El lujo de pagar el recibo de la luz
Tras diez a?os de encarecimiento, el nuevo sistema de facturaci¨®n abaratar¨¢ el servicio
Que la mitad de los consumidores diga no comprender la factura el¨¦ctrica es preocupante, pero que opine lo mismo el presidente de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es aterrador. Hace tres meses Jos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn Quemada afirm¨® ¡°que no hay quien entienda¡± el recibo. Tampoco la nueva facturaci¨®n, que empez¨® a funcionar el pasado 1 de julio, va a simplificar el jerogl¨ªfico el¨¦ctrico, ya que ahora los peque?os consumidores acogidos a la tarifa regulada empezar¨¢n a pagar seg¨²n el coste que tiene el kilovatio, cada hora, en el mercado mayorista. Lo que todos los usuarios s¨ª est¨¢n obligados a distinguir, al margen de la comprensi¨®n, es el precio a abonar, que se ha disparado durante la ¨²ltima d¨¦cada.
Solo entre 2007 y 2014, el precio de la electricidad pagado por los hogares se increment¨® un 60%, impuestos incluidos, hasta situar a Espa?a a un paso del podio, como el cuarto pa¨ªs m¨¢s caro de la zona euro en 2014. Solo superado por Dinamarca, Alemania e Irlanda, de acuerdo con la oficina estad¨ªstica Eurostat.
Este escenario se ha ido esbozando pese a la liberalizaci¨®n del mercado y las sucesivas reformas del sistema, que no han sido suficientes para mejorar la situaci¨®n de los usuarios frente a un sector que lleva a?os siendo deficitario. Al rev¨¦s, la crisis ha amplificado los efectos nocivos de este encarecimiento en la factura, hasta el punto de que hoy el 11,1% de los hogares espa?oles, casi el doble que en 2008, no puede permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
¡°Antes el precio lo fijaba el Estado anualmente. Era m¨¢s barato pero generaba d¨¦ficit¡±, recuerda Francisco Valverde, presidente de la Asociaci¨®n de Consumidores de Energ¨ªa (ANAE). Desde 2000 el sistema fue creando un agujero, pese a que los precios pagados por el consumidor crecieron. La deuda empez¨® a aumentar cuando el Gobierno de Aznar, en 2002, estableci¨® que la factura de la luz no pod¨ªa crecer por encima del IPC. En 2014, la cuant¨ªa acumulada arrojaba 30.000 millones de euros. Este importe, conocido como d¨¦ficit de tarifa, se corresponde a la diferencia entre los costes reconocidos por el Gobierno y el precio pagado por los usuarios. Muchos expertos del sector, sin embargo, alegan que se desconoce si estos costes, reconocidos a las el¨¦ctricas para producir y distribuir a la electricidad, coinciden con lo que efectivamente gastan.
Pobreza energ¨¦tica
Antes de que la Asociaci¨®n de Ciencias Ambientales (ACA) publicara, en 2012, su primer estudio sobre la pobreza energ¨¦tica en Espa?a, casi nadie hablaba de ella. Hoy este concepto est¨¢ penetrando en el vocabulario colectivo, al ser un mal que afecta a uno de cada 10 hogares, casi el triple que al inicio de la crisis.
El t¨¦rmino fue acu?ado en Reino Unido para definir la incapacidad de una familia de pagar los servicios suficientes de energ¨ªa con el 10% sus ingresos. Despu¨¦s se relacion¨® con la imposibilidad de mantener la casa a una temperatura adecuada, entre 18 y 24 grados. Para ACA, es la combinaci¨®n de ingresos bajos, altos precios de la energ¨ªa y deficiencia en la eficiencia de las viviendas. ¡°Hacen falta m¨¢s mecanismos de defensa contra ella¡±, dice Miguel Giron¨¦s, ¡°crear una tarifa adecuada contra la pobreza energ¨¦tica¡±.
En 2009, cuando se culmin¨® la liberalizaci¨®n del sector iniciada en 1997, y el precio de la energ¨ªa ya no lo determinaba el Gobierno cada a?o, sino que se fijaba a trav¨¦s de subastas trimestrales, las cosas no cambiaron: el d¨¦ficit sigui¨® creciendo, como el recibo. Lo ¨²nico que disminu¨ªa era el consumo, azotado por la crisis. ¡°El problema de la liberalizaci¨®n fue que no logr¨® abaratar la factura para los hogares¡±, dice Antonio Pomares, t¨¦cnico de la Confederaci¨®n de Consumidores y Usuarios (CECU). En 2011, dos a?os despu¨¦s de estrenar el nuevo modelo, el recibo tuvo un encarecimiento del 9,8%, el mayor desde 1983.
¡°Lo ¨²nico que se liberaliz¨®¡±, contin¨²a Pomares, ¡°fueron las comercializadoras¡±, es decir, el ¨²ltimo eslab¨®n del sistema. Para Miguel Giron¨¦s, trader del mercado el¨¦ctrico, el problema est¨¢ en un ¡°sistema mal dise?ado¡±. ¡°Lo que meten en el recibo no es energ¨ªa, son decisiones pol¨ªticas¡±, opina, al tiempo que tacha de ¡°errores¡± una serie de decisiones gubernamentales que repercutieron en el sistema. Menciona al servicio de interrumpibilidad, una indemnizaci¨®n que, desde los 80, el Estado concede a los grandes industriales para que dejen de consumir cuando el sector el¨¦ctrico necesita m¨¢s energ¨ªa de la disponible ¨Cy que se ha seguido cobrando con la crisis aunque no se les haya cortado la electricidad¨C o los Costes de Transici¨®n a la Competencia (CTC), una amortizaci¨®n concedida a las el¨¦ctricas cuando se liberaliz¨® el mercado, y que acab¨® cargando sobre los consumidores.
Discriminaci¨®n horaria
Con el nuevo modelo de discriminaci¨®n horaria para los clientes con tarifa regulada ¨Cahora conocida como Precio Voluntario del Peque?o Consumidor¨C, que en 2014 suplant¨® a las subastas, el concepto de energ¨ªa representa aproximadamente un 37% de la factura. ¡°A eso hay que a?adir los peajes, la transmisi¨®n, los impuestos por la moratoria nuclear, el IVA, el impuesto de electricidad, el contador¡ ?Y el consumidor qu¨¦ ve? Un caos¡±, lamenta Pomares.
Otra puerta que el Gobierno quiere cerrar al usuario es la del autoconsumo: el Ministerio de Industria, Energ¨ªa y Turismo ha presentado un borrador de decreto que lo desincentiva al establecer un gravamen al uso de bater¨ªas para almacenar la energ¨ªa de los consumidores conectados a la red. El anuncio se hizo justo despu¨¦s de que la estadounidense Tesla anunciara el lanzamiento de un nuevo modelo de bater¨ªa, mucho m¨¢s barato.
La CNMC tild¨® entonces al autoconsumo de ¡°imprescindible¡±, ya que Espa?a se comprometi¨® en 2007 a que las renovables conformaran el 20% del consumo total de energ¨ªa para 2020. La UE, sin embargo, duda de que el pa¨ªs pueda cumplir con el objetivo, considerando que el Gobierno recort¨® las primas a las energ¨ªas limpias en 2014. ¡°El Estado lo hizo mal con la regulaci¨®n solar de 2008, porque cre¨® otra burbuja¡±, mantiene Francisco Valverde.
En esas condiciones, la desconfianza de los usuarios crece. M¨¢s del 90% de ellos cree que la liberalizaci¨®n solo ha beneficiado a las compa?¨ªas el¨¦ctricas y solo el 5,6% de los usuarios considera que podr¨¢ beneficiarse del nuevo modelo de facturaci¨®n, seg¨²n una encuesta de la organizaci¨®n de consumidores CEACCU.
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