Maniobra el banco
La ampliaci¨®n supone un refuerzo de capital necesario para la nueva regulaci¨®n
Que el Banco de Santander se haya embarcado en la mayor colocaci¨®n de acciones de la historia, por un importe de 7.500 millones de euros de euros, que supone aproximadamente un 10% de su actual base de capital, es una decisi¨®n trascendente. Constituye un golpe de tim¨®n de la nueva direcci¨®n que sin duda situar¨¢ al mayor banco de la eurozona por valor de mercado en aguas m¨¢s templadas; m¨¢s acordes no solo con una regulaci¨®n de capital mucho m¨¢s estricta tras la reciente crisis financiera , sino tambi¨¦n con unas exigencias efectivas del propio mercado a¨²n mayores.
Este cambio de rumbo es a¨²n m¨¢s significativo porque va acompa?ado de una modificaci¨®n sustancial de la pol¨ªtica de dividendos, que en 2015 se ver¨¢n reducidos a una tercera parte respecto al a?o anterior, si bien pasar¨¢n a ser en efectivo, rompiendo con la pr¨¢ctica menos ortodoxa llevada a cabo en los ¨²ltimos a?os, del formato scrip dividend (dividendo elecci¨®n) de estos ¨²ltimos a?os.
Dicha f¨®rmula pudo tener sentido en los momentos m¨¢s severos de la crisis, cuando los mercados burs¨¢tiles se hallaban pr¨¢cticamente cerrados, y el pago de dividendos en acciones se erig¨ªa en una f¨®rmula, un tanto alambicada, de remunerar al accionista, al tiempo que se reforzaba capital casi ¡°por la puerta de atr¨¢s¡±. Por otra parte, un reparto de dividendos de ese calibre, (hasta del 8% de rentabilidad y superior en alg¨²n a?o al propio beneficio), eran poco compatibles con los tipos vigentes actuales cercanos al 0%, y mucho menos con el entorno de riesgos y las mayores exigencias de solvencia antes mencionadas.
Frente a esa pol¨ªtica anterior, la ahora planteada presenta un importante giro estrat¨¦gico, con muchas m¨¢s ventajas que inconvenientes. Comenzando por estos ¨²ltimos, el que la operaci¨®n se plantee sin derecho preferente de suscripci¨®n tiene sentido como forma de ayudar a que la mayor colocaci¨®n de la historia se haya llevado a cabo con gran celeridad, como no pod¨ªa ser de otra manera, pero sin duda no dejar¨¢ buen sabor de boca entre los peque?os accionistas.
Pero por encima de todo cabe aplaudir la clara apuesta por la transparencia, y la se?al de confianza que transmite sobre el futuro del banco. Frente a los scrip-dividends, que representaban peque?as ampliaciones de capital encubiertas, ahora se lanza una, grande, y a plena luz del d¨ªa. Al fin y al cabo, si el Santander ven¨ªa siendo en los ¨²ltimos meses uno de los bancos con mejor valoraci¨®n burs¨¢til en Europa, medida por el ratio entre valor de mercado y valor en libros, qu¨¦ mejor decisi¨®n estrat¨¦gica que aprovechar ese momento para reforzar de forma contundente el capital, refuerzo que va a ser necesario en la nueva era de regulaci¨®n bancaria cuyas mayores exigencias de capital no han hecho m¨¢s que empezar. Eso es lo relevante de la decisi¨®n, que ha sido bien acogida por los inversores institucionales, y no tanto conjeturar posibles adquisiciones que Santander podr¨ªa acometer con el importe de la ampliaci¨®n.
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