?C¨®mo lograba Volkswagen hacer trampas en las pruebas a sus coches?

Los ingenieros de Volkswagen recurrieron a la inform¨¢tica para falsear, de manera deliberada, los resultados de los controles antipoluci¨®n que realizan las autoridades encargadas de la protecci¨®n del medioambiente y la salud p¨²blica. Se trata de un algoritmo que a simple vista es lo suficientemente discreto para evitar ser detectado, pero a su vez de gran sofisticaci¨®n para permitir al veh¨ªculo ¡°reconocer¡± cuando estaba siendo sometido a las pruebas oficiales.

El fabricante alem¨¢n confirma ahora que el sistema se equip¨® en 11 millones de veh¨ªculos di¨¦sel vendidos en todo el mundo, lo que da una dimensi¨®n de la escala del fraude. En la pr¨¢ctica, el dispositivo ¡°puente¡± permitir¨ªa activar todos los controles de emisiones del coche para que el rendimiento del veh¨ªculo se ajustara durante la prueba a los l¨ªmites oficiales que se imponen a las emisiones.

El mecanismo volv¨ªa a desactivarse y se colocaba en la posici¨®n normal cuando detectaba que el veh¨ªculo era utilizado en condiciones normales de tr¨¢fico. El grupo alem¨¢n no ha precisado a¨²n como funciona el programa inform¨¢tico, pero varias fuentes se?alan que un programa inform¨¢tico analizaba par¨¢metros como la posici¨®n del volante, velocidad, duraci¨®n del uso del motor y presi¨®n para cambiar del modo de examen al modo de circulaci¨®n normal.

La trampa fue destapada por la Universidad de Virginia Occidental, hace algo m¨¢s de un a?o, mientras realizaba un estudio sobre energ¨ªas alternativas. En un laboratorio logr¨® reproducir las condiciones reales de circulaci¨®n. Pero los resultados no cuadraban con los datos que les hab¨ªa facilitado Volkswagen y en ese momento lo comunic¨® a la agencia encargada de la protecci¨®n del medio ambiente.

Drew Kodjak, del International Council on Clean Transportation, explica que fueron los primeros sorprendidos con los resultados porque su estudio pretend¨ªa demostrar justo lo contrario: que el di¨¦sel es una alternativa limpia. Explica que para ello se utilizaron tres veh¨ªculos de cuatro cilindros como referencia. Comprobaron que los de Volkswagen exced¨ªan enormemente los l¨ªmites.

La EPA decidi¨® iniciar su propia investigaci¨®n para determinar lo que estaba pasando y dio con la trampa. Los t¨¦cnicos de Volkswagen argumentaron que se trataba de un error t¨¦cnico o que los controles de los veh¨ªculos examinados no estaban bien calibrados. De hecho, se escudaron en la dificultad que tienen por lo general los fabricantes a la hora de realizar este tipo de mediciones en los di¨¦sel.

Pero las autoridades no aceptaron esa explicaci¨®n y amenazaron con no dar la certificaci¨®n a nuevos modelos si no admit¨ªan que trucaron los coches y hac¨ªan una llamada a revisi¨®n. EE UU ya sancion¨® hace un a?o a Kia y Hyundai por haber subestimado el consumo de carburante de sus veh¨ªculos y haber violado as¨ª las reglas de la Clear Air Act por emitir m¨¢s contaminantes de los certificados por la EPA.

Aquel caso se resolvi¨® con una sanci¨®n de 100 millones de d¨®lares. Pero Volkswagen se enfrenta a una reprimenda mucho mayor, adem¨¢s de a un problema de imagen colosal. El fabricante alem¨¢n no precisa c¨®mo el cambio del sistema va a afectar al rendimiento del coche, porque este tipo de l¨ªmites a las emisiones restan potencia a los veh¨ªculos y puede afectar a su rendimiento, lo que restar¨ªa atractivo a los di¨¦sel.