del estancamiento econ¨®mico y la densa niebla que ofrecen todos los datos ¡ªel paro de la eurozona se mantiene en m¨¢ximos, en el 11,5%, y los indicadores de confianza confirman las peores pesadillas del banquero central¡ª pondr¨¢n todos los ojos sobre el Eurobanco en su reuni¨®n de dentro de dos semanas.
La inflaci¨®n est¨¢ muy, muy lejos del objetivo del BCE (por debajo, pero cerca del 2%). Y nada hace pensar que vaya a mejorar en el medio plazo: el cr¨¦dito cae desde hace m¨¢s de 30 meses, el paro sigue en m¨¢ximos, la econom¨ªa no acaba de salir del t¨²nel, los indicadores de inflaci¨®n a cinco a?os ¡ªa los que mira Draghi¡ª se hallan en m¨ªnimos y los intereses de la deuda alemana presentan tipos negativos hasta plazos de tres a?os, y del 0% a cinco a?os. Se mire donde se mire, casi todos los datos cuentan una historia parecida: la de la trampa japonesa.
La deflaci¨®n es un hecho en t¨¦rminos sem¨¢nticos (¡°descenso del nivel de precios debido, generalmente, a una fase de depresi¨®n econ¨®mica o a otras causas¡±, la define la Real Academia Espa?ola), pero en su definici¨®n econ¨®mica (una ca¨ªda general de los precios de los bienes y servicios prolongada en el tiempo) no ha llegado por ahora. Aun as¨ª, los riesgos que implica son lo suficientemente peligrosos como para tratar de evitarla a toda costa. Se trata de una espiral que se retroalimenta y que, al posponer las compras en espera de precios futuros inferiores, deprime el gasto de las familias y las empresas.
Las expectativas son l¨®bregas, pero a¨²n no se est¨¢ a las puertas de ese infierno. Y, sin embargo, la preocupaci¨®n de Draghi no ha dejado de crecer en los ¨²ltimos meses: el desplome del petr¨®leo era el shock externo que estaba esperando Europa como agua de mayo, porque deja m¨¢s dinero para gastar en el bolsillo de los consumidores y las empresas continentales, pero a la vez puede tener efectos adicionales sobre los precios. Y no solo sobre los precios: la ca¨ªda del crudo introduce riesgos sobre los mercados financieros internacionales, ya sea porque han hecho una apuesta exagerada por empresas de pa¨ªses emergentes, que ahora lidian con una deuda en d¨®lares que no deja de crecer o porque la suspensi¨®n de pagos amenaza a algunos pa¨ªses muy dependientes de las exportaciones de petr¨®leo.
Una deflaci¨®n europea hace a¨²n m¨¢s dif¨ªcil el ajuste de la periferia. Y complica el pago de la deuda. Tanto como para que ninguno de los analistas consultados dude ya de que vaya a haber compras de deuda en Europa por parte del BCE.
La ¨²nica duda ya es c¨®mo ser¨¢ ese programa, cu¨¢nto gastar¨¢ el BCE, si Draghi fijar¨¢ objetivos, si incluir¨¢ los bonos griegos, esas cosas. Pero el Eurobanco se encuentra listo para apretar el bot¨®n nuclear e inyectar liquidez a mansalva en la econom¨ªa, como han hecho anteriormente Estados Unidos, Reino Unido y Jap¨®n. Y a pesar del miedo cerval de los alemanes a esa potente arma.
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