Cadenas globales de valor
Hace 30 a?os, la producci¨®n solo se fragmentaba dentro de bloques regionales; hoy, se reparte por todo el mundo
En 1990, el 60% del comercio mundial era entre pa¨ªses desarrollados (Norte-Norte), el 30% entre pa¨ªses desarrollados y en desarrollo (Norte-Sur) y el 10% entre pa¨ªses en desarrollo (Sur-Sur). Veinte a?os m¨¢s tarde, en 2010, la r¨¢pida expansi¨®n de las llamadas ¡°cadenas globales de valor¡± permite que la mayor parte de los productos y servicios sea producida en m¨²ltiples pa¨ªses y exportada finalmente por uno de ellos. Hoy, el 66% del comercio mundial consiste en bienes intermedios, servicios, tecnolog¨ªas y capitales que se utilizan como inputs para la producci¨®n del bien final en un determinado pa¨ªs. Anteriormente, la fragmentaci¨®n de la producci¨®n se hac¨ªa s¨®lo dentro de bloques regionales: Norteam¨¦rica (NAFTA), la UE y Asia, pero hoy, es global.
La fragmentaci¨®n de la producci¨®n ha ido aceler¨¢ndose desde 1995, a trav¨¦s de las ventajas de especializaci¨®n y de costes de diferentes procesos y tareas, especialmente tras la apertura de China e India y otras econom¨ªas emergentes, que han aumentado extraordinariamente la aportaci¨®n mundial de mano de obra poco especializada y de menor coste. Adem¨¢s, la enorme ca¨ªda de los costes de las comunicaciones y de la coordinaci¨®n, debida a las nuevas tecnolog¨ªas, ha permitido que sea cada vez m¨¢s rentable fragmentar la producci¨®n de cada bien en m¨¢s pa¨ªses y concentrar cada tarea o parte de su producci¨®n total en el pa¨ªs con los menores costes totales. Ha sido un paso muy importante ya que reduce los movimientos migratorios, aumenta la renta de los pa¨ªses menos desarrollados y permite que los productos finales sean menos caros.
Hoy, en cada pa¨ªs exportador, las importaciones de dichos inputs son tan importantes como las exportaciones del producto intermedio o final para la creaci¨®n de empleo y de crecimiento econ¨®mico. Por ejemplo, en 1990, el contenido de inputs importados en el producto final exportado era del 20%, en 2010, fue del 40% y, en 2030, ser¨¢ del 60%. De ah¨ª que, intentar aplicar hoy medidas proteccionistas, aumentando aranceles, para proteger empleos nacionales, tiene efectos negativos sobre el empleo y especialmente sobre la exportaci¨®n, al encarecer sus productos y servicios y no poder competir con otros pa¨ªses. Afectar¨¢ incluso a la exportaci¨®n agr¨ªcola, aunque s¨®lo represente un 7% del comercio mundial. Es decir, para saber exportar hay que saber tambi¨¦n importar. Asimismo, hoy los servicios adquieren tanta importancia como los productos, al crecer m¨¢s r¨¢pidamente los procesos de I+D, IT, ensamblado, control de calidad, factoring, marca, marketing, distribuci¨®n, financiaci¨®n y servicio postventa, que el resto.
En lugar de producir desempleo, las GVC crean empleo y permiten mantener, en los pa¨ªses desarrollados, a trabajadores especializados en actividades de I+D, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa, capital, finanzas y en otros servicios de alto valor a?adido, con empleos mejor remunerados y altos est¨¢ndares tecnol¨®gicos y t¨¦cnicos, de seguridad, de higiene y de salud. Los pa¨ªses en desarrollo y emergentes tambi¨¦n se han incorporado a dichas cadenas, ofreciendo no s¨®lo trabajos menos especializados y de menor coste, pero tambi¨¦n capital y financiaci¨®n. En 1995, el capital y el trabajo mundial especializado en la producci¨®n de manufacturas alcanzaban el 54% y el resto del capital y trabajo el 46%. En 2009, el primero sub¨ªa al 63% y el segundo ca¨ªa al 37%.
Las GVC han sido analizadas a fondo por Marcel P. Timmer, Bart Los, Robert Stehrer, Gaaitzen J. de Vries y Abdul A. Erumban, de las Universidades de Groningen y Viena, durante 2013 y 2014. Por primera vez en la historia, han desarrollado unas bases de datos, basadas en una Tabla Input-Output Mundial (WIOD), financiada por la Comisi¨®n Europea, siguiendo los trabajos previos de Wassilly Leontief (1936) Premio Nobel en 1973, y utilizando el m¨¦todo de Ronald Miller y Peter Blair (2009), aplicando ambos a 34 industrias, 59 grupos de productos y 560 productos manufacturados y a 14 grupos de productos en 40 pa¨ªses, entre los a?os 1995 y 2008.
En su an¨¢lisis, la suma del valor a?adido de todos los factores de producci¨®n que son, directa o indirectamente, necesarios para producir una unidad del producto final, igualar¨¢ el valor de producci¨®n de dicho producto. Asimismo, introducen el concepto de empleos derivados de la cadena de valor global, es decir, el n¨²mero de rentas y de empleos directos e indirectos que ha participado en la producci¨®n del producto que asimismo igualar¨¢ el valor final de dicho producto, utilizando las cuentas del factor trabajo, de la base de datos provenientes de dicha tabla input-output mundial.
As¨ª, dichos economistas han podido demostrar que los ingresos por las exportaciones totales de un pa¨ªs concreto no tienen porqu¨¦ igualar la renta total que finalmente se apropia con dichas exportaciones. El crecimiento de sus exportaciones sobreestima el crecimiento de las rentas finales que se apropia, especialmente en aquellos pa¨ªses que dependen de inputs intermedios importados de otros pa¨ªses. Esto afecta en especial a Alemania y a otras muchas econom¨ªas medianas y peque?as muy abiertas, como el Reino Unido Holanda o incluso Italia. La WIOD permite a este grupo de economistas comparar el valor a?adido bruto de cada exportaci¨®n de manufacturas realizada, con el valor a?adido bruto final que realmente generan dichas exportaciones finales, para cada pa¨ªs que las exporta, en tanto por ciento y para el per¨ªodo 1995-2008.
Sus resultados, aplicados a los estados miembros de la UE, por orden de sus respectivos PIB, son los siguientes: En Alemania, el crecimiento del valor real bruto promedio de sus ¡°exportaciones¡± de manufacturas, acumulado durante dichos 13 a?os, ha sido de un 100%, sin embargo, el crecimiento del valor a?adido bruto promedio de su ¡°renta¡± derivada de dicha exportaci¨®n ha sido s¨®lo del 10% del total, diez veces menor. En Reino Unido, ambos porcentajes son del 25% y del 2%, es decir, s¨®lo el 8% del total. En Francia, ambos porcentajes son del 60% y del 15%, es decir, el 25% del total. En Italia, ambos porcentajes son del 70% y del 18%, es decir, el 25,7% del total.
En Espa?a, ambos porcentajes son del 120% y del 34%, es decir, el crecimiento de su renta bruta generada es del 28,33% del total. En Holanda, ambos porcentajes son del 55% y del 23%, es decir el 41,88% del total. En Suecia, son del 60% y del 24%, es decir, el 40% del total. En B¨¦lgica, son del 40% y del 4%, es decir, del 10% del total. En Austria, son del 140% y 21%, es decir, del 21% del total. En Grecia, son del 190% y del 50%, es decir, del 26,3% del total. En Portugal, son del 70% y del 15%, es decir, el 21,4% del total. En Dinamarca son del 35% y del 12% del total, es decir, del 34% del total. En Finlandia, son del 85% y del 30%, es decir, el 35% del total y, en Irlanda son del 100% y del 85%, el 85% del total.
Los c¨¢lculos de la OCDE-WTO (2009) coinciden con los de la tabla WIOD, ya que Espa?a alcanza un contenido de valor a?adido extranjero de sus exportaciones del 21,5% por encima de Italia 20,9% y del Reino Unido 19%, pero bastante por debajo de Alemania (27%) y de Francia (25%).
La WIOD calcula, asimismo, para dichos pa¨ªses, los cambios que se han operado en sus dotaciones de capital y de mano de obra de baja, de media y de alta cualificaci¨®n, durante dicho per¨ªodo 1995-2008. En Espa?a, su capital s¨®lo ha aumentado un 1%, su mano de obra no cualificada ha ca¨ªdo un 12,9%, su mano de obra de cualificaci¨®n media ha aumentado un 4,7% y la de cualificaci¨®n alta lo ha hecho en un 8,1%. En Italia, su capital ha ca¨ªdo un 1,1%, su mano de obra no cualificada ha ca¨ªdo un 14,8%, la de cualificaci¨®n media ha aumentado un 10,4% y la de alta cualificaci¨®n ha aumentado un 5,5%. Por el contrario, Alemania ha aumentado su capital un 6,8%, ha reducido su trabajo no cualificado en un 2,85% y el de cualificaci¨®n media en un 7,4% y ha aumentado el de alta cualificaci¨®n en un 3,4% centr¨¢ndose solamente en capital y trabajo muy cualificados.
Comparativamente, Espa?a no sale mal ya que es la tercera que m¨¢s ha aumentado su mano de obra m¨¢s cualificada, tras Reino Unido 10,2%, Holanda 8,9% y Francia 8,4%, por encima de Corea del Sur, Jap¨®n y dem¨¢s pa¨ªses desarrollados. Estudios recientes como Acemoglu y Autor (2011) y Autor, Levy y Murnane (2003), lanzan la hip¨®tesis de que las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, a trav¨¦s de la ¡°hip¨®tesis de rutinizaci¨®n¡±, permiten que el capital compita con las tareas rutinarias de los trabajadores cualificados, al mismo tiempo que complementa las de los de mayor cualificaci¨®n con tareas abstractas, no teniendo impacto alguno en las tareas de los menos cualificados. Estados Unidos y el Reino Unido llevan ya una d¨¦cada invirtiendo mucho m¨¢s en activos intangibles (capital basado en el conocimiento) que en maquinaria y f¨¢bricas.
Guillermo de la Dehesa es presidente de honor del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres.
Guillermo de la Dehesa es presidente de honor del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres.
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