La m¨¢quina del tiempo vud¨²
Contemplamos una subcultura pol¨ªtica en la que los dogmas ideol¨®gicos no se cuestionan
Muchos de los que estamos en esto de la econom¨ªa nos est¨¢bamos preguntando c¨®mo reaccionar¨ªan los l¨ªderes del Congreso al fuerte aumento del crecimiento econ¨®mico estadounidense que, ahora lo sabemos, empez¨® la primavera pasada. Despu¨¦s de a?os insistiendo en que el presidente Obama es responsable de la debilidad de la econom¨ªa, no podr¨ªan decir la verdad, es decir, que los resultados econ¨®micos a corto plazo tienen muy poco que ver con qui¨¦n ocupe la Casa Blanca. Entonces, ?qu¨¦ ser¨ªa lo que dir¨ªan?
Pues bien, esto no me lo esperaba: est¨¢n reclamando el m¨¦rito. No importa el hecho de que todos los datos positivos se refieran a un periodo anterior a las elecciones de mitad de mandato. Mitch McConnell, el nuevo jefe de la mayor¨ªa republicana en el Senado, dice que ha sido obra suya, que el crecimiento reflejaba ¡°las expectativas de un nuevo Congreso republicano¡±.
La reacci¨®n del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata ¡ªsonoras carcajadas¡ª parece la adecuada. Y es que estamos hablando de econom¨ªa vud¨². McConnell asegura no solo que puede crear prosperidad sin ¡ªya saben¡ª aprobar realmente legislaci¨®n alguna, sino que es capaz de retroceder en el tiempo y crear riqueza incluso antes de llegar al poder. Pero, al mismo tiempo que curiosa, la autoexaltaci¨®n de McConnell es alarmante, porque es s¨ªntoma de la cerraz¨®n epist¨¦mica de su partido. Los republicanos saben que muchas cosas no son como dicen, y por grande que sea la evidencia en contra, no les har¨¢ cambiar de opini¨®n.
Al menos McConnell no ha hecho lo mismo que muchos de sus compa?eros cuando se han enfrentado a hechos inc¨®modos: recurrir a las teor¨ªas de la conspiraci¨®n.
Consideremos, por ejemplo, lo que hicieron algunos republicanos con las buenas noticias acerca de la reforma sanitaria. Antes de que entrase en vigor Obamacare, insistieron hasta la saciedad en que ser¨ªa un desastre, en que habr¨ªa m¨¢s gente que perder¨ªa el seguro de la que lo obtendr¨ªa. Por supuesto, estaban encantados con los problemas t¨¦cnicos que paralizaron al principio la p¨¢gina web del programa. Pero los problemas se resolvieron y las inscripciones aumentaron. ?Que c¨®mo reaccionaron? ¡°Est¨¢n manipulando los n¨²meros¡±, declar¨® el senador John Barrasso, de Wyoming, que actualmente preside el Comit¨¦ Republicano de Pol¨ªtica en el Senado.
Pero eso era antes. En este momento tenemos m¨²ltiples confirmaciones independientes ¡ªla ¨²ltima de Gallup¡ª de que Obamacare ha incrementado espectacularmente la cobertura sanitaria. As¨ª que, ?qu¨¦ dicen ahora? La ley ¡°se derrumbar¨¢ por su propio peso¡±, dice el diputado Paul Ryan, nuevo presidente del Comit¨¦ de Presupuestos de la C¨¢mara de Representantes.
Hablando de Ryan, han pasado casi cuatro a?os desde que ¨¦l y muchos otros en su partido arremetieran contra Ben Bernanke, por entonces presidente de la Reserva Federal, a causa de las pol¨ªticas que, seg¨²n ellos, conducir¨ªan a una elevada inflaci¨®n y a la ¡°degradaci¨®n¡± del d¨®lar. La inflaci¨®n nunca se materializ¨®, y el d¨®lar pas¨® a fortalecerse, pero Ryan no dio muestras de haber escarmentado, y muchos conservadores, entre ellos algunos intelectuales favoritos como Niall Ferguson, de Harvard, se han convertido en ¡°ap¨®stoles de la inflaci¨®n¡±, empe?ados en que el Gobierno est¨¢ ocultando la subida de los precios.
Ah, y Europa ¡ªcuyo banco central, a diferencia de la Reserva Federal bajo la direcci¨®n de Bernanke, se tom¨® en serio esas advertencias sobre la inflaci¨®n y aument¨® las tasas de inter¨¦s en 2011¡ª actualmente est¨¢ viviendo una aut¨¦ntica deflaci¨®n, con consecuencias terribles para el panorama econ¨®mico y pol¨ªtico.
Luego est¨¢ el cambio clim¨¢tico. Al parecer, 2014 ha sido el a?o m¨¢s c¨¢lido hasta el momento, lo cual deber¨ªa poner punto final a las est¨²pidas pretensiones de que el calentamiento global se ha detenido. Pero al senador James Inhofe, que ahora preside un comit¨¦ de medio ambiente crucial, y que lleva mucho tiempo insistiendo en que todo el conocimiento cient¨ªfico en ese terreno es un fraude liberal, le dar¨¢ igual.
Ahora bien, todo el mundo hace predicciones que acaban siendo err¨®neas. Es un mundo complejo, y nadie es perfecto. La cuesti¨®n, sin embargo, es que actualmente el Congreso est¨¢ controlado por personas que jam¨¢s reconocen que se han equivocado, por no hablar ya de aprender de sus errores.
En algunos casos, puede que ni siquiera sepan que estaban equivocados. Despu¨¦s de todo, los medios de comunicaci¨®n conservadores no son conocidos precisamente por la ecuanimidad de su informaci¨®n. Si su idea de c¨®mo va la reforma sanitaria se basa en Fox News, probablemente tengan la sensaci¨®n de que ha sido un completo desastre, aunque en realidad haya sido un ¨¦xito que ha sorprendido incluso a los partidarios de la ley.
No obstante, la cuesti¨®n principal es que estamos contemplando una subcultura pol¨ªtica en la que los dogmas ideol¨®gicos, sencillamente, no se cuestionan, pase lo que pase. La ley de la oferta es v¨¢lida independientemente de lo que est¨¦ ocurriendo realmente en la esfera econ¨®mica, el seguro sanitario garantizado tiene que ser un fracaso aunque funcione, y cualquiera que se?ale los hechos inquietantes se convierte autom¨¢ticamente en un enemigo.
Y no estamos hablando de personajes marginales. A veces se oyen afirmaciones de que la clase dirigente republicana a la antigua usanza est¨¢ resucitando, que los extremistas del Tea Party est¨¢n en retirada, y que podemos volver a la cooperaci¨®n bipartidista. Pero son fantas¨ªas. No puede haber una cooperaci¨®n significativa cuando no podemos ponernos de acuerdo acerca de la realidad, cuando hasta los altos cargos del partido Republicano creen b¨¢sicamente que los hechos tienen un sesgo liberal.
Paul Krugman, galardonado en 2008 con el premio del Banco de Suecia en homenaje a Alfred Nobel, es profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Princeton.
Traducci¨®n de News Clips.
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