M¨¢s disciplina para los cursos
El Gobierno reforma para acabar con el fraude y mejorar la efectividad de la formaci¨®n
Los cursos de formaci¨®n para el empleo, gestionados por comunidades aut¨®nomas, empresas y agentes sociales, se han saltado a las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos por su importancia social y por los esc¨¢ndalos que han asolado al sistema. Inexistentes hace 30 a?os, ya que el sistema arranc¨® en 1992, estos cursos mueven 2.300 millones de euros al a?o, ¡°unos 1.800 millones de euros procedentes de las cuotas de formaci¨®n del 0,7% en la n¨®mina, otros 380 millones del Presupuesto del Estado y 100 millones m¨¢s del Fondo Social Europeo¡±, seg¨²n explica Mar¨ªa Mateo, asesora de la Secretar¨ªa de Estado de Empleo.
Pese a que el 85% de los trabajadores se declaran satisfechos con los cursos tras recibirlos, lo cierto es que no gozan de buena imagen. La absoluta falta de control sobre el sistema los han puesto en el disparadero. Tanto que hasta los sindicatos reconocen la necesidad de la reforma. ¡°No tenemos dudas de que hab¨ªa que actualizar un modelo que viene de hace 22 a?os¡±, admite Teresa Mu?oz, secretaria de Formaci¨®n de UGT. Y apoya Javier L¨®pez, secretario de Formaci¨®n de CC OO: ¡°Las irregularidades, desde fraudes a cursos mal hechos, han deteriorado la imagen de esta formaci¨®n, lo que impon¨ªa un cambio¡±.
La situaci¨®n hab¨ªa alcanzado tales cuotas de ¡®alarma social¡¯ que ning¨²n Gobierno hubiera podido evitar el cambio. Tras 20 meses de negociaciones con comunidades aut¨®nomas, patronales y sindicatos (sin acuerdo), el Ejecutivo ha puesto en marcha la reforma con la aprobaci¨®n de un decreto ley el 20 de marzo, convalidado esta semana por el Congreso. Aunque Mateo sostiene que se hab¨ªa iniciado con la reforma laboral de 2012.
Los ¨²ltimos esc¨¢ndalos protagonizados en Andaluc¨ªa y Madrid con los fondos p¨²blicos de la ense?anza han obligado a la revisi¨®n del modelo
Los dos grandes objetivos del nuevo modelo son acabar con el fraude y mejorar la eficacia de estos cursos, otro de sus grandes talones de Aquiles. De ah¨ª que se centre en las tres patas del sistema: en los cursos gestionados p¨²blicamente (por las autonom¨ªas); la formaci¨®n bonificada en las empresas; y los programas de la Fundaci¨®n Tripartita, gestionados hasta ahora por patronales y sindicatos. Respecto a la efectividad, la transformaci¨®n tambi¨¦n se hac¨ªa urgente, porque hay menos dinero para distribuir que hace a?os, lo que obliga a ser eficientes. ¡°Hace a?os ten¨ªamos 2.300 millones del 0,7% de la n¨®mina para formaci¨®n¡±, apunta L¨®pez. Casi un 30% m¨¢s que ahora.
Mayor control
Buena parte de los esfuerzos buscan lograr un mayor control de la forma en que las autonom¨ªas gastan el dinero que se les distribuye y que procede de las cuotas de formaci¨®n que pagan trabajadores y empresas en la n¨®mina. Esta ¨¢rea es el que se lleva la parte de le¨®n y en el que ha protagonizado mayor descontrol. Pese a que las comunidades aut¨®nomas deber¨ªan informar a Empleo de forma detallada sobre c¨®mo gastan el dinero, la realidad no es as¨ª. ¡°Hab¨ªa cierta informaci¨®n¡±, explica la asesora de la Secretaria de Estado de Empleo, ¡°pero muy insuficiente. El Ministerio sab¨ªa vagamente lo que se estaba haciendo en cada comunidad, pero nada respecto qu¨¦ convocatorias, qu¨¦ cursos, d¨®nde o cu¨¢ndo o cu¨¢nta gente se formaba, o el impacto real de esta formaci¨®n¡±.
Y el sistema se vio desprestigiado por infinidad de denuncias de irregularidades en la impartici¨®n de las clases y una serie de affaires, en Andaluc¨ªa o Madrid, producto de esa falta de control. Asuntos que, por otra parte, ya se hab¨ªan producido en distintas ocasiones y a?os atr¨¢s aunque quiz¨¢s no con tanto impacto como el actual.
Por ello a partir de ahora habr¨¢ una serie de mecanismos de control, informatizados, que permitir¨¢n el seguimiento de los cursos en tiempo real. ¡°Este primer semestre estar¨¢ listo un sistema completo, con un registro de todas las entidades y centros y de las distintas modalidades formativas; habr¨¢ una cuenta formaci¨®n [como ya anunci¨® en 2012 la reforma laboral], un registro que va a acompa?ar a cada trabajador en su carrera profesional a modo de curr¨ªculo sobre la formaci¨®n recibida¡±, dice Mateo. Est¨¢ previsto un portal de acceso p¨²blico, en el que se expondr¨¢ la oferta formativa, por comunidades y centros. ¡°El sistema incluye un compromiso de evaluaci¨®n permanente. Y las autonom¨ªas ser¨¢n responsables de medir su impacto sobre la empleabilidad del trabajador¡±, agrega. Se limita la posibilidad de pagar los cursos por adelantado al 25%, antes era el 100%. Y habr¨¢ una unidad de control, dentro de la Inspecci¨®n de Trabajo.
Cheque para parados
Las autonom¨ªas que lo deseen podr¨¢n crear un cheque para los desempleados que, en lugar de ser enviados a un centro, pueden elegir el que prefieran y pagar con este cheque. La CECAP, la patronal de los centros de formaci¨®n que agrupa al 65% del sector, considera muy positivo el cheque de formaci¨®n. ¡°Obliga a los centros a mejorar para que nos elijan¡±. Los sindicatos lo ven con reservas, pues el modelo ¡°se ha intentado en Reino Unido y dio lugar a mucho fraude¡±, seg¨²n Javier L¨®pez.
Otro de los frentes es el de las subvenciones para cursos a patronales y empleados a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Tripartita. Tambi¨¦n aqu¨ª se han destapado diversos esc¨¢ndalos reciente y no tan recientemente. La Fundaci¨®n Tripartita, participada por el Estado y los agentes sociales, repart¨ªa hasta ahora los fondos entre estos, que ten¨ªan autonom¨ªa para gastarlos. Sin excesivo control. Adem¨¢s de participar en el dise?o y planificaci¨®n de la formaci¨®n, los agentes sociales pod¨ªan impartir formaci¨®n (a trav¨¦s de fundaciones o centros propios) o adjudicarlos a centros externos, privados, sin concurso.
Esta falta de control dio lugar a irregularidades. Los cambios aqu¨ª se iniciaron con la reforma laboral, cuando se establece que a los fondos de la Tripartita puedan acceder no solo los agentes sociales sino tambi¨¦n los centros privados. Actualmente los fondos asignados ya no los podr¨¢n gestionar directamente, sino que el Servicio de Empleo P¨²blico Estatal (SEPE) los distribuir¨¢ por los centros acreditados a trav¨¦s de concursos. Para los agentes sociales esto es un contratiempo. Pese a que han creado sus entidades de formaci¨®n, si quieren seguir impartiendo cursos tendr¨¢n que presentarse a los concursos en concurrencia. El problema es que los centros ligados a los agentes sociales carecen, por lo general, de la eficiencia que s¨ª muestran los privados, seg¨²n la Administraci¨®n.
Otro rol
As¨ª se justifica el desplazamiento de sindicatos y patronales de la gesti¨®n del sistema. Aunque, para Mateo, ¡°tendr¨¢n un papel en la formulaci¨®n del plan plurianual de empleo, donde se establecer¨¢n las necesidades actuales y futuras del tejido productivo y las ¨¢reas de formaci¨®n prioritarias, ya que son ellos los que tienen la capilaridad y conocimiento directo¡±. Un papel que, para CC OO, es insuficiente. ¡°Queremos estar presentes en el dise?o, control y seguimiento de los cursos¡±, explica L¨®pez. Y Teresa Mu?oz, de UGT, se queja de que ¡°esper¨¢bamos una participaci¨®n m¨¢s decisoria¡±.
En la llamada formaci¨®n bonificada las cosas se van a mantener parecidas a como estaban. Los cursos impartidos por las empresas y financiados a trav¨¦s de bonificaciones que derivan del pago del 0,7% en las cuotas de formaci¨®n en la n¨®mina se llevan cerca de 650 millones de euros al a?o. Los sindicatos se han mostrado molestos con este punto. ¡°Han mantenido esa formaci¨®n en las empresas sin control de ning¨²n tipo. El empresario puede gastar el dinero como le d¨¦ la gana¡±, seg¨²n CC OO, que critica que ¡°antes no se bonificara ning¨²n curso de menos de cuatro horas y ahora se puedan dar con una hora¡±. La reforma busca meter a las microempresas en el sistema, justifica el Gobierno, ya que ¡°el 90% de las grandes empresas hacen formaci¨®n, pero solo el 25% de las micro¡±, se?ala la asesora del Ministerio de Empleo, ¡°de ah¨ª que hayamos agilizado el sistema para que estas puedan entrar y formar a sus trabajadores¡±.
Las empresas no han sido las ¨²nicas beneficiadas por la reforma. En la CECAP, que agrupa a 2.000 empresas con unos 25.000 trabajadores, la han recibido muy bien ¡°porque creemos que esa concurrencia competitiva va a ser buena para nosotros y para los trabajadores, que acceder¨¢n a una oferta m¨¢s amplia y de mayor calidad¡±, sostiene Javier Jim¨¦nez Ortiz, su presidente, que tambi¨¦n celebra la puesta en marcha de los planes plurianuales de formaci¨®n, ¡°lo que nos dar¨¢ la certidumbre para hacer inversiones a medio plazo¡±.
Los aut¨®nomos entran en el sistema
Los aut¨®nomos tambi¨¦n est¨¢n satisfechos. Jos¨¦ Luis Perea, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA), opina que ¡°nos abre posibilidades de formaci¨®n que no ten¨ªamos¡±. Al no cotizar por formaci¨®n, los trabajadores por cuenta propia depend¨ªan para sus cursos de partidas presupuestarias que hab¨ªan pasado de 12 millones de euros antes de la crisis a solo 3 millones, lo que significa que ¡°solo formamos unos 6.500 aut¨®nomos al a?o, es decir, uno por cada 450¡±. El estar en el sistema tambi¨¦n ¡°nos permitir¨¢ participar en la planificaci¨®n y dise?o de los cursos¡±, explica. Hasta ahora, los aut¨®nomos hab¨ªan de utilizar cursos pensados para los empleados, ¡°aunque tenemos otras necesidades formativas, y agendas m¨¢s apretadas, que no nos permiten cursos de la misma duraci¨®n o frecuencia¡±, indica. Claro que los aut¨®nomos tendr¨¢n que cotizar ahora por formaci¨®n, pero Perea considera que la suma ser¨¢ muy peque?a. ¡°En el caso de un aut¨®nomo sin empleados, ser¨¢ el 0,1%, unos 12 o 14 euros al a?o¡±.
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