As¨ª es la mejor escuela de negocios del mundo

A los alumnos del Master in Business Administration (MBA) de Harvard Business School no les importa reconocer que quienes estudian all¨ª est¨¢n llamados a ocupar los cargos directivos de las empresas m¨¢s potentes del mundo o los despachos de los m¨¢s destacados cargos pol¨ªticos. En su discurso aparecen nombres de exalumnos como Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York, o Sheryl Sandberg, jefa de operaciones de Facebook. De lo que no hablan es de dinero. Si se les pregunta cu¨¢nto van a ganar, suelen rehuir el tema. Es casi un asunto tab¨².

Sin embargo, es ese futuro salario lo que hace que este MBA est¨¦ considerado el mejor del mundo. El Global MBA Ranking 2014, del diario brit¨¢nico Financial Times, que coloca al m¨¢ster de Harvard en la primera posici¨®n, otorga un 40% de la puntuaci¨®n al sueldo que se ganar¨¢ tras cursar los dos a?os. Seg¨²n este medidor, los graduados ingresar¨¢n unos 178.300 d¨®lares al a?o de media (163.652 euros), un 113% m¨¢s de lo que ganaban antes de su paso por el campus de Cambridge (Boston).

¡°No es una cuesti¨®n de pelotazo. Para acceder a los cargos directivos de grandes corporaciones es necesario un MBA. Pasar por aqu¨ª te abre las puertas, pero si tu perfil no les encaja, las empresas no tienen ninguna piedad¡±, se?ala la madrile?a F¨¢tima Porras, ingeniera industrial en ICAI-ICADE de 27 a?os y alumna de primer curso del MBA de Harvard Business School, donde el 41% de estudiantes son mujeres.

Es una tarde de marzo, acaba de empezar la Spring Break (vacaciones de primavera) y en el campus se ve poco movimiento; algunos estudiantes que pasan las ¨²ltimas horas charlando en los espacios comunes antes de partir hacia su pa¨ªs de origen o a alg¨²n destino ex¨®tico. Cinco alumnos espa?oles de HBS se sientan en torno a una mesa del hist¨®rico y elegante edificio Spangler para contar c¨®mo han llegado a la mejor escuela de negocios del mundo, donde solo un 9% de solicitantes lo consigue.

El perfil medio del alumno de HBS es un joven de 27 a?os con cuatro a?os de experiencia laboral. No importa su situaci¨®n econ¨®mica, sino su capacidad de liderazgo. Esta es una de las premisas de la escuela. En el curso 2013-2014 el 47% de los estudiantes se beneficiaron de programas de becas por un total de 28 millones de d¨®lares, seg¨²n su ¨²ltimo informe anual. De las 10.000 solicitudes que recibieron, la primera criba baj¨® el n¨²mero de candidatos a 1.800, que despu¨¦s de pasar por una entrevista personal se qued¨® en 900 de 60 nacionalidades (el 35% de los estudiantes son internacionales). A diferencia de la mayor¨ªa de escuelas de negocio donde estas pruebas las hacen ex alumnos, en HBS las realiza el consejo de admisiones. Actualmente cursan el m¨¢ster 16 espa?oles.

Los cinco que han accedido a perder unas horas de sus esperadas vacaciones para charlar con este peri¨®dico tienen un punto en com¨²n: las empresas en las que trabajan, todas ellas consultoras internacionales, les apoyan financieramente para cubrir los costes del MBA, un total de 112.350 d¨®lares por dos a?os (unos 105.000 euros). ¡°Aqu¨ª te encuentras desde perfiles de familias muy humildes al hijo del CEO de una multinacional de primera fila, se conoce a gente incre¨ªble. En clase a¨²n me sorprende lo brillantes que son algunos¡±, cuenta Llu¨ªs Mateo, alumno de segundo curso de 27 a?os que comparte aula con un ex asesor econ¨®mico del equipo de campa?a de Obama.

Desde muy peque?o este ingeniero industrial por el Instituto Qu¨ªmico de Sarri¨¢ y licenciado en ADE, que viene de una familia de clase media de Sabadell, ya supo que quer¨ªa dedicarse al mundo de la empresa; su padre dirig¨ªa una pyme. Mientras muchos de sus compa?eros de la universidad se marcharon a Alemania para poder ejercer de ingenieros, ¨¦l mand¨® su curr¨ªculum a una consultora internacional. Tras el periodo de pr¨¢cticas, le contrataron. ¡°Estos han sido los dos mejores a?os de mi vida, he adquirido formas de pensar distintas, puntos de vista que ni me planteaba¡±, cuenta sentado en un sill¨®n de corte tradicional junto a una gran chimenea; fuera la temperatura es de menos cuatro grados. Durante los ¨²ltimos dos a?os ha participado en el desarrollo de proyectos in situ con empresas de Sud¨¢frica, Lima o Buenos Aires. A Llu¨ªs se le ilumina la cara al contar las an¨¦cdotas que atesora. Haber llegado a la escuela de negocios de Harvard se halla entre los primeros puestos de su lista personal de logros. La media de espa?oles que acceden cada a?o ronda los ocho.

?Qu¨¦ hace a esta escuela tan exclusiva? Adem¨¢s de liderar los dos principales rankings de referencia -el MBA de HBS est¨¢ en el n¨²mero dos del US News, el listado de mayor prestigio en Estados Unidos, por?detr¨¢s del de la Universidad de Stanford- Harvard, que alberga la mayor biblioteca de negocios del mundo entre sus 38 edificios, invent¨® el llamado M¨¦todo del Caso, una metodolog¨ªa de ense?anza disruptiva que ha sido copiada por el resto de escuelas de negocio del mundo.

Desarrollado en 1912 para que los estudiantes de Derecho no solo aprendiesen las leyes a base de contenidos te¨®ricos, el M¨¦todo del Caso consisti¨® en presentarles situaciones complejas reales para que tomasen decisiones y emitiesen juicios de valor fundamentados sobre c¨®mo resolverlas. En 1924 se estableci¨® como m¨¦todo est¨¢ndar de ense?anza de la escuela. El 80% de los casos que se usan hoy en otras escuelas internacionales de direcci¨®n son escritos por los docentes de HBS, que producen unos 250 al a?o, asegura el espa?ol Luis M. Viceira, vicedecano de Desarrollo Internacional y responsable de la C¨¢tedra George E. Bates de HBS.

Los profesores, todos ellos investigadores, destinan un m¨ªnimo de entre tres y seis meses a la preparaci¨®n de cada caso. Una vez en las aulas, llevan a los protagonistas de las historias estudiadas para que cuenten sus experiencias y sean interrogados por los alumnos. ¡°La metodolog¨ªa de ense?anza tradicional suele ser m¨¢s reactiva: te sientas, tomas notas y estudias por tu cuenta. Aqu¨ª se propicia un ambiente de aprendizaje pr¨¢ctico que requiere una preparaci¨®n activa antes de la clase. Tienen que venir con el tema muy mascado¡±, explica Luis M. Viceira, que junto con Ram¨®n Casadesus-Masanell, es el ¨²nico docente espa?ol en esta escuela fundada en 1908.

Todos los alumnos tienen que participar, opinar sobre qu¨¦ se deber¨ªa hacer en el caso en cuesti¨®n y discutir todos los ¨¢ngulos del problema. Es lo que llaman Learning by doing (aprender practicando) y la esencia es analizar lo que sucede en el presente. ¡°No vale cualquier argumento, debe estar bien fundamentado. Los americanos se expresan muy bien, pero a los internacionales nos cuesta m¨¢s presentar discursos s¨®lidos porque no estamos acostumbrados a hablar en p¨²blico¡±, opina Pol Ferrer, estudiante de segundo curso de 29 a?os nacido en Barcelona. No habla un novato; este ingeniero industrial por la ?cole des Mines de Par¨ªs ha trabajado durante tres a?os y medio en Dub¨¢i como consultor estrat¨¦gico para el fondo de inversi¨®n Delta Partner. Pol defiende que los espa?oles salen muy preparados de la universidad, pero que les faltan habilidades para demostrarlo. ¡°Donde nosotros vemos problemas, los estadounidenses ven oportunidades. La cultura americana fomenta que emprendas, que organices cosas, que seas optimista. A nosotros nos falta estar m¨¢s preparados de cara al mundo laboral¡±.

Los m¨¢s de 200 docentes de HBS son adem¨¢s investigadores. ¡°El programa se renueva constantemente y el 60% de los casos son globales, no solo se escogen empresas y situaciones vinculadas a los Estados Unidos¡±, apunta Viceira. Para ello, disponen de una red de centros de investigaci¨®n en ocho ciudades (Par¨ªs, Tokio, Hong Kong, Shangh¨¢i, Buenos Aires, Sao Paulo, Bombai y Estambul) con expertos sobre el terreno que identifican las compa?¨ªas que merece la pena diseccionar. Los profesores se someten cada tres a?os a evaluaciones que miden su calidad pedag¨®gica y su capacidad para generar nuevas ideas. Estos mismos docentes han desempe?ado un papel esencial en la creaci¨®n de otras escuelas de negocio por todo el mundo que han imitado el modelo de HBS, como la espa?ola IESE Business School, socia de la americana desde hace 50 a?os.

Otro de los pilares de Harvard son los lazos inquebrantables entre las distintas promociones de estudiantes, una especie de contrato social entre generaciones. ¡°Muy a menudo cuando nuestros exalumnos reflexionan sobre sus carreras ven dos o tres puntos de inflexi¨®n en su vida y uno de ellos es su paso por Harvard. Por eso son tan generosos en el apoyo a futuros l¨ªderes y aportan dinero¡±, asegura el profesor de Business Administration Felix Oberholzer en el anuario de 2014 de la escuela. En este documento se clarifica que los ingresos por matr¨ªcula no cubren los costes anuales del programa del MBA ni la inversi¨®n en innovaci¨®n acad¨¦mica. Un desequilibrio que se compensa con las donaciones de los graduados, una red de m¨¢s de 80.000 profesionales, algunos de ellos integrados en las 45 asociaciones de ex alumnos creadas por todo el mundo.

¡°En Espa?a el m¨¢ximo objetivo de la gente millonaria es ser presidente de un club de f¨²tbol. En Estados Unidos es promover una fundaci¨®n y hacer donaciones¡±, cuenta Mart¨ª Riba, alumno de primer curso de 27 a?os de Bellaterra, Barcelona. Este licenciado en ingenier¨ªa y matem¨¢ticas por la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya es el tesorero de una asociaci¨®n de estudiantes que organiza, al menos, una jornada de convivencia al mes para los alumnos. ¡°Estos encuentros incentivan que se cree un networking de verdad que en el futuro repercutir¨¢ en las relaciones personales y de negocios de los graduados¡±, a?ade. Como Mart¨ª, Clara Aldea, estudiante madrile?a de segundo curso de 28 a?os, cree en la importancia de establecer fuertes v¨ªnculos durante los dos a?os de estancia. Aldea, ingeniera aeron¨¢utica por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, est¨¢ siempre implicada en alguna de las actividades que se organizan en el campus. Sabe que una vez fuera no ser¨¢ f¨¢cil dar con perfiles con tanto talento. ¡°Hay que aprovechar cada minuto¡±, sentencia.

Para ser part¨ªcipe de este programa, Harvard busca l¨ªderes que quieran dejar su impronta, con capacidad de liderazgo, no para mandar, sino para cambiar el mundo. La especialidad no es determinante, desde matem¨¢ticos hasta literatos. No hay una receta para ser aceptado. Buscan autenticidad.

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