De empleado a topo de Hacienda
Un trabajador despedido puede convertirse en la mejor fuente para denunciar fraudes
Era el contable de la empresa y le despidieron. Poco tard¨® en ponerse en contacto con Hacienda. No se olvid¨® de contar ni uno solo de los detalles sobre los m¨¦todos de anotaci¨®n y registro que su excompa?¨ªa utilizaba para ocultar su actividad en b. Tampoco tard¨® demasiado la Inspecci¨®n Fiscal en personarse en la sede de la empresa: no les fue dif¨ªcil, con la informaci¨®n que ya ten¨ªan, comprobar que efectivamente la compa?¨ªa dispon¨ªa de un equipo de hardware separado f¨ªsicamente del ¡°oficial¡± y en ¨¦l se conservaba completa la contabilidad b (la que no se declara ante Hacienda) y no del ¨²ltimo a?o, sino de muchos. La anterior es una historia real. La cuentan fuentes oficiales de la Agencia Tributaria que a?aden con cierto orgullo que a la empresa en cuesti¨®n regularizar su situaci¨®n ¡°le supuso varios millones de euros¡±.
Los trabajadores despedidos no son los ¨²nicos que revelan secretos fiscales a trav¨¦s de las llamadas Denuncias Tributarias P¨²blicas, cuyo objetivo es oficialmente ¡°poner en conocimiento de la Administraci¨®n tributaria hechos o situaciones que pueden ser constitutivos de infracciones tributarias o tener trascendencia para la aplicaci¨®n de los tributos¡±. En muchas ocasiones, ¡ªas¨ª lo explica Jos¨¦ Mar¨ªa Mollinedo, secretario general del Sindicato de T¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha)¡ª es un negocio quien denuncia a otro. Seg¨²n ¨¦l, los responsables del primero suelen estar convencidos que les hacen competencia desleal y b¨¢sicamente que la empresa a la que demandan act¨²a sin aplicar el IVA. ¡°No son muchos los que denuncian porque lo suelen desaconsejar los abogados¡± matiza Mollinedo.
Otras veces son maridos o mujeres que, enfrentados por el reparto de los bienes o la cuant¨ªa de las pensiones en sus divorcios, deciden poner en conocimiento del fisco algunos bienes, empresas, contratos o ingresos no declarados. Como muestra est¨¢ el caso de la familia Pujol, investigada a ra¨ªz de una denuncia de la exnovia del primog¨¦nito Jordi Pujol Ferrusola.
La barrera de los 2.500 euros
La legislaci¨®n en materia tributaria (Ley 7/2012, de 29 de octubre) establece que no podr¨¢n pagarse en efectivo las operaciones en las que alguna de las partes intervinientes act¨²e en calidad de empresario o profesional, ¡°con un importe igual o superior a 2.500 euros o su contravalor en moneda extranjera¡±. El l¨ªmite es de 15.000 euros para las personas f¨ªsicas sin domicilio fiscal en Espa?a, no siendo ni empresario ni profesional.
Pues bien, la AEAT tiene tambi¨¦n en su p¨¢gina web un modelo espec¨ªfico de denuncia sobre estas operaciones. Pero, es diferente al resto. En este caso, quien denuncie debe identificarse con su NIF. No hay, por tanto, anonimato y, a cambio, s¨ª, una especie de ¡°recompensa¡±. Si Hacienda descubre una operaci¨®n de este tipo, ambos, pagador y receptor, responden solidariamente de la sanci¨®n que se imponga (multa del 25% sobre la cuant¨ªa pagada). Si, antes de que transcurran tres meses, una de las partes (pagador o receptor) denuncia a la otra, entonces la primera directamente se ¡°libra¡± de esa multa. Solo en ese caso: si las partes denuncian a la vez (simult¨¢neamente o una detr¨¢s de otra), simplemente ambas pagan.
Tambi¨¦n se han registrado casos de accionistas minoritarios de determinadas empresas que utilizan la denuncia ante Hacienda, ¡°convencidos de que dicha sociedad les priva de informaci¨®n veraz y que la contabilidad que les presentan no se ajusta a la realidad¡±. Excepcionalmente ¡°alg¨²n alto directivo de empresa recurre a este procedimiento; tampoco son muchos porque se les puede acusar de incumplir las cl¨¢usulas de confidencialidad de sus contratos¡±, analiza Mollinedo. Sumando unos y otros, la Agencia Tributaria (AEAT) recibe cada a?o unas 10.000 denuncias tributarias (tambi¨¦n llamadas ¡°an¨®nimas¡±), en su mayor¨ªa remitidas por correo (aunque ¨²ltimamente se recurre cada vez m¨¢s a Internet).
Inspecci¨®n
De todas ellas, seg¨²n reconocen fuentes oficiales de este organismo, aproximadamente un 10% desemboca en la apertura de un procedimiento de inspecci¨®n. En concreto, hasta octubre de este a?o se ha abierto acta de inspecci¨®n a 855 contribuyentes (sin incluir a los que han incurrido en delito fiscal) de entre los previamente denunciados ante la AEAT. En 2014 fueron 972; en 2013, 755 y en 2012, 697 contribuyentes.
El 90% de las denuncias tributarias no acaba en una inspecci¨®n. Esto es as¨ª, seg¨²n la AEAT, ¡°por falta de identificaci¨®n suficiente, falta de relevancia o falta de prueba, ya que se deben incluir el mayor n¨²mero de datos conocidos de las personas denunciadas, tales como nombre y dos apellidos o denominaci¨®n social en el caso de personas jur¨ªdicas, NIF, domicilio, raz¨®n social¡ ¡°Deben concretarse suficientemente los datos y hechos denunciados y, en su caso, acompa?ar la documentaci¨®n de que se disponga para acreditar esos hechos¡±, recuerdan. Pero la informaci¨®n que reciben en la Agencia casi nunca se pierde: ¡°Una denuncia puede motivar una inspecci¨®n, no solo al recibirse, sino tambi¨¦n pasado el tiempo, en conjunci¨®n con otras informaciones¡±. Por tanto, aunque una denuncia se archive, se conserva en los sistemas inform¨¢ticos de la AEAT para su posible utilizaci¨®n futura. En ocasiones, es la reiteraci¨®n con la que se reciben denuncias de una empresa lo que llama la atenci¨®n de la Inspecci¨®n y desencadena una comprobaci¨®n.
Por otra parte, muchas de las denuncias son derivadas a otros ¨®rganos competentes, como la Seguridad Social o las autoridades antiblanqueo. Cuando el fraude es peque?o, la denuncia se desv¨ªa para que sea tratada por otro ¨®rgano de la Agencia Tributaria (por ejemplo, Gesti¨®n Tributaria).
Recompensas
En Estados Unidos, el IRS Whistleblower Office (Oficina del Denunciante) llega a pagar hasta un 30% de los impuestos que recupera a quien ofrece informaci¨®n fiscal relevante. En Espa?a, hasta 1987, el denunciante percib¨ªa el 25% de las sanciones firmes y cobradas. Seg¨²n Valent¨ªn Pich, presidente del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF), la actual norma tributaria es, sin embargo, clara en este sentido: quien denuncia no solo no tiene derecho a recibir informaci¨®n alguna sobre la posible investigaci¨®n sobre su denunciado sino que tampoco tiene derecho a cobrar nada de las posibles sanciones tributarias que se pudieran imponer.
¡°M¨¢s que premiar a los denunciantes hay que establecer servicios de control sobre el fraude e incentivar la econom¨ªa transparente¡±, opina Pich. ¡°En Portugal, por ejemplo, cualquier factura con sus correspondientes datos, entra en un sorteo de coches de lujo. Es la Fatura da Sorte. En Italia, la factura electr¨®nica es obligatoria en algunos sectores de su Administraci¨®n. En Dinamarca van camino de eliminar el dinero en efectivo: en determinados comercios, los clientes deber¨¢n pagar siempre con tarjeta. Entre otras razones, porque as¨ª se reducen las posibilidades de evasi¨®n fiscal¡±, a?ade.
Jos¨¦ Mar¨ªa Mollinedo va m¨¢s all¨¢: ¡°M¨¢s que pagar al denunciante que, al menos en Espa?a se mueve por venganza en muchas ocasiones, habr¨ªa que educar al conjunto de la sociedad, que debe ser consciente de que quien no paga impuestos perjudica a todos. No se trata de que sean considerados h¨¦roes pero tampoco soplones, delatores, acusadores o chivatos¡±.
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