Italia pide menos castigo que Espa?a
El agujero de la banca transalpina es de 360.000 millones, seis veces m¨¢s que el espa?ol
Monte dei Paschi di Siena, fundado en 1472 por la magistratura de Siena, como un monte de piedad, acumula 544 a?os. Y ahora est¨¢ ante el abismo. Es parecido a una caja de ahorros espa?ola, similar a Caja Madrid, fundada en 1702, hace 314 a?os como monte de piedad. Incluso se asemejan en la influencia pol¨ªtica que? ambas entidades han sufrido en su gesti¨®n. Pero Caja Madrid ha desaparecido, para desgracia de los que se beneficiaban de su obra social y para las capas sociales m¨¢s desfavorecidas que trabajaban con ella.
En Espa?a, la mayor¨ªa de las cajas (gestionadas por directivos imprudentes y/o corruptos), han pasado a la historia. Ahora el problema est¨¢ en Italia e Italia es diferente. En Espa?a la ayuda p¨²blica para rescatar a la quebrada Bankia lleg¨® a cambio de que sus accionistas perdieran el 99,6% y los preferentistas el 54% de lo invertido (al margen de que lo que recuperaran despu¨¦s v¨ªa judicial por mala comercializaci¨®n).
??Y qu¨¦ hicieron las autoridades italianas durante la tr¨¢gica crisis financiera y social en Espa?a? Nada. No atajaron el problema de sus bancos: una enorme morosidad procedente de las pymes y otras empresas tras una ca¨ªda del 10% del PIB y del 25% de la producci¨®n industrial. Ahora, tras siete a?os de crisis ¡°la banca italiana tiene la mayor cartera de activos da?ados de Europa¡±, seg¨²n Daniel Manzano, de AFI. Un problema que, a?ade, ¡°aunque implica a algunas entidades, afecta al conjunto del sistema¡±.
La primera reacci¨®n de las autoridades, como el gobernador del Banco de Italia, fue negar la evidencia. Tambi¨¦n ocurri¨® en Espa?a. Y su inacci¨®n ha aumentado el problema cada a?o. Ahora se habla de 360.000 millones de agujero, seis veces m¨¢s que en nuestro pa¨ªs.
Pero la situaci¨®n se ha complicado porque el 1 de enero entr¨® en vigor la directiva Bank Recovery and Resolution Directive (BRRD) que impide las ayudas de Estado (es decir, de los contribuyentes) si antes no se han arruinado los accionistas y los propietarios de los bonos (algo que en Espa?a ya se exigi¨® mucho antes de la directiva). Pero 250.000 millones del ahorro de los italianos est¨¢n invertidos en bonos bancarios. El presidente Renzi tiene un problema pol¨ªtico (los que deber¨ªan pagar la quiebra bancaria son sus votantes del refer¨¦ndum constitucional de noviembre) y financiero (los bancos necesitan ya unos 50.000 millones de euros).
Algunas autoridades europeas piden esquivar la ley que solo tiene seis meses de vida: quieren ayuda p¨²blica sin castigar a los accionistas de los bancos, lo que supone golpear la credibilidad de la UE y de la Uni¨®n Bancaria. El propio vicepresidente del BCE, Victor Constancio, dej¨® caer esta semana en Madrid que ante la situaci¨®n creada por el Brexit, que no tiene relaci¨®n con la banca italiana, habr¨ªa que replantearse la situaci¨®n. Quiz¨¢ Constancio, que ha sido dos veces gobernador del Banco de Portugal, tambi¨¦n estaba pensando en las entidades de su pa¨ªs, sumidas en graves problemas.
Pero Italia es diferente de Espa?a quiz¨¢ porque no en el BCE no hay ning¨²n espa?ol tras la marcha de Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez-P¨¢ramo en 2012, gracias a la torpeza del Gobierno del PP al presentar candidatos inadecuados. Mientras, el presidente del BCE es italiano, Mario Draghi, que fue gobernador del Banco de Italia entre 2006 y 2011 (conoce bien el problema) y el presidente de la Autoridad Bancaria Europea es otro italiano, Andrea Enria, jefe de Supervisi¨®n del Banco de Italia entre 2008 y 2011 (tambi¨¦n sabe c¨®mo es el agujero). No obstante, a los italianos todav¨ªa les tocar¨¢ superar la barrera de la Direcci¨®n General de la Competencia de Bruselas, donde estar¨¢ Alemania para controlar la situaci¨®n.
Por todo eso, es m¨¢s que probable que el problema de Monte Dei Paschi no se resuelva de forma tan estricta y dura como el de Caja Madrid. Aunque para ello sea necesario saltarse una directiva.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
