Las potencias discrepan en las recetas para reactivar la econom¨ªa

El G20 no descarta ninguna opci¨®n que permita impulsar el d¨¦bil crecimiento mundial, pero tampoco aporta una respuesta concreta para lograr tal fin. En la declaraci¨®n final, las mayores potencias desarrolladas y emergentes se han comprometido utilizar ¡°todas las herramientas posibles¡± para fortalecer la recuperaci¨®n, pero visibiliz¨® las diferencias entre pa¨ªses a la hora de establecer una receta com¨²n: Alemania sigue neg¨¢ndose a explorar la v¨ªa fiscal, a diferencia de lo que proponen Estados Unidos y China.

¡°La recuperaci¨®n global contin¨²a, pero sigue siendo desigual y se queda corta de nuestra ambici¨®n de un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado¡±, reza el comunicado final de los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del grupo. El texto aporta un diagn¨®stico com¨²n sobre el estado de la econom¨ªa mundial, pero evidencia que no hay consenso sobre cu¨¢l es el mejor remedio: si seguir bombeando dinero, afrontar duras reformas para mejorar la competitividad o apostar por un paquete coordinado de est¨ªmulos fiscales.

La cumbre de los m¨¢ximos responsables econ¨®mico de las 20 mayores econom¨ªas desarrolladas ha terminado, sin embargo, sin una estrategia colectiva clara ante el frenazo econ¨®mico. Durante los escasos dos d¨ªas de conversaciones se pudo observar, por ejemplo, como el ministro de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, rechazaba tajantemente un plan com¨²n en forma de mayor gasto fiscal ¡ªuna propuesta que no desagrada a las dos mayores econom¨ªas del mundo, Estados Unidos y China¡ª y ped¨ªa m¨¢s celeridad en la puesta en marcha de reformas estructurales. Esta visi¨®n qued¨® reflejada en el texto final: ¡°la pol¨ªtica monetaria continuar¨¢ apoyando la actividad econ¨®mica y garantizando la estabilidad de los precios de acuerdo con los mandatos de los bancos centrales, pero por s¨ª sola no puede conducir a un crecimiento equilibrado¡±.

El Fondo Monetario Internacional y la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) han advertido tambi¨¦n de la ¡°apremiante necesidad¡± de que los Estados miembros avancen en la senda de las reformas. ¡°Tenemos que hacer m¨¢s para lograr nuestros objetivos comunes de crecimiento global¡±, reconocen los miembros del G-20, que en su conjunto copan el 85% del PIB mundial.

La OCDE, el organismo que re¨²ne a los pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta, rebaj¨® la semana pasada en tres d¨¦cimas su proyecci¨®n de crecimiento global, hasta el 3%, una cifra baja en t¨¦rminos hist¨®ricos. El Fondo hab¨ªa hecho lo propio a inicios de a?o, hasta situarlo en el 3,4%. El desplome en el precio del petr¨®leo y de otras materias primas lastra las econom¨ªas emergentes, mientras que los pa¨ªses desarrollados no terminan de despegar a pesar de que la eurozona est¨¢ inmersa en un plan de est¨ªmulo monetario; Jap¨®n acaba de situar los tipos de inter¨¦s en terreno negativo y Estados Unidos sopesa retrasar futuras subidas de tipos. Tampoco ayuda la progresiva desaceleraci¨®n de la econom¨ªa china y las turbulencias de sus Bolsas, que han contagiado a otras plazas mundiales y han alimentado la incertidumbre. Sin embargo, seg¨²n el grupo, los vaivenes burs¨¢tiles son exagerados: ¡°la magnitud de la reciente volatilidad de los mercados no refleja los fundamentos de la econom¨ªa global¡±.

M¨¢s all¨¢ de advertir sobre los ¡°efectos adversos¡± que pueden acarrear los ¡°movimientos desconcertantes¡± de las tasas de cambio y comprometerse a no devaluar las divisas para ganar competitividad externa, el comunicado no recoge ninguna preocupaci¨®n expl¨ªcita sobre China, cuya econom¨ªa est¨¢ creciendo en su tasa m¨¢s baja del ¨²ltimo cuarto de siglo. Esa es la gran victoria de un pa¨ªs que ha aprovechado esta reuni¨®n, la primera del G20 en suelo chino, para alejar los fantasmas que se ciernen sobre su horizonte econ¨®mico.