El petr¨®leo da una tregua al ?rtico
El abaratamiento del crudo fuerza a los principales operadores a detener sus proyectos
Un sue?o y una pesadilla se desvanecen al mismo tiempo. Se derrite la quimera de las compa?¨ªas petrol¨ªferas de explotar el gas y el crudo del ?rtico. El pasado 28 de septiembre, Shell paraliz¨® por sorpresa su presencia en las aguas del norte. La presi¨®n de los ecologistas, los riesgos para la marca, los altos costes de extracci¨®n, accidentes y el activismo pol¨ªtico ("El ?rtico es un tesoro ¨²nico", tuite¨® Hillary Clinton, candidata dem¨®crata a la presidencia estadounidense y muy cr¨ªtica con el permiso que logr¨® la compa?¨ªa en agosto pasado para explotar el crudo en Alaska) han derribado un coloso. Pero esta es una verdad a medias. La responsabilidad profunda recae en los bajos precios del petr¨®leo y los cambios geoestrat¨¦gicos.
La decisi¨®n de la petrolera estadounidense es la evidencia, para algunos, de un caro fracaso. Solo en los ¨²ltimos siete a?os la propia Shell junto con Eni (Italia), Repsol (Espa?a), Statoil (Noruega) y ConocoPhillips (Estados Unidos) habr¨ªan pagado 2.700 millones de d¨®lares por los derechos de exploraci¨®n en las aguas de Alaska, seg¨²n el New York Times. En aquellos a?os el barril andaba en 150 d¨®lares. Y nadie, desde luego, pensaba que caer¨ªa hasta los 50 actuales. Entonces el sector ve¨ªa en el cambio clim¨¢tico y la bajada de temperaturas un camino hacia su particular marmita de oro. Pero el sue?o se nubla, y la industria detiene las m¨¢quinas a un alto precio. La aventura en el ?rtico le ha costado a Shell, seg¨²n varias informaciones, m¨¢s de 7.000 millones de d¨®lares.
"Otras compa?¨ªas van a hacer lo mismo que Shell", aventura Jon Marsh Duesund, responsable de proyectos de Rystad Energy, una consultora especializada en este sector con sede en Noruega. Y da detalles: "Conoco Phillips y Statoil tienen vastas superficies [de exploraci¨®n] en el mar de Chukchi (Alaska) donde Shell estaba perforando y nuestra impresi¨®n es que han esperado a ver qu¨¦ hac¨ªa la petrolera antes de mover ficha". Adem¨¢s, en el mar de Beaufort, en el ?rtico canadiense, "hemos visto a grandes operadores como Chevron, ExxonMobil y BP suspender sus actividades antes de que lo hiciera Shell". ?Por qu¨¦?
El mercado nada en una abundancia de gas y petr¨®leo, procedentes en gran parte de las operaciones de fractura hidr¨¢ulica. A lo que se suman cambios geopol¨ªticos. Si se levantan las sanciones econ¨®micas a Ir¨¢n y su petr¨®leo empieza a fluir, los 45 d¨®lares por barril que Goldman Sachs pronostica para el a?o que viene ser¨¢n un precio alto. En diciembre se re¨²ne la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) y se ver¨¢ si tiene fuerza para suturar esta sangr¨ªa. Por ahora, las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Rusia por anexionarse Crimea el a?o pasado forzaron a ExxonMobil a romper su relaci¨®n con la petrolera estatal rusa Rosneft, con la que pretend¨ªa perforar en el mar de Kara. Antes, en 2012, la francesa Total ya anunci¨® que no buscar¨ªa en el ?rtico debido a razones medioambientales.
REVESES IMPORTANTES
Todo lo que le podr¨ªa ir mal a la industria ah¨ª fuera, en el paisaje glaciar, le va mal. "Las operaciones en el ?rtico son caras y un desaf¨ªo", apunta Lidia Puka, investigadora del Instituto Polaco de Asuntos Internacionales (PISM). "Los proyectos offshore [en el mar] a gran escala (aguas profundas, oscuridad durante meses, temperaturas glaciales y tempestades) necesitan tecnolog¨ªa avanzada, infraestructuras, contratar personal y dar respuesta a las preocupaciones medioambientales". O sea, mucho dinero. "No busquemos m¨¢s explicaciones, la decisi¨®n de Shell se justifica solo desde la econom¨ªa. Extraer all¨ª es muy caro", refrenda Gonzalo Escribano, director del Programa de Energ¨ªa del Real Instituto Elcano.
Hasta tal punto llega el par¨®n que alg¨²n medio americano titula sin ambages: "Las perforaciones en el ?rtico est¨¢n muertas en Estados Unidos". El maremoto de la decisi¨®n de Shell zarandea a otros pesos pesados. Un portavoz de ConocoPhillips admite ¡ªa trav¨¦s de correo electr¨®nico¡ª que las "noticias sobre el programa de perforaciones de Shell las tendremos muy en cuenta mientras decidimos nuestros planes en el mar de Chukchi [donde tienen bloques de exploraci¨®n]".
Resultar¨¢ dif¨ªcil que esta onda expansiva no reverbere tambi¨¦n en la presencia de Repsol. La compa?¨ªa espa?ola posee 380 bloques en Alaska. Unos 160 en los mares de Beaufort y Chukchi y el resto tierra adentro; en concreto, en la zona de North Slope, y parece que les va bien. De hecho, en una nota de junio pasado la compa?¨ªa destacaba el "alto potencial" de esta ¨¢rea y avanzaba que hab¨ªa solicitado las licencias de exploraci¨®n para las formaciones geol¨®gicas de Nanushuk y Alpine. Mientras, en Madrid, defienden que hasta ahora han salido las cuentas en la b¨²squeda terrestre.
El Gobierno de Barack Obama, por otra parte, ha aumentado las exigencias medioambientales. Por ejemplo en las distancias entre plataformas y en el respeto a las rutas migratorias de ballenas y otros mam¨ªferos marinos. Tampoco es sencillo contratar personal cualificado dispuesto a trabajar a 15? bajo cero. Pese a todo el ?rtico es goloso. El Servicio Geol¨®gico de EE?UU estima que la regi¨®n esconde un potencial equivalente a 412.000 millones de barriles de petr¨®leo. El 13% del crudo del mundo aguarda en el C¨ªrculo Polar ?rtico.
?Por mucho tiempo? Hay una guerra fr¨ªa por el crudo del ?rtico. As¨ª que la victoria para los ecologistas puede ser solo a medio plazo. Si el cambio clim¨¢tico provoca "la apertura del paso del Noroeste [la ruta marina m¨¢s corta entre Europa y Asia] tendr¨ªa enormes consecuencias geopol¨ªticas. Todav¨ªa llevar¨¢ algo de tiempo que sea navegable todo el a?o. Pero si sucede reducir¨¢ de forma sustancial los tiempos de navegaci¨®n y tendr¨¢ repercusiones militares, lo que reabrir¨¢ disputas por los territorios", vaticina William M. Arnold, experto en geopol¨ªtica energ¨¦tica en la Rice University de Houston.
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