Del individuo a la comunidad
Un premio como el Nobel de Econom¨ªa suele motivarse tanto por los m¨¦ritos cient¨ªficos como por su alcance social. Aunque este no ha sido siempre el caso, en los ¨²ltimos a?os existe un pertinente sesgo a este tipo de concesiones. Suelen ser carreras, adem¨¢s, en las que la teor¨ªa se encuentra con el an¨¢lisis emp¨ªrico y se extraen conclusiones comprensibles y ¨²tiles para fines de pol¨ªtica econ¨®mica. El profesor de Princeton Angus Deaton es un paradigma de esa transici¨®n desde el an¨¢lisis del comportamiento del individuo a la extracci¨®n de conclusiones v¨¢lidas para la comunidad. ¡°Por sus an¨¢lisis del consumo, la pobreza y el bienestar¡±, rezaba la motivaci¨®n del premio. Es un Nobel a un cl¨¢sico de honda influencia por tres tipos de aportaciones principalmente. El primero son los sistemas cuasi-ideales de demanda (desarrollados junto a John Muellbauer) que permitieron avanzar en el an¨¢lisis emp¨ªrico del consumo de bienes y servicios. Estos modelos no solo respetaban todos los restrictivos axiomas te¨®ricos sino que permit¨ªan, de forma relativamente sencilla, agregar el comportamiento individual a escala macroecon¨®mica. No es de extra?ar su profuso uso y mejoras en contribuciones posteriores.
Precisamente, la segunda contribuci¨®n destacada por la Academia sueca es resolver un paradigma en el que todos podemos caer f¨¢cilmente y los economistas lo hicieron durante alg¨²n tiempo en este terreno: asumir que el impacto de cambios en los ingresos sobre el consumo a escala individual era equiparable al que se produce en el conjunto de la econom¨ªa. Se trata de un error del que Deaton dej¨® constancia al mostrar que el comportamiento del consumidor ¡°promedio¡± puede no ser representativo de la variedad de comportamientos individuales. Por lo tanto, si se quiere conocer el fundamento de c¨®mo reacciona el consumo ante cambios en el ingreso es al individuo al que hay que mirar y no al agregado macroecon¨®mico. La tercera motivaci¨®n del premio se refiere a otra forma de ¡°agregaci¨®n¡±, en este caso social, puesto que del nuevo Nobel se destacan tambi¨¦n sus contribuciones en relaci¨®n con el an¨¢lisis de la pobreza y el desarrollo econ¨®mico en pa¨ªses de renta media y reducida. Habituados estamos ya a o¨ªr hablar de ¡°umbrales¡± de pobreza. No obstante, esto es algo mucho m¨¢s complicado que trazar una l¨ªnea porque las condiciones, precios y calidad del consumo y el ingreso que se quieren medir no son tan f¨¢cilmente observables. As¨ª, parafraseando la obra de Adam Smith, Deaton muestra, entre otras cuestiones, que la desigualdad mundial no es solo cuesti¨®n de la riqueza de las naciones, sino tambi¨¦n de sus sistemas de salud.
Como otros cient¨ªficos, el laureado economista escoc¨¦s parece afrontar el ¨²ltimo tramo de su carrera con una honda preocupaci¨®n social. En un interesante editorial divulgativo en Science el pasado a?o, Deaton suger¨ªa que los economistas no nos ponemos de acuerdo sobre si la tremenda disparidad de salarios en el mundo est¨¢ justificada o no pero, entre tanto, se genera una creciente masa de ricos cuya contribuci¨®n social es dif¨ªcil de identificar.
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