Volatilidad y bancos centrales
Una de las caracter¨ªsticas diferenciales de la evoluci¨®n de los mercados financieros desde primavera est¨¢ siendo el repunte de la volatilidad, hasta situarse en la mayor¨ªa de activos en l¨ªnea, o incluso por encima, de las medias hist¨®ricas. Factores como el riesgo Grexit, el esc¨¢ndalo Volkswagen, pero, sobre todo, la incertidumbre sobre el momento del inicio de la subida de los tipos de inter¨¦s en EE UU o sobre la salud de la econom¨ªa china, han provocado importantes oscilaciones en las cotizaciones. Las implicaciones son claras en ¨¢mbitos como la gesti¨®n de carteras (que encuentra un factor de complejidad adicional en el aumento de las correlaciones) o la gesti¨®n de los riesgos financieros por parte de las empresas. Pero el aumento de la volatilidad tambi¨¦n impacta negativamente sobre el ciclo econ¨®mico, al aplazar decisiones de consumo e inversi¨®n.
Los bancos centrales son conscientes de ello, y de ah¨ª que reconozcan la importancia en su funci¨®n de reacci¨®n de la volatilidad de los mercados financieros. Pero no podemos decir que la Reserva Federal est¨¦ ayudando a calmarla. Cometi¨® un error en mayo de 2013 cuando sugiri¨® la finalizaci¨®n del quantitative easing sin concretar cu¨¢ndo ni c¨®mo. Lo corrigi¨® meses despu¨¦s estableciendo un calendario para la reducci¨®n de las compras mensuales de activos de renta fija. Ahora podr¨ªa estar cometiendo otro error. Desde mediados de abril de este a?o, la Fed est¨¢ alternando mensajes tensionadores con otros en los que muestra su cautela sobre la idoneidad de iniciar la subida de tipos. En su favor diremos que las se?ales que percibe no arrojan un diagn¨®stico claro: a pesar de una tasa de paro en el 5,1%, la inflaci¨®n subyacente en el 1,9% y los salarios creciendo a un ritmo del 2,3% interanual, se observan se?ales de debilitamiento c¨ªclico, de forma que la intensa apreciaci¨®n del d¨®lar, la menor actividad del sector petrolero, los bajos precios del crudo y, sobre todo, la incertidumbre sobre China dificultan no solo hacer un diagn¨®stico correcto sobre la posici¨®n c¨ªclica, sino predecir la evoluci¨®n futura del PIB.
Por si fuera poco, la Reserva Federal ¡°se enfrenta¡± a otros bancos centrales que intensifican la laxitud de sus pol¨ªticas monetarias. No es f¨¢cil tomar decisiones cuando hay que mirar con un ojo tu propia econom¨ªa y con el otro la del resto del mundo, sobre todo si las se?ales que generan son tan divergentes.
La Fed est¨¢ pensando en subir los tipos de inter¨¦s, pero el pulso de su econom¨ªa se debilita. Sin embargo, en el ¨¢rea euro el ciclo resiste. Ahora bien, el ritmo de avance de su PIB (1,5%) es insuficiente como para paliar dos de los problemas m¨¢s graves de la UME (la elevada tasa de paro y el persistente d¨¦ficit p¨²blico en algunos pa¨ªses) y para erradicar uno de los mayores riesgos: la deflaci¨®n. Tiene sentido que el BCE est¨¦ pensando en una ampliaci¨®n de su pol¨ªtica monetaria no convencional, cuyo anuncio podr¨ªa coincidir con la subida de tipos de inter¨¦s de la Fed. Paradojas.
David Cano y V¨ªctor Echevarr¨ªa son profesores de Afi, Escuela de Finanzas, SA.
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