M¨¢s de 40 ¡®start-ups¡¯ espa?olas estrenan el nuevo Campus de Google

El Campus de Google en Espa?a ya funciona. Un d¨ªa despu¨¦s de la apertura de sus puertas al mundo, la antigua f¨¢brica de ladrillo de Isaac Peral, inventor del submarino torpedero, ha propuesto este viernes su primer objetivo: conectar a unas 40 empresas emprendedoras espa?olas con innovadores, inversores e instituciones venidas de Estados Unidos.Y todo en el nuevo hogar madrile?o del emprendimiento, donde Peral inaugur¨® 1892 la primera f¨¢brica de bater¨ªas industriales del pa¨ªs.? "Tenemos muchos emprendedores en Espa?a, pero es solo el comienzo. Tenemos que dar el siguiente paso e intentar acceder al mercado global", explicaba Miguel Arias, responsable de la empresa de mapas digitales CartoDB y miembro de la asociaci¨®n Chamber¨ª Valley, organizadora de este In3.

"Muchos me ha preguntado estos d¨ªas por qu¨¦ hemos elegido Espa?a para abrir, y yo respondo ?por qu¨¦ no?", apuntaba la directora del cuarto centro Google ¡ªdespu¨¦s de Londres, Tel Aviv y Se¨²l¡ª, Sofia Benjumea. Pero el evento no ha sido tanto una conferencia, como un lugar donde hacer nuevos lazos.

"Esto es una piedra de toque. Estoy hablando con mucha gente. Quiz¨¢s no forjemos una relaci¨®n, pero cuando les llame dentro de unos meses buscando, tendr¨¦ hecho el contacto", explicaba Arias, fundador de una de las 40 start-ups representadas en Espa?a,?poco despu¨¦s de participar en una actividad en la ten¨ªa que buscar a un desconocido para tratarlo como su ¨ªdolo. Como al resto de participantes, le piden que busque a un desconocido para saludarle como si fuera una estrella a la que admira. Ya ha hecho una conexi¨®n con uno de los representantes de Sillicon Valley. Se han cambiado tarjetas. Un simple juego de rol los ha reunido. Esa nueva persona que han conocido podr¨ªa construir su futuro.

Por los espacios abiertos y cafeter¨ªa conectada del Google Campus caminaban personajes del mundo start-up como Martin Varsavsky, fundador de Jazztel o Viatel, Phil Libin, consejero delegado de Evernote, y Francisco Polo, director en Espa?a de change.org. "Los emprendedores nos llevar¨¢n adelante. Espa?a est¨¢ en la posici¨®n en la que estaba Estados Unidos hace 20 a?os. Las empresas est¨¢n esperando un desaf¨ªo", subray¨® el embajador del pa¨ªs en Espa?a, James Costos: "He viajado por Espa?a y todos los innovadores me ped¨ªan lo mismo, quer¨ªan conectar con emprendedores estadounidenses".

?Por qu¨¦ Espa?a y por qu¨¦ ahora? "La conexi¨®n con Europa y el lazo cultural con Latinoam¨¦rica lo hace un lugar ideal. Es uno de los pa¨ªses que m¨¢s est¨¢ creciendo. Hay una oportunidad para escribir el futuro. Est¨¢ en vuestras manos", aseguraba ante los innovadores, antes de invitarlos a una fiesta posterior en la embajada. "Somos buenos organizando fiestas y todas tienen un fin".

Pero si algo comparten los emprendedores eso es el fracaso, concepto en el que han hecho hincapi¨¦ todos los ponentes. "Tenemos que tener la oportunidad de fallar", insist¨ªa el embajador. Las actividades biling¨¹es los animaba a dibujar una curva de ¨¦xitos y fracasos. Hacer su vida profesional en un gr¨¢fico. Lo ense?aban y compart¨ªan con su nuevo compa?ero. "Los emprendedores son iguales en todos los sitios, pero en Espa?a y Europa existe ese miedo al fracaso que les corta. En EEUU hay muchas pol¨ªticas de segundas oportunidades", ha explicado el embajador mientras reconoc¨ªa que los emprendedores son el gran bien a exportar para promocionar su pa¨ªs. "Henry Ford y Walt Disney fracasaron en sus primeras empresas antes de triunfar", recordaba?Mar¨ªa Contreras-Sweet.?responsable de pymes en el Gobierno estadounidense, que ha trasladado esta creaci¨®n de lazos a las instituciones. El jueves se reuni¨® con el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, para hablar de implementar pol¨ªticas que faciliten la fundaci¨®n y los cr¨¦ditos a las nuevas empresa.

"En los ¨²ltimos a?os ha habido un cambio de mentalidad en Espa?a. El nuevo empresario ya no busca grandes empresas o trabajar en lo p¨²blico, sino fundar su empresa o incluso trabajar en la idea del otro", apuntaba optimista Arias. Pedro Moneo, consejero delegado de la consultora Opinno lo dejaba claro: "Esto no es el comienzo de un evento, sino de un movimiento".