El coordinador de bancos centrales urge a retirar los est¨ªmulos
El BPI sostiene que los tipos de inter¨¦s bajos alimentan la pr¨®xima crisis financiera
¡°Lo impensable no deber¨ªa convertirse en rutina¡±. Para el Banco de Pagos Internacionales, ¡°lo impensable¡± son los tipos de inter¨¦s oficiales al 0% y las compras masivas de deuda para trasladar ese recorte de tipos a la econom¨ªa y facilitar as¨ª la recuperaci¨®n de la mayor crisis financiera en m¨¢s de medio siglo. En su ¨²ltimo informe anual, publicado ayer, el BPI cree que ese tipo de pol¨ªtica ¡°que busca espolear la demanda¡±, ha arraigado ¡°la dependencia del modelo de crecimiento basado en el endeudamiento que precisamente estuvo en la ra¨ªz de la crisis¡±.
En el lenguaje de los bancos centrales, la conclusi¨®n del director general del Banco de Pagos Internacionales, el espa?ol Jaime Caruana, suena contundente: ¡°La normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria deber¨ªa ser bienvenida¡±. En cuanto sea posible, ¡°sin perder de vista las condiciones concretas de cada pa¨ªs¡± matiza el informe presentado por Caruana ante la asamblea general de la entidad, con sede en Basilea (Suiza), hay que abandonar las tasas de inter¨¦s ¡°ultrabajas¡±, que ¡°fomenta costosas burbujas y contracciones financieras¡±. ¡°El resultado son unos niveles de deuda excesivos, un crecimiento insuficiente¡± y la persistencia de ¡°tasas de inter¨¦s demasiado bajas¡±.
Mensajes contradictorios
Un mensaje te¨®rico que contrasta con el discurso y la pr¨¢ctica de los gobernadores de los principales bancos centrales, los mismos que se sientan en el consejo de administraci¨®n del BPI, cuya prioridad sigue siendo reactivar la actividad y los precios, a¨²n a costa de m¨¢s deuda. Solo la Reserva Federal de Estados Unidos ha cerrado su programa de compra de activos, tras cinco a?os de funcionamiento, pero su balance sigue siendo enorme. Los mercados llevan meses especulando con la primera subida de tipos tras la crisis en EE UU, pero la presidenta de la Fed, Janet Yellen, preocupada por la falta de respuesta de los salarios y la baja calidad de los empleos, la ha postergado otra vez (hasta oto?o) y ha advertido que, en todo caso, la subida de tipos ser¨¢ paulatina.
Ni el Banco de Jap¨®n, que multiplic¨® su programa de compra de t¨ªtulos, ni el Banco de Inglaterra han dado se?al alguna a¨²n de iniciar la subida de tipos o la retirada de los est¨ªmulos. El BCE se ha embarcado en la compra de m¨¢s de un bill¨®n de euros en t¨ªtulos hasta septiembre de 2016. Y hasta el Banco de China ha retomado los recortes de tipos de inter¨¦s.
Para Caruana, sin embargo, el momento de retirar est¨ªmulos y reactivar los tipos de inter¨¦s puede haber llegado. ¡°Los bajos precios del petr¨®leo imprimen un impulso significativo al crecimiento de la econom¨ªa mundial, que podr¨ªa respaldar una normalizaci¨®n continua de la pol¨ªtica monetaria. Esta normalizaci¨®n podr¨ªa generar cierta volatilidad en el corto plazo, pero ayudar¨ªa a contener los riesgos en un horizonte m¨¢s largo¡±, asegur¨®.
La inflaci¨®n ya no es lo que era
La estabilidad de los precios ha sido el santo y se?a de los bancos centrales en las ¨²ltimas d¨¦cadas, una gu¨ªa compartida por el Banco de Pagos Internacionales (BPI). El mismo argumento han aplicado el BCE o la Fed para considerar que, con una inflaci¨®n persistentemente baja, es adecuado bajar tipos y aplicar est¨ªmulos para reactivar los precios.
Aqu¨ª es donde los caminos se separan. El BPI sostiene ahora que la baja inflaci¨®n puede no responder a un problema de demanda, sino a factores de oferta (globalizaci¨®n, cambio tecnol¨®gico) y cree exagerado el impacto que se atribuye a la deflaci¨®n. Para el BPI, el nuevo riesgo es el aumento de la deuda, y eso justificar¨ªa que se suban tipos aunque la inflaci¨®n no aparezca.
Los expertos del BPI concluyen que, ¡°en t¨¦rminos reales¡± ¡ªdescontado el efecto de los precios menos vol¨¢tiles¡ª, ¡°los tipos de inter¨¦s [de los pa¨ªses avanzados] se han mantenido en terreno negativo¡± desde 2009, ¡°m¨¢s tiempo incluso que durante la Gran Inflaci¨®n de los a?os 70¡± del siglo pasado. En ese mismo periodo, la deuda conjunta de los sectores p¨²blico y privado no ha dejado de crecer ¡ªdel 230% al 260% del PIB del G-7 y China¡ª, pese al inicio del ajuste en los pa¨ªses m¨¢s afectados por la crisis, como Espa?a.
El BPI ve riesgos por todos lados si se contin¨²a con los tipos de inter¨¦s al 0%: los flujos financieros globales han facilitado que los est¨ªmulos se transmitan a econom¨ªas emergentes (el cr¨¦dito en d¨®lares a empresas de estos pa¨ªses se ha duplicado desde 2009), los fondos de pensiones y las aseguradoras se ven forzados a apostar por activos m¨¢s arriesgados para mantener la rentabilidad, los m¨¢rgenes de la banca se reducen, ¡°se inducen valoraciones err¨®neas generalizadas¡±.
¡°La pol¨ªtica monetaria deber¨ªa endurecerse durante los auges financieros, a¨²n con una inflaci¨®n baja, y relajarse de manera menos agresiva y persistente durante las fases contractivas¡±, aconseja el BPI. En suma, la recomendaci¨®n es mantener los tipos de inter¨¦s m¨¢s altos y dejar el objetivo de generar productividad y crecimiento a reformas que mejoren ¡°la flexibilidad de los mercados de trabajo y de bienes¡± ¡ªun clasico en el recetario¡ª para acabar as¨ª con la ¡°adicci¨®n a la deuda¡±.
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