Google Fi, mi tel¨¦fono vuela

Sundar Pichai, consejero delegado de Google, anunci¨® que tendr¨ªan su operadora de m¨®viles durante el Congreso de M¨®viles de Barcelona. El 22 de abril desvelaron su nombre, Google Fi. Es una vuelta a los or¨ªgenes: el sistema funcionar¨¢ bajo invitaci¨®n, como hicieron hace m¨¢s de diez a?os con Gmail. Las peticiones se podr¨¢n pedir onliney Google valorar¨¢ la conveniencia de cada usuario para probarlo y asegurar la calidad del servicio. En consecuencia, la mayor parte de los 5.000 primeros clientes que ya han probado el servicio viven en San Francisco, Mountain View, Palo Alto y aleda?os.

EL PA?S ha sido uno de los elegidos por la compa?¨ªa. El 9 de junio lleg¨® a la oficina de San Francisco del peri¨®dico un misterioso paquete alargado. Dentro hab¨ªa una tarjeta nanoSim, un m¨®vil, el Nexus 6 obligatorio para poder usar el servicio y dos complementos inesperados, cortes¨ªa de Google, una funda blanca para proteger el terminal y una bater¨ªa externa de 6.000 miliamperios que se agradece, dado el consumo de la generosa pantalla del m¨®vil.

La elecci¨®n del m¨®vil no es casual. Se trata del ¨²ltimo modelo recomendado por Google. Nexus 6 cuenta con la ventaja de presentar siempre la ¨²ltima versi¨®n de Android. Se trata de uno de los modelos realizados por los fabricantes seg¨²n las indicaciones del buscador. La carcasa, c¨¢mara y dise?o es similar al Moto X de Motorora, pero las seis pulgadas de pantalla hacen que no se maneje con facilidad si se usa una sola mano. El secreto para tener una cobertura de red s¨®lida es que Google combina la de T-Mobile y Sprint, segunda y tercera respectivamente en el mercado de Estados Unidos, por detr¨¢s de AT&T. A esto se a?ade el uso constante de redes wifi a las que tenga acceso el usuario.

Este punto es importante: para que funcione correctamente como el buscador quiere es necesario tener siempre activada la opci¨®n de usar wifi. De modo que el consumidor nunca sabe exactamente si la llamada se hace a trav¨¦s de voz tradicional o datos. Poco importa. Google solo cobra por el consumo de datos. El usuario comienza a pagar el d¨ªa en que se activa. A trav¨¦s de una tarjeta de cr¨¦dito o d¨¦bito, se pasa una cuota mensual fija (20 d¨®lares por uso), a los que se suman 10 d¨®lares por cada giga de datos consumidos. El cliente escoge cu¨¢ntos gigas cree que necesita y, si no los consume, se descuentan de la factura del mes siguiente.

Google permite el tethering, compartir la conexi¨®n para crear una red wifi adicional y usar el port¨¢til o la tableta. Entonces es cuando sale a relucir su verdadero potencial. Si la sensaci¨®n de velocidad era alta con la navegaci¨®n normal o el uso de aplicaciones desde el m¨®vil, cuando se a?ade otro dispositivo no se tiene la sensaci¨®n de usar una conexi¨®n auxiliar, sino algo m¨¢s cercano al wifi dom¨¦stico.

Google Fi no presta servicio en tiendas f¨ªsicas. Las bajas se tienen que realizar directamente desde el m¨®vil. La empresa tampoco financia terminales. O se tiene el Nexus 6 previamente, o se compra al darse de alta. No hay comerciales y el cliente no recibe ninguna llamada con el ofrecimiento de servicios adicionales. Si el abonado necesita algo puede contactar con Google a trav¨¦s de una aplicaci¨®n, Fi, que viene preinstalada en el dispositivo y sirve para controlar el gasto y los pagos. Tambi¨¦n puede llamar directamente, pero no a un call center al uso, sino que contesta en poco m¨¢s de un minuto una persona que se identifica con su nombre y sigue la incidencia hasta que queda resuelta. En nuestro caso, la imposibilidad de compartir conexi¨®n durante un viaje a Washington. Se resolvi¨® tras actualizar el m¨®vil.

Para viajar al extranjero se facilita roaming de datos en m¨¢s de 100 pa¨ªses, aunque a una velocidad menor, solo 125 kilobites. Suficiente como para leer el correo o ver las redes sociales, pero algo escasa para navegar con normalidad, consultar los mapas o ver v¨ªdeos en YouTube. Google no tiene intenci¨®n de expandirse a otros pa¨ªses. De hecho, tampoco da sensaci¨®n de que quiera ir m¨¢s all¨¢ de la Bah¨ªa de San Francisco. Las nuevas altas son pocas, siempre dependiendo de d¨®nde se vive, y no hacen publicidad del servicio.