El T¨ªo Sam recupera la moneda de los dos millones
Un ciudadano estadounidense tiene que devolver al Gobierno federal un centavo de aluminio de 1974 valorado en dos millones
Randall Lawrence ten¨ªa un plan para hacer una fortuna con la moneda de aluminio que le dej¨® su difunto padre en la herencia. Se trataba de un prototipo que el Gobierno de Estados Unidos mand¨® acu?ar hace cuatro d¨¦cadas para sustituir los centavos de cobre. El T¨ªo Sam llam¨® a?os despu¨¦s a su puerta reclam¨¢ndola, porque nunca fue de uso legal. Al final no tuvo m¨¢s remedio que devolverla.
La moneda ten¨ªa un valor que pod¨ªa haber llegado a los dos millones de d¨®lares en el mercado de coleccionistas. Se trata de un ejemplar muy raro, acu?ado en 1974. Form¨® parte de una serie limitada que se reparti¨® entre los miembros del Congreso. El precio del cobre estaba esos a?os disparado y como alternativa para reducir costes de producci¨®n se pens¨® en sustituirla por la aleaci¨®n de aluminio.
Los registros hist¨®ricos muestran que se acu?aron 1,57 millones de monedas de centavo de d¨®lar, por si el legislativo daba finalmente la autorizaci¨®n para que entrara en circulaci¨®n. La orden nunca lleg¨® y los prototipos tuvieron que ser devueltos, para ser destruidos. El padre de Randall Lawrence, un antiguo funcionario de la US Mint, el equivalente a la Casa de la Moneda en Espa?a, se qued¨® con una moneda.
Randal Lawrence, que reside en San Diego, ten¨ªa la intenci¨®n de llevarla de gira por las ferias de coleccionistas con la ayuda de Michael McConnell, el propietario de una tienda de monedas en la ciudad californiana. Ambos demandaron al Tesoro esperando que un tribunal les reconociera la propiedad. "Estas monedas no son un recuerdo", se?al¨® la fiscal a cargo de defender la propiedad del Gobierno.
Estos ejemplares con el perfil de Abraham Lincoln fueron producidos en 1973, un a?o antes de la supuesta entrada en circulaci¨®n. Los productores de cobre y los fabricantes de m¨¢quinas expendedoras lograron que la propuesta fuera rechazada. Los pediatras tambi¨¦n advirtieron de que si un ni?o se las tragaba, ser¨ªa dif¨ªcil detectarlas con rayos X en el aparato digestivo por su baja densidad.
Los t¨¦rminos del pacto extrajudicial no fueron revelados. Que se sepa, hay una docena de estas monedas de aluminio que no fueron devueltas a la US Mint. Uno de los ejemplares fue donado a la Smithsonian Institution. Otro que estuvo circulando lo tuvo un agente de la polic¨ªa del Congreso, que lo recibi¨® a su vez de un representante del legislativo que particip¨® en las deliberaciones.
Al no ser de uso legal, son de la sola propiedad del Gobierno de los EE UU y, por tanto, su valor numism¨¢tico es cuestionable, seg¨²n los expertos. De hecho, no costa que se haya producido venta alguna de una de estas monedas, lo que hace a¨²n m¨¢s dif¨ªcil estimar el valor que le puede dar un coleccionista. La aleaci¨®n del centavo de d¨®lar se modific¨® en 1982 para reducir un 20% su peso.
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