?lex Cruz, el hombre que convenci¨® a Willie Walsh

?lex Cruz es hijo de capit¨¢n de marina mercante pero ¨¦l prefiri¨® la velocidad del sector a¨¦reo. El jefe de Vueling, que se convertir¨¢ en consejero delegado de British Airways, naci¨® en Bilbao, pero vive (hasta ahora) a caballo de Barcelona y Londres, donde reside su familia. En lo que no hay contradicciones es que se trata de una persona dada a las relaciones humanas, a la tranquilidad y a las respuestas contundentes. Tanto como las que ha dado al plan de negocio de Vueling desde que asumi¨® sus riendas en 2009: crecimiento basado en un r¨ªgido control de los costes.

Con esas maneras es como ha logrado convencer a Willie Walsh, el consejero delegado de IAG. En primer lugar cuando hizo ver al grupo integrado por British Airways e Iberia que Vueling, tras lanzar una OPA, pod¨ªa ser su mejor pata para controlar las rutas de corto y medio radio en Europa. Ahora rompiendo costuras y convirtiendo a un espa?ol por primera vez en el jefe de la antigua aerol¨ªnea brit¨¢nica de bandera.

Cruz es ya un senior en el sector, pero representa a una nueva generaci¨®n de ejecutivos del negocio a¨¦reo. Empez¨® hace 25 a?os como analista de American Airlines, tras haber cursado ingenier¨ªa industrial en la Central Michigan University de Estados Unidos y estudios de administraci¨®n y direcci¨®n de empresas en la Edwin Cox School of Business de Dallas. Tras una d¨¦cada en el grupo americano, se incopor¨® a Accenture como socio-director del ¨¢rea especializado en aviaci¨®n y tras aquella aventura cre¨® su propia consultora.

Ya en 2006 recal¨® en Barcelona, cuando se hizo cargo de Clickair, la compa?¨ªa de bajo coste impulsada por Iberia para operar b¨¢sicamente desde el aeropuerto de El Prat, que la gran aerol¨ªnea espa?ola hab¨ªa decidido abandonar. Aquella empresa de nuevo cu?o la dise?¨® mano a mano con Luis Gallego, el actual presidente de Iberia. Tres a?os despu¨¦s, Clickair y Vueling sellaban su fusi¨®n y nac¨ªa la nueva Vueling, actualmente la segunda aerol¨ªnea espa?ola, con m¨¢s de 160 destinos.

La tercera v¨ªa de las aerol¨ªneas

?lex Cruz continu¨® llevando los mandos bajo la presidencia de Josep Piqu¨¦ y es uno de los responsables de su crecimiento en una ¨¦poca intensa y convulsa. En los ¨²ltimos seis a?os ha vivido una fusi¨®n, la escalada del precio del combustible a m¨¢ximos hist¨®ricos, la erupci¨®n del volc¨¢n island¨¦s Eyjafjallaj?kull?que cerr¨® el cielo europeo, el ca¨®tico cierre de Spanair o diversas huelgas de controladores a¨¦reos en Francia. Por no hablar de la ¨²ltima OPA que puso Vueling dentro de IAG con una batalla por la valoraci¨®n de la compa?¨ªa que no lo puso f¨¢cil y que, al final, situ¨® a Cruz como presidente de la compa?¨ªa.

Con una estricta pol¨ªtica de contenci¨®n de costes y a la vez de expansi¨®n de bases a¨¦reas en Europa, ha logrado que Vueling no solo haya superado la crisis ¨Cecon¨®mica y de las aerol¨ªneas¡ª con constantes beneficios, sino que ha logrado hacerse un hueco compitiendo cara a cara con Ryanair y Easyjet, las grandes del low cost europeo. De hecho, Cruz siempre ha defendido que Vueling era diferente, como si representara una tercera v¨ªa del sector, evitando la etiqueta del bajo coste implantando servicios que nunca antes ni se hab¨ªan planteado sus competidores: asiento asignado o asientos premium para hombres de negocios.

Su ritmo de vida, como el de Vueling, es intenso. La aerol¨ªnea ha sufrido en estos ¨²ltimos a?os dos oleadas de fugas de directivos, lo que da idea de las exigencias de este ejecutivo. En los primeros d¨ªas de la inauguraci¨®n de la actual Terminal 1 del aeropuerto de El Prat se le pod¨ªa ver paseando en solitario para chequear el funcionamiento de las instalaciones barcelonesas, en donde lleg¨® a ser una esperanza para el Gobierno catal¨¢n porque fue uno de los primeros que habl¨® de Vueling como una compa?¨ªa capaz, a pesar de ser low cost, de ofrecer vuelos transoce¨¢nicos en el futuro. Su marcha de Barcelona frustrar¨¢ muchas de esas pretensiones. Pero seguro que su ¨²ltimo vuelo con destino a Londres lo vuelve a hacer en la cabina para departir con la tripulaci¨®n. Ahora con la de British Airways.