Bueno, bonito, barato y biling¨¹e
El colegio perfecto no existe, aunque se comparten prioridades: buen ideario, coste razonable y nivel de ingl¨¦s acreditado
Algo antes que la primavera llega para muchos padres el quebradero de la b¨²squeda de centro escolar para los peque?os de la casa. Quien a los tres a?os no se ha estrenado ya con la educaci¨®n infantil de segundo ciclo, es a los seis cuando recibir¨¢ la llamada de la ense?anza obligatoria y, por tanto, toca reservar plaza y hacer preinscripci¨®n en el colegio/colegios elegidos. Y los que lo tienen meridianamente claro son los menos. Aunque parece que, al final, son la mayor¨ªa quienes, a trav¨¦s del sistema centralizado vigente en Espa?a, consiguen plaza en la escuela deseada, ¡°no siendo m¨¢s de un 10% el porcentaje de alumnos que se desv¨ªa a otros centros por sobredemanda¡± indica Juan Carlos Vilar, consejero delegado de Argos, firma de consultor¨ªa y asesoramiento especializada en el sector educativo.
Una opini¨®n que comparte Eva Grueso, que preside la Asociaci¨®n Profesional de Detectives Privados de Espa?a (APDPE): ¡°Ya no hay tantas dificultades como antes para conseguir entrar en el colegio que se quiere y por ello han disminuido la picaresca y el fraude. Son cada vez m¨¢s excepcionales las investigaciones que nos encargan padres para verificar los datos aportados por otros. Con la zona ¨²nica establecida en algunas regiones, como Madrid, se elimina la posibilidad de hacer trampas¡±.
En la consultora Argos acaban de revisar su informe anual sobre los aspectos que m¨¢s valoran las familias que escolarizan a sus hijos por primera vez (mediante encuestas en m¨¢s de 100 colegios de ¨¢mbito nacional). Y la conclusi¨®n que subraya Vilar es una: ¡°Si el factor econ¨®mico siempre ha tenido peso, ahora es el rey indiscutible, asociado al tema log¨ªstico y de proximidad¡±. ¡°Mientras¡±, contin¨²a, ¡°ha perdido protagonismo la preocupaci¨®n por las dotaciones e instalaciones, e incluso por los idiomas, aunque, en este caso, tal vez porque se consideran tan esenciales, sobre todo el ingl¨¦s, que ni se cuestionan¡±.
Inteligencias m¨²ltiples, lo ¨²ltimo en educaci¨®n
Si todos somos diferentes, ?por qu¨¦ gran n¨²mero de escuelas se adapta a curr¨ªculos uniformes en los que todos los alumnos estudian las mismas asignaturas presentadas de modo id¨¦ntico? De esta pregunta parte lo que se denomina ¡°escuela con cerebro¡±, una metodolog¨ªa educativa que trata de identificar tanto las fortalezas de los ni?os como sus carencias para sacar partido a ambas cosas a trav¨¦s de proyectos personalizados.
A¨²n no abundan los centros que lo ofrecen, y sin embargo el inter¨¦s de los padres por esta pedagog¨ªa s¨ª es enorme.
F¨¢tima Mart¨ªn y Borja del Valle consideran esta metodolog¨ªa interesante para sus mellizos, Luna y Mart¨ªn. ¡°En la vida las habilidades sociales, la creatividad, la inteligencia emocional son aspectos cr¨ªticos que deber¨ªan fomentarse, tanto en casa como en los colegios. La pena es que solo sabemos de centros privados que s¨ª lo ofrecen, y el hecho de no ser accesibles a todo el mundo nos hace eliminar la posibilidad¡±, dicen.
En la familia Mart¨ªn hubo un baby boom y el mismo a?o que nacieron los mellizos (2014), tambi¨¦n vinieron al mundo sus primas: Julia, Valentina y Ariadna. Como casi todos, sus padres est¨¢n haciendo ya planes para matricularlas en el curso 2017/2018. Ellos tambi¨¦n est¨¢n teniendo en cuenta estas propuestas novedosas; un inter¨¦s com¨²n en la familia aunque cada parte aspira a un centro de distinta titularidad. Los padres de Julia opinan que ¡°el tema de las inteligencias m¨²ltiples potencia aptitudes del ni?o que pueden ser incluso m¨¢s necesarias en su futuro que las actuales¡±.
¡°La p¨¦rdida de poder adquisitivo de buena parte de la poblaci¨®n obliga a echar cuentas detalladas, relegando a muy segundo plano lo esencial: el proyecto educativo (PEC), que en ocasiones se obvia por ambas partes. Un error que, dado el descenso de natalidad, se acabar¨¢ pronto, como vamos descubriendo en un estudio que tenemos entre manos sobre la gesti¨®n de centros, utilizando formularios que se basan en cinco realidades formativas. Comprobamos que muchas escuelas se siguen dirigiendo como hace 40 a?os, mientras ya hay otras propuestas que priman modelos de excelencia. Urge que se profesionalicen los menos renovados, pues cuando sobren plazas y colegios, m¨¢s pronto que tarde, habr¨¢ que esforzarse en venderse bien y distinguirse en la oferta¡±, prev¨¦ el experto.
Presupuesto
Por ejemplo, en un barrio donde abunda la oferta religiosa distingue ser el ¨²nico concertado laico, como le pasa a Decroly, en Madrid. Una se?a de identidad que facilit¨® las cosas a Nicol¨¢s Moulard y Marta Valenciano, consultor comercial y epidemi¨®loga, cuando quisieron matricular a sus hijas, nacidas en Etiop¨ªa, en un centro biling¨¹e franc¨¦s ¡°por ser la nacionalidad del padre, y porque las ni?as ven¨ªan con cuatro y cinco a?os sin saber una palabra de espa?ol¡±, aclara ella, y viendo que en un privado el presupuesto se elevaba demasiado. ¡°Como tampoco ten¨ªamos puntuaci¨®n suficiente para un p¨²blico, optamos por alg¨²n concertado peque?o y cercano para facilitar su integraci¨®n. Al descartar los religiosos, no tuvimos mucho donde rascar. Adem¨¢s, tambi¨¦n nos anim¨® saber que en Decroly hab¨ªa matriculadas familias no tradicionales, lo que aliviar¨ªa que Clo¨¦ y Sol pudieran sentir el peso de la diferencia¡±.
Moulard reconoce que le choc¨® la escasez de oferta p¨²blica de Espa?a en comparaci¨®n con su pa¨ªs, ¡°m¨¢s del 80% de los ni?os franceses est¨¢n en colegios p¨²blicos y, por supuesto, laicos¡±, detalla.
Para este curso 2015-2016 la Comunidad de Madrid ha inaugurado nueve colegios p¨²blicos, pero parece que sigue siendo insuficiente con relaci¨®n a la demanda, como refleja el Anuario estad¨ªstico 2015 del Ayuntamiento. ¡°Sobre todo en nuevos barrios [conocidos como PAU], donde las casas han llegado antes que las infraestructuras p¨²blicas¡±, denuncian en la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones Vecinales de la capital.
Un panorama que anima poco a Borja del Valle y F¨¢tima Mart¨ªn, inform¨¢tico y periodista, que aunque todav¨ªa tienen a sus mellizos en la escuela infantil, tienen claro que cuando les escolaricen ser¨¢ en un colegio p¨²blico. ¡°Es pronto, pero ya hemos empezado a valorar los proyectos educativos de la zona donde nos iremos a vivir dentro de unos meses. Apoyamos totalmente la ense?anza p¨²blica y potenciarla es una forma de mejorarla y de obligar a que destinen m¨¢s recursos. Aparte, lo que nosotros valoramos m¨¢s es que la diversidad del alumnado sea muestra de la diversidad social existente ¨Cmultirracial, cultural, econ¨®mica¨C, as¨ª como la implicaci¨®n de los padres/familias en los proyectos formativos¡±.
Sin embargo, en opini¨®n de Juan Carlos Vilar, sigue siendo frecuente que tambi¨¦n sean algunos concertados religiosos los que presenten m¨¢s problemas de plazas, algo que constatan desde la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza, FERE, que este mismo mes ha publicado una encuesta que determina el perfil del demandante de este tipo de oferta educativa: ¡°Algo m¨¢s de edad, mayor n¨²mero de hijos, m¨¢s de izquierdas, y con el mismo porcentaje de inmigrantes¡±.
A un padre franc¨¦s le choc¨® la escasa oferta p¨²blica: ¡°El 80% de los ni?os de mi pa¨ªs est¨¢ matriculado en ella¡±
Sin cumplir del todo con esta foto, Ra¨²l Garc¨ªa y Almudena Demetrio, funcionario de justicia y administrativa e instructora de zumba fitness, tambi¨¦n hicieron su peregrinaje particular por el barrio de Arg¨¹elles para escolarizar primero a Ismael y luego a H¨¦ctor. ¡°Conocimos todos los centros de los alrededores, al margen de su titularidad, acordes a nuestra capacidad econ¨®mica. Fue dif¨ªcil decantarse por uno, todos tienen pros y contras, pero ten¨ªamos referencias especiales de Sagrados Corazones, que, como a?adido, era de los primeros concertados biling¨¹es, algo que nos parec¨ªa clave. Nos lo concedieron y nos va saliendo bien la apuesta; pero quiz¨¢s no siempre es as¨ª¡±, indican ambos.
Tal y como subraya David Ortega, ¡°el riesgo de equivocarte est¨¢ ah¨ª, aunque en realidad siempre hay marcha atr¨¢s¡±. La decisi¨®n final tiene diversos condicionantes. ¡°Para nosotros lo m¨¢s c¨®modo hubiera sido ir al centro p¨²blico enfrente de casa, pero como el nivel de renta nos dejaba fuera y nos mandaban a otro m¨¢s lejos, en Alcobendas, nos pusimos a explorar y conocimos un privado que nos encant¨®. Nunca hay mal que por bien no venga¡±, reconoce Ortega.
No obstante, la prueba/error de este piloto y de su esposa, Isabel Beesmans, azafata, parece estar saliendo bien, ¡°y eso que nuestros tres hijos son muy distintos, pero ah¨ª radica el ¨¦xito del centro al que los llevamos, el privado Highlands El Encinar, que respeta y potencia la singularidad de cada ni?o, sin estandarizar. Igualmente, nos convence su forma de tratar el aspecto religioso, porque no existen las presiones y es absolutamente respetuoso¡±, aseguran. Otra singularidad que destacan es c¨®mo combina el centro lo mejor del sistema educativo espa?ol y del ingl¨¦s. ¡°Eso permite a los alumnos una inmersi¨®n total en el idioma. A nosotros no nos convence que se llame biling¨¹es a colegios que no imparten m¨¢s del 30% de las materias en lengua extranjera. Desde luego, si las cosas vienen mal dadas, sacrificaremos cualquier otro gasto, pero no el colegio. El equipo docente es como una extensi¨®n de nuestra familia, puesto que all¨ª pasan una parte muy amplia de su vida¡±, reconocen ambos progenitores.
Baremo pol¨¦mico
Cada cual procura encontrar la horma de su zapato, algo que en adelante deber¨ªa costar menos si, como vaticinan en Argos, ¡°empieza a haber m¨¢s plazas que ni?os, pero, l¨®gicamente, tambi¨¦n ir¨¢n cerrando puertas de colegios¡±. De momento, las batidas de los padres primerizos aqu¨ª entrevistados no dan la impresi¨®n de que la cosa sea f¨¢cil. Ni siquiera recurriendo a la estrategia de llevarles a la guarder¨ªa privada del cole favorito un a?o antes. Para F¨¢tima Mart¨ªn, ¡°quiz¨¢s el handicap no es el hecho de elegir el cole que quieres, sino ver al final si puedes acceder a ¨¦l¡±. ¡°Es muy dif¨ªcil¡±, subraya su cu?ada Rosa, ¡°m¨¢s que acceder a lo que quieres, tienes que mirar lo que m¨¢s te encaja dentro de lo que te dejan¡±.
En general, el proceso de decisi¨®n y, sobre todo, de asignaci¨®n de plazas es muy debatido. Los baremos siempre han sido cuestionados; tambi¨¦n ahora, cuando eliminados los puntos que daba la proximidad del domicilio, queda en manos del centro escolar un punto en caso de que haya empate entre varias solicitudes. ¡°Un arma de doble filo, pues aunque optar a m¨¢s zonas incrementa la capacidad de selecci¨®n, es un tanto arriesgado que sean las escuelas las que finalmente elijan a las familias, y no al rev¨¦s. Quiz¨¢s convenga vigilar esos criterios que utilicen los colegios para que no haya discriminaci¨®n¡±, opina Marta Valenciano.
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