Las cosas han cambiado
Muchas empresas deber¨¢n ajustarse tras lo ocurrido en los ¨²ltimos dos meses
No pocas empresas, desde luego aquellas con proyecci¨®n internacional, estar¨¢n estos d¨ªas revisando sus previsiones de cierre del a?o y, m¨¢s concretamente, asentando sus primeros borradores de presupuesto para 2016 en las alteraciones que han tenido lugar en el entorno internacional. Pero tambi¨¦n las empresas volcadas en el mercado dom¨¦stico tendr¨¢n que revisar los puntos de partida asumidos hace apenas dos meses. Los presupuestos de las administraciones p¨²blicas, por su parte, tambi¨¦n deber¨¢n hacerlo, dado su nivel de endeudamiento y la dependencia o elasticidad de sus ingresos y gastos respecto del crecimiento econ¨®mico y del comportamiento de los mercados de bonos. En las notas que siguen se comentan los tres cambios m¨¢s significativos ¡ªdemanda internacional m¨¢s d¨¦bil, condiciones financieras m¨¢s fr¨¢giles y menor crecimiento de la econom¨ªa espa?ola¡ª que probablemente tendr¨¢n un mayor impacto en los costes e ingresos de los agentes econ¨®micos espa?oles.
1. Debilitamiento de la demanda global. En el origen del deterioro del entorno internacional se encuentran las dificultades de diversa naturaleza en la econom¨ªa china, que se han hecho mucho m¨¢s expl¨ªcitas durante el pasado agosto. B¨¢sicamente dos: la verificaci¨®n de un crecimiento algo inferior al previsto y la inestabilidad de su sistema financiero, especialmente particularizada en sus mercados de acciones y en la salud de sus bancos.
La econom¨ªa china ha debilitado su ritmo de expansi¨®n. Desde luego en comparaci¨®n con la tasa de crecimiento de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, pero tambi¨¦n respecto a las previsiones para este a?o. Frente a ritmos del 10% de crecimiento anual mantenido en los ¨²ltimos veinte a?os este a?o se anticipa que lo har¨ªa algo al 7%. Ahora, sin embargo, emergen evidencias de que es probable que crezca incluso menos.
La trascendencia de esa econom¨ªa para el crecimiento mundial no puede pasarse por alto, incluso para aquellas econom¨ªas como la espa?ola con v¨ªnculos comerciales directos de limitada cuant¨ªa. Se trata de la segunda econom¨ªa m¨¢s importante del mundo, representativa de 14% del valor de la producci¨®n de bienes y servicios mundial, pero convertida en la principal impulsora del crecimiento global en la ¨²ltima d¨¦cada. Es la exportadora m¨¢s importante, pero tambi¨¦n una de las grandes compradoras de todo tipo de bienes y servicios al resto del mundo. La dependencia es particularmente importante de aquellas econom¨ªas exportadoras de materias primas de las que China es el principal destino. La ca¨ªda en las ¨²ltimas semanas de sus precios es el principal reflejo de esa menor demanda. No s¨®lo econom¨ªas menos avanzadas dependen de la tracci¨®n china. Alemania, sin ir m¨¢s lejos, tiene a aquella econom¨ªa como su principal cliente. En consecuencia, el conjunto de la eurozona se resentir¨¢ de ese menor crecimiento de China.
Junto a ello, en otras importantes econnom¨ªas emergentes como Sud¨¢frica, Rusia o Brasil, de especial significaci¨®n para algunas grandes empresas espa?olas, problemas espec¨ªficos acent¨²an el deterioro de las posibilidades de crecimiento en 2016.
Por todo ello, los organismos econ¨®micos internacionales han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento global para este a?o y para el que viene. Tambi¨¦n es la principal raz¨®n que asiste a los que reclaman de los principales bancos centrales prudencia en sus decisiones de pol¨ªtica monetaria, sugiriendo el aplazamiento de la normalizaci¨®n prevista, del endurecimiento relativo, por parte de la Reserva Federal estadounidense.
2. Condiciones financieras menos favorables. El deterioro de las condiciones financieras en el conjunto de la econom¨ªa mundial no tiene una sola causa. La decisi¨®n adoptada en agosto por autoridades chinas de devaluar el tipo de cambio de su moneda, con independencia de las motivaciones fundamentales para hacerlo - normalizaci¨®n de su r¨¦gimen cambiario o compensaci¨®n de su debilidad exportadora- ha sido un importante factor de perturbaci¨®n, en especial para las econom¨ªas emergentes m¨¢s sensibles a variaciones de los precios relativos. A las devaluaciones sucesivas en pocos d¨ªas se han a?adido evidencias de cierta precariedad en los mercados chinos de acciones y deterioro en la calidad de pr¨¦stamos al sector privado y p¨²blico, altamente endeudados.
Esos episodios han contribuido a los importantes ajustes en los mercados de acciones de todo el mundo que se han registrado en las ¨²ltimas semanas. Las p¨¦rdidas de riqueza financiera han sido importantes, pero quiz¨¢s sea m¨¢s relevante la sensaci¨®n de precariedad que se ha instalado los mercados de renta variable de todo el mundo. Al d¨ªa de hoy, los mercados financieros chinos han registrado intensas intervenciones que les aleja a¨²n m¨¢s de su normal funcionamiento.
Una consecuencia de la reducci¨®n en el volumen de reservas de esa econom¨ªa, y de la asignaci¨®n de las existentes a prop¨®sitos m¨¢s dom¨¦sticos, es la menor capacidad para seguir financiando al resto del mundo al ritmo que lo ven¨ªa haciendo, desde luego a la deuda p¨²blica de EEUU.
En definitiva, es dif¨ªcil que la econom¨ªa global disponga en el pr¨®ximo a?o de condiciones financieras tan c¨®mplices del crecimiento como las que han presidido buena parte de este a?o. A pesar del aplazamiento de la elevaci¨®n de tipos de inter¨¦s por la Reserva Federal, el inicio del endurecimiento monetario en EEUU no se demorar¨¢ y tendr¨¢ efectos en las condiciones de financiaci¨®n de las econom¨ªas emergentes.
3. Menor crecimiento de la econom¨ªa espa?ola. No hace falta precisar demasiado la influencia que el entorno internacional ha tenido en el crecimiento diferencial que la econom¨ªa espa?ola mantiene los dos ¨²ltimos a?os. Ha sido muy importante. Desde un punto de partida de mayor depresi¨®n que el promedio de las econom¨ªas de la eurozona, la ca¨ªda en los precios de los hidrocarburos, la contribuci¨®n de las instituciones europeas a la capitalizaci¨®n de nuestro sistema bancario, la pol¨ªtica monetaria expansiva del BCE y la asociada depreciaci¨®n del euro, ha beneficiado m¨¢s a nuestra econom¨ªa que al resto. Junto a ello, la contenci¨®n de las rentas salariales y su influencia en la correspondiente de los costes laborales por unidad de producto, han impulsado esa contribuci¨®n del sector exterior al crecimiento.
La cuesti¨®n es hasta qu¨¦ punto esos factores externos propulsores del crecimiento seguir¨¢n manteniendo la misma influencia. Y si as¨ª fuera, hasta qu¨¦ punto pueden verse afectados por factores estrictamente dom¨¦sticos que con m¨¢s intensidad que en el pasado pueden deteriorar la confianza en la econom¨ªa espa?ola. Me refiero, claro, a la incertidumbre pol¨ªtica a la que todos los agentes econ¨®micos, nacionales y extranjeros, es probable que se muestren m¨¢s sensibles a partir de ahora.
Las se?ales emitidas hasta ahora por los mercados de deuda no son del todo representativas. Los inversores en bonos y acciones no suelen reaccionar a la nueva informaci¨®n relevante de forma gradual, y no cabe descartar que los escenarios asociados a las dos convocatorias electorales que tendr¨¢n lugar en los pr¨®ximos meses, motiven cierta retracci¨®n de los activos espa?oles, incluida la ralentizaci¨®n de flujos de inversi¨®n directa en nuestro pa¨ªs. Perturbaciones tales no favorecer¨¢n el proceso de desendeudamiento p¨²blico y privado, a su vez condici¨®n necesaria para el fortalecimiento de la inversi¨®n. Esta ¨²ltima es una de las condiciones necesarias para favorecer la transici¨®n a un patr¨®n de crecimiento m¨¢s intensivo en ventajas competitivas basadas en el conocimiento y en la mejora de la calidad empresarial, propias de una econom¨ªa moderna. Menos vulnerable, en definitiva, a perturbaciones en el entorno como las que han cambiado el panorama econ¨®mico el pasado agosto.
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