El BCE entrar¨¢ en el consejo de los bancos para revisar su funcionamiento
El supervisor quiere saber si tienen adecuados sistemas de vigilancia del riesgo
¡°La supervisi¨®n del Banco Central Europeo (BCE) supone un cambio radical sobre la que exist¨ªa hasta ahora¡±. As¨ª de contundente se expresaba la semana pasada el consejero delegado de una de las principales entidades despu¨¦s de la presentaci¨®n de resultados del primer trimestre. Y los hechos lo corroboran: el Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n (MUS) del BCE, el nuevo polic¨ªa bancario europeo, se sentar¨¢ en los consejos de administraci¨®n de las entidades espa?olas ¡ªy las del resto de Europa¡ª para conocer de primera mano si funcionan correctamente, si los miembros tienen la formaci¨®n adecuada y si controlan el riesgo que asumen.
En el BCE est¨¢ convencido de que los problemas que han causado la mayor crisis bancaria arrancan en fallos en el gobierno corporativo de las entidades. Se vendieron productos cuyos riesgos no entendieron los consejeros y no controlaron el excesivo endeudamiento de la banca. La mayor parte de las cajas de ahorros son un claro ejemplo de esta situaci¨®n, pero tambi¨¦n ha habido bancos europeos, como Royal Bank of Scotland, que han sufrido por el deficiente gobierno corporativo. El supervisor no quiere dejar todo en manos de la regulaci¨®n y ha pasado al control sobre el terreno. El BCE sigue los pasos de la autoridad supervisora brit¨¢nica que ya ha entrado en los consejos.
El Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n, presidido por la francesa Dani¨¨le Nouy, ha tenido que pedir permiso a las entidades para entrar en los consejos porque legalmente no tiene derecho a llegar al sancta sant¨®rum del poder de los bancos. La ley regula con precisi¨®n quien puede sentarse en un consejo, y necesita la aprobaci¨®n de la junta de accionistas.
El plan inicial, por lo que saben los bancos espa?oles, es que un representante del MUS asista a los consejos, seg¨²n un programa establecido. En alg¨²n caso, el supervisor europeo acudir¨¢ al pr¨®ximo consejo de mayo.
Ning¨²n Banco Central de la zona euro hab¨ªa dado un paso como el del BCE?
Est¨¢ previsto que escuche los debates del consejo y, despu¨¦s, realice comentarios sobre los aspectos positivos y negativos del funcionamiento del ¨®rgano. El supervisor analizar¨¢ el funcionamiento de las diferentes comisiones, quienes las forman, qu¨¦ cualificaci¨®n tienen, y c¨®mo se ejerce el control sobre el presidente y los principales ejecutivos.
Seg¨²n una de las entidades consultadas, el supervisor europeo quiere saber si realmente se discuten los temas en el consejo y, si se hace, por qu¨¦ en muchas ocasiones, no se reflejan en las actas. En algunas entidades es habitual que figuren los temas aprobados y las propuestas realizadas, pero son minor¨ªa en los que se detallan los debates y, sobre todo, si las confrontaciones son relevantes contra la opini¨®n del presidente o consejero delegado.
Hasta ahora, ning¨²n supervisor de la zona euro hab¨ªa dado este paso. Pero todos los bancos espa?oles han accedido a los deseos del MUS, seg¨²n diferentes fuentes consultadas. Sin embargo, eso no significa que todos lo hayan visto con agrado. ¡°No te puedes negar a una petici¨®n de este tipo; un supervisor es un supervisor... pero ha habido debates legales sobre esta decisi¨®n porque entre las funciones del MUS no est¨¢ el control del consejo. Pero da igual¡±, admite resignado un directivo de una entidad, que pide el anonimato.
Se quiere conocer la cualificaci¨®n de los consejeros y si frenan al presidente
Otros recuerdan que el Banco de Espa?a nunca lo hizo. Incluso algunas fuentes apuntan que algunos directores del organismo dirigido por Luis Linde no ven con buenos ojos el paso que va a dar el BCE. ¡°Estar sentado en el consejo de administraci¨®n de un banco acarrea unas responsabilidades y el supervisor podr¨ªa verse implicado si est¨¢ presente cuando se decida algo que despu¨¦s resulte conflictivo¡±, se?alan ejecutivos consultados. Para otros, este argumento no tiene relevancia porque, primero, el supervisor no tendr¨¢ voto y, segundo, de las reuniones del consejo a las que asista no saldr¨¢n decisiones de calado. Fuentes del Banco de Espa?a y del BCE declinaron realizar comentarios sobre estas cuestiones.
Desde noviembre pasado, cuando el BCE tom¨® las riendas de la supervisi¨®n, ha transmitido que la gesti¨®n de las entidades es muy compleja y exige una alta formaci¨®n para cuestionar a los ejecutivos y al presidente. Esta posici¨®n podr¨ªa cuestionar el papel de los consejeros independientes. Ahora se valora m¨¢s su preparaci¨®n t¨¦cnica que el hecho de que sean independientes. Este asunto ha sido muy debatido en la crisis: ?Si un independiente no tiene la formaci¨®n adecuada puede ejercer su labor como contrapoder?
Adem¨¢s del control, el organismo dirigido por Dani¨¨le Nouy recomienda la gesti¨®n a largo plazo de las entidades. Pero algunos banqueros est¨¢n m¨¢s pendientes de la cotizaci¨®n y de la opini¨®n diaria de los analistas. El BCE ha venido a cambiarlo todo, como dec¨ªa el consejero delegado espa?ol. Y parece que se lo est¨¢ tomando en serio.
Resistencia en Alemania y Francia
Los banqueros espa?oles no han puesto especial resistencia a la entrada del BCE en sus consejos de administraci¨®n. Sin embargo, otras entidades financieras de Alemania, Francia o Italia si han mostrado m¨¢s reticencias al paso dado por el organismo dirigido por Dani¨¨le Nouy, seg¨²n fuentes consultadas.
Los todopoderosos bancos alemanes y franceses est¨¢n acostumbrados a la relaci¨®n con sus supervisores nacionales, pero esta decisi¨®n les parece intrusista. En el caso algunos bancos italianos, el problema es m¨¢s profundo, ya que est¨¢n se?alados como las entidades mayores problemas de Europa.
Pero el supervisor europeo va m¨¢s all¨¢ del control de los consejos de administraci¨®n.
Tambi¨¦n quiere que los consejeros sean responsables de las consecuencias de las pol¨ªticas comerciales. Seg¨²n directivos del sector, ha pedido que el consejo analice las estrategias en la colocaci¨®n de productos y sus posibles consecuencias si la entidad acaba con problemas y tiene que ser rescatada por los mecanismos europeos. Se trata de transmitir a los consejeros la responsabilidad sobre una cuesti¨®n clave que antes solo ten¨ªan los directivos, pero tampoco ellos han respondido por sus errores en esta crisis.
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