El problema es negar la realidad
Espa?a baj¨® su gasto social en educaci¨®n y sanidad mientras Alemania y Francia lo sub¨ªan
La negaci¨®n sistem¨¢tica de la realidad es el origen de la crisis de representaci¨®n pol¨ªtica que existe en algunos pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a. Del mismo modo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de reconocer ahora (a buenas horas mangas verdes) que el neoliberalismo existe (jam¨¢s hab¨ªa utilizado este concepto), hay otras instituciones y personas que, m¨¢s o menos remoloneando, empiezan a cuestionar la pol¨ªtica econ¨®mica aplicada en la eurozona para salir de la crisis, por los costes que ha tenido o por su parcialidad en el reparto de los sacrificios. Con matices. Entre ellas est¨¢ la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
La OCDE es la organizaci¨®n de los pa¨ªses ricos productora de ideolog¨ªa. Es dif¨ªcil que se salga de su carril, informe tras informe. Sin embargo, en la ¨²ltima semana ha sido distinto. En un trabajo sobre previsiones de la Uni¨®n Europea y la zona euro, la OCDE ha dicho al menos cuatro cosas:
- que los ajustes presupuestarios masivos que se dieron durante los a?os 2011, 2012 y 2013 "contribuyeron a intensificar y prolongar la recesi¨®n".
- que habr¨ªa que flexibilizar las normas (los periodos para el cumplimiento del d¨¦ficit) y dedicar el dinero disponible a inversi¨®n p¨²blica o a educaci¨®n.
- que la uni¨®n bancaria est¨¢ incompleta y se precisan medidas suplementarias para la vigilancia de los bancos, en los mecanismos de quiebras y en la garant¨ªa de los dep¨®sitos.
- que no todos los pa¨ªses sacrificaron los mismos cap¨ªtulos para afrontar la crisis. Espa?a destaca entre los que m¨¢s redujeron sus costes sociales al recortar la educaci¨®n en un 10% (mientras Francia la sub¨ªa un 4,2% y Alemania un 8,5%) y la sanidad un 11,25%, frente al incremento del 7,5% y del 9,9% de esos pa¨ªses.
Mario Draghi, por su parte, insiste en algo que lleva repitiendo al menos desde que a principios de marzo anunci¨® un nuevo paquete de su pol¨ªtica monetaria expansiva: que ¨¦sta es independiente pero tambi¨¦n interdependiente, y que s¨®lo lograr¨¢ sus objetivos si va acompa?ada de una pol¨ªtica fiscal que permita una recuperaci¨®n econ¨®mica m¨¢s r¨¢pida. No se debe ver la fiscalidad como una herramienta exclusivamente macroecon¨®mica "y s¨®lo disponible para los pa¨ªses con finanzas p¨²blicas s¨®lidas. Tambi¨¦n puede servir para mejorar el crecimiento incluso cuando las finanzas p¨²blicas necesiten ser consolidadas". Pura heterodoxia.
El banquero central europeo a?adi¨® al menos otros dos mensajes en una conferencia pronunciada en el Foro Econ¨®mico de Bruselas: que Europa est¨¢ en declive demogr¨¢fico y necesita a los inmigrantes y refugiados para sobrevivir; y que la crisis bancaria no ha dicho a¨²n la ¨²ltima palabra porque los balances de las entidades financieras no est¨¢n totalmente reparados, y mantienen altas tasas de morosidad.
En este entorno no son de extra?ar los resultados de un sondeo dado a conocer con el Pew Center, que indica que crece el euroescepticismo en la mayor parte de los pa¨ªses europeos. En donde m¨¢s en Espa?a, cuya visi¨®n negativa sobre la UE ha aumentado nada menos que 34 puntos sobre cien desde que se inaugur¨® la Gran Recesi¨®n (del 15% de 2007 al 49% en 2014). A pesar de ello, hay dos pa¨ªses m¨¢s euroesc¨¦pticos que Espa?a: Grecia, con un 71% de su poblaci¨®n, y Francia (61%). M¨¢s de la mitad de los encuestados tiene una opini¨®n negativa de las instituciones comunitarias, tres de cada cuatro desaprueban la gesti¨®n de las crisis migratorias y tres de cada cinco condenan el manejo de la econom¨ªa.
?Qui¨¦nes asumir¨¢n la responsabilidad de esas pol¨ªticas que empiezan a ser tan fuertemente cuestionadas y que explican en parte el creciente distanciamiento de una parte de la poblaci¨®n del establishment pol¨ªtico, medi¨¢tico y econ¨®mico que las practicado o apoyado? ?S¨¢lvese quien pueda!
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