Erdogan se aferra al poder
La incertidumbre pol¨ªtica frena el rampante crecimiento de la econom¨ªa turca
Entre acaparar el control de los resortes del Estado o mantener la estabilidad en Turqu¨ªa mediante pactos pol¨ªticos, Recep Tayyip Erdogan ha elegido aferrarse al poder. El actual presidente turco fund¨® el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en 2001 con el objetivo de ganar todas las elecciones por goleada. Y desde los comicios de 2002 el islamismo moderado ha gobernado en Ankara con aplastantes mayor¨ªas absolutas que impulsaron un crecimiento econ¨®mico sin precedentes. Hace ahora dos meses, los votantes privaron al AKP, ya sin Erdogan como candidato a primer ministro, de la hegemon¨ªa en el Parlamento.
La incertidumbre pol¨ªtica frena el rampante crecimiento de la econom¨ªa turca, que dif¨ªcilmente alcanzar¨¢ el 4% del PIB oficialmente previsto para 2015 tras caer al 2,4% en 2014. La Bolsa de Estambul, donde afluyen las inversiones internacionales que han estado detr¨¢s del ¡°milagro turco¡±, ha perdido cerca de un 20% de su valor desde el comienzo de este a?o.
El AKP de Erdogan no ha logrado cerrar un pacto de coalici¨®n con ninguna de las dos principales fuerzas pol¨ªticas, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdem¨®crata y laico) y el Partido del Movimiento Nacionalista (conservador y religioso). El auge de un tercer actor en liza, el Partido Democr¨¢tico del Pueblo (HDP, nacionalista kurdo), favoreci¨® la p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta que ostent¨® el islamismo moderado durante m¨¢s de 12 a?os.
Si el AKP no consigue forjar un acuerdo de coalici¨®n antes del 23 de agosto, el propio Erdogan, en su condici¨®n de jefe del Estado, se ver¨¢ constitucionalmente obligado a disolver la actual Asamblea y convocar elecciones anticipadas. Las ¨²ltimas encuestas ¡ªque le asignan un repunte del 42,9% hasta el 44,9% de los sufragios¡ª impulsan el objetivo de su partido de volver a gobernar en solitario.
El atentado yihadista que se cobr¨® 32 muertes el pasado 20 de julio en la localidad turca de Suru?, en la frontera con Siria, fue el desencadenante de la nueva estrategia de Erdogan: desacreditar al nacionalismo kurdo como fuerza progresista, ya que el HDP concentr¨® el pasado 7 de junio el voto de castigo contra la pol¨ªtica autoritaria del l¨ªder del AKP. Para ello, acept¨® la antigua petici¨®n de Estados Unidos de atacar directamente a las bases del Estado Isl¨¢mico en el norte de Siria y ceder el uso de la base ¨¢rea de Incirlik a la coalici¨®n internacional que bombardea al Califato.
La incertidumbre pol¨ªtica frena el rampante crecimiento de la econom¨ªa turca
Despu¨¦s de negociar un acuerdo de paz durante tres a?os con el Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), Erdogan ha aprovechado la ofensiva global contra el Estado Isl¨¢mico para golpear tambi¨¦n las bases de PKK en el norte de Irak. La guerrilla separatista kurda ha respondido con ataques a puestos militares de Turqu¨ªa. Antes de convocar elecciones anticipadas, el presidente turco tiene que asegurarse de que los votantes progresistas de las grandes ciudades vuelvan a identificar al HDP como el brazo pol¨ªtico del PKK, un grupo armado que se alz¨® en armas contra el poder central de Ankara hace tres d¨¦cadas en un conflicto que caus¨® 45.000 muertos.
Como advierte el analista pol¨ªtico turco Yavuz Baydar, ¡°el abandono del proceso de paz [con el PKK] causar¨¢ una oleada de provocaciones que s¨®lo auguran una vendetta con otro ba?o de sangre¡±. La huida del capital internacional de la Bolsa de Estambul coincide con una ca¨ªda del 10% de los ingresos tur¨ªsticos en lo que va de a?o. Los atentados acabar¨¢n de ahuyentar a inversores y visitantes, pero Erdogan sigue adelante con su plan de propiciar una aplastante victoria electoral de su partido este oto?o. Es la ¨²nica v¨ªa que le queda para reformar la Constituci¨®n y consolidarse durante una d¨¦cada como presidente de Turqu¨ªa con plenos poderes ejecutivos.
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