La invasi¨®n global de Pok¨¦mon Go
El videojuego de realidad aumentada que recupera uno de los grandes ¨¦xitos de Nintendo saca a millones de jugadores en todo el mundo a cazar monstruos en las calles
El pasado fin de semana m¨¢s internautas buscaron la palabra Pok¨¦mon en Google que porno. Un hito en Internet que resume de manera simple el fen¨®meno Pok¨¦mon Go, videojuego que da una nueva vuelta de tuerca a este universo de Nintendo donde lo principal es salir de casa para cazar a los m¨¢s de 250 pok¨¦mon (contracci¨®n de peque?os monstruos, o poketto monsuta) mientras se camina y ejercita.
"?Hazte con todos!", su lema de los noventa, sigue vivo, aunque hoy es el propio usuario quien se convierte en protagonista, quien lucha en las plazas e iglesias del pueblo contra sus vecinos. Su barrio y el mapamundi son territorio abierto y, gracias a la realidad aumentada, los propios monstruos se mezclan con el paisaje por el que se pasea.
En realidad, no hay que saber nada m¨¢s para comenzar a gastar la bater¨ªa del m¨®vil. Esa accesibilidad, junto a la experiencia que concede la fusi¨®n con la realidad, han convertido el lanzamiento en una experiencia de masas.
La mec¨¢nica es sencilla. El usuario descarga el juego en su m¨®vil ¡ªsector en el que Nintendo todav¨ªa no hab¨ªa dado con el ¨¦xito¡ª y se registra con su cuenta de Google. En el dispositivo aparecer¨¢ entonces un mapa GPS creado a partir de Google Maps, en el que, como en la aplicaci¨®n litogr¨¢fica, el usuario podr¨¢ ver por qu¨¦ calles est¨¢ caminando. Ahora ya puede salir para cazar animales falsos. Al contrario que en el original, sin embargo, en el nuevo juego es el usuario el entrenador que deber¨¢ caminar para toparse con una de las criaturas. Cuando le vibre el m¨®vil, ser¨¢ el momento de mover la pantalla hacia arriba y, al activar la c¨¢mara, enfocar un lugar a su alrededor. All¨ª estar¨¢ el pok¨¦mon esperando a ser cazado.
La invasi¨®n del mundo real
Pok¨¦mon Go crea situaciones inesperadas en comercios, comisar¨ªas que se llenan de buscadores y hasta iglesias. La iglesia bautista de Westboro (Kansas), conocida por sus ataques hom¨®fobos, se despert¨® el jueves con un gimnasio ¡ªcentro donde los entrenadores luchan entre s¨ª¡ª en su latitud. El usuario que se lo apropi¨® apod¨® a su Clefairy rosa como LoveisLove, lema que de los colectivos LGTBI tras la matanza de Orlando. Y la iglesia respondi¨® por Twitter utilizando otro Pok¨¦mon, Jigglypuff, con el lema: "No m¨¢s pecado".
"Yo creo que todo esto de las redes sociales y concretamente el Pok¨¦mon Go es algo extraordinario en lo que todos tenemos que participar.", afirma el padre ?ngel. Es responsable de los Mensajeros de la Paz y de la iglesia de San Ant¨®n, en el madrile?o barrio de Chueca: "El Papa Francisco dec¨ªa que hay que abrir las puertas de la Iglesia. Yo creo que lo mismo pasa con las redes sociales", afirma el sacerdote de 79 a?os."?La mayor parte de las personas se encuentran m¨¢s acompa?adas. Los juegos, como este de Pok¨¦mon, intentan contagiar a los dem¨¢s, es algo precioso".
No solo se juega desde EE UU. Louis Park, de 26 a?os, creci¨® jugando, pero su situaci¨®n es distinta a la de otros en su generaci¨®n: est¨¢ combatiendo en Irak. Este fin de semana colg¨® una foto en su Facebook mientras apuntaba a un Squirtle salvaje con su pistola: "ISIS, os reto a un combate pok¨¦mon", dec¨ªa. "En la l¨ªnea de combate cazaba los b¨¢sicos, pero en Duhok hay gimnasios y paradas. Lo malo es que en la calle hace mucho calor", contaba el militar a The Verge.
Un reci¨¦n nacido
El juego, eso s¨ª, es todav¨ªa un reci¨¦n nacido. Le queda mucho por aprender y muchos pa¨ªses que colonizar. El pasado jueves fue lanzado en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. El mi¨¦rcoles se uni¨® Alemania y el jueves lleg¨® el turno de Reino Unido. En Espa?a ¡ªsi bien algunos usuarios se las hab¨ªan arreglado para descarg¨¢rselo¡ª, se ha estrenado este viernes. "El juego se encuentra en una fase temprana, le faltan funciones y sus opciones son de lo m¨¢s limitadas. A d¨ªa de hoy casi todo se reduce a andar por la calle para toparnos con m¨¢s cromos con los que ampliar nuestra colecci¨®n. No es ninguna novedad, aunque parece que hac¨ªa falta una licencia con la trayectoria de Pok¨¦mon para despegar en la realidad aumentada", opina Luis D¨ªaz Peralta, joven dise?ador espa?ol que ha sido nominado a los premios nacionales de videojuegos.
El ¨¦xito de la marca Pok¨¦mon tampoco es casual. Su desarrollo se cimenta en el trabajo que la compa?¨ªa a la que Nintendo ha contratado el juego, Niantic, llevaba haciendo en el ¨²ltimo lustro. Primero con Ingress, un juego competitivo de realidad aumentada para Google que desat¨® la locura en Barcelona durante una competici¨®n que se jugaba simult¨¢neamente en cinco ciudades del planeta. Y luego con Endgame, un macroproyecto del novelista James Frey que incluye una trilog¨ªa de novelas y pel¨ªculas, juego de realidad aumentada y puzle con pistas diseminadas por todo el conjunto con premios por valor de m¨¢s de dos millones de euros.
Pero ha tenido que llegar Pok¨¦mon para que la realidad aumentada se convierta en fen¨®meno de masas. Los datos hablan por s¨ª mismos: Con 21 millones de jugadores activos, Pok¨¦mon Go se ha convertido esta semana en el v¨ªdeojuego de m¨®vil con m¨¢s jugadores activos en un d¨ªa por encima del r¨¦cord de Candy Crush, seg¨²n las cifras de SurveyMonkey; sus usuarios, adem¨¢s, ya dedican m¨¢s tiempo al juego que a redes sociales asentadas como Twitter o Facebook.
Un viejo fen¨®meno
Nicol¨¢s Alcal¨¢ ¡ªcineasta y consejero delegado de la compa?¨ªa de realidad virtual Future Lighthouse, autora de la experiencia de realidad virtual en El Ministerio del Tiempo¡ª coincide con Peralta: "Ingress era exactamente lo mismo. Pero hac¨ªa falta algo tan popular como Pok¨¦mon para generar este arrastre". Lo que ha ayudado es que Pok¨¦mon era algo ya de sobra conocido para todos los que crecieron despu¨¦s de finales de los noventa. No es casualidad que muchos de los que ahora disfrutan del juego se familiarizaran con su antigua versi¨®n en los recreos.
Pok¨¦mon ya era un fen¨®meno mucho antes de lanzar su primer juego para m¨®viles. Los que hoy son veintea?eros o treinta?eros todav¨ªa sabr¨¢n dictar de carrerilla, y hasta en rap, los creativos nombres de los primeros 150. Desde entonces, sus 60 ediciones se han vendido m¨¢s de 260 millones de veces en todo el mundo; se han repartido m¨¢s de 21.500 millones de cartas entre coleccionistas y la serie de dibujos ha grabado 800 episodios durante 17 temporadas. Gracias a este sorprendente renacimiento, el estudio de cine Legendary ya est¨¢ tanteando a Nintendo para convertir el relanzamiento de este entretenimiento en una pel¨ªcula de acci¨®n real con el sello de Hollywood.
Manuel Curdi, jefe de producto de la consola port¨¢til Nintendo 3DS, ve¨ªa el jueves este fen¨®meno como el paso l¨®gico para la empresa: "En sus 20 a?os de historia, Pok¨¦mon no ha cesado de conquistar a jugadores generaci¨®n tras generaci¨®n por el peso enorme que pone en el factor coleccionismo y por ofrecer una experiencia eminentemente social".
?C¨®mo juego en Espa?a?
?Se puede jugar en todo el mundo? Oficialmente solo ha llegado a EE UU (donde se calcula que ya est¨¢ instalado en m¨¢s de 5% de los m¨®viles y que se est¨¢ descargando m¨¢s que Tinder), Australia, Nueva Zelanda, Alemania y Reino Unido. Pok¨¦mon Go est¨¢ disponible en Espa?a en la Play Store y en la Apple Store de iOS desde este viernes.
?Por qu¨¦ hab¨ªa gente ya jugando? Hay dos opciones: tener un m¨®vil configurado en uno de esos pa¨ªses, o tomar opciones menos legales. En ese caso, pueden incluir un virus da?ino.
?Qu¨¦ tengo que saber si quiero empezar a jugar? Con el juego instalado, hay que darse de alta a trav¨¦s de una cuenta de correo electr¨®nico de Google (Gmail), para utilizar Google Maps. Tener Internet y el GPS encendido es b¨¢sico. Despu¨¦s de crear el personaje, con las facetas y ropa favorita del entrenador, ya se puede empezar a cazar. Seg¨²n donde est¨¦, aparecer¨¢n monstruos distintos (cerca del mar, por ejemplo, los de agua como Magikarp, y en la noche, los murci¨¦lagos). La aplicaci¨®n debe estar abierta para que avise cuando una criatura se acerque y para contar kil¨®metros recorridos. Cuanto m¨¢s camine, se abrir¨¢n huevos de nuevos monstruos. La bater¨ªa, eso s¨ª, sufre y no te env¨ªa notificaciones.
Alcal¨¢ ve los posibles beneficios de?Pok¨¦mon Go mucho m¨¢s all¨¢. Este jueves mismo, EL PA?S publicaba un art¨ªculo sobre un estudio del Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte que conclu¨ªa que el 73% de los espa?oles aumenta su riesgo de enfermar por el sedentarismo. "Piensa en lo que ha conseguido Pok¨¦mon. Gente que no se mov¨ªa del sof¨¢ se anima ahora a hacerse 10 kil¨®metros al d¨ªa. Si fuera el Ministerio de Sanidad, gastar¨ªa millones en patrocinar Pok¨¦mon Go para que la gente se anime a moverse". Fabula tambi¨¦n con las posibilidades para un negocio: "Imagina que pones en tu negocio un puesto constante de caza de pok¨¦mon". Se asegurar¨¢n que pasen por la tienda un buen n¨²mero de personas.
Pero hay tambi¨¦n sombras a esta efervescencia. Peralta recuerda las reflexiones de Raph Koster, uno de los dise?adores de videojuegos m¨¢s prestigiosos de la historia, a tenor de este nuevo fen¨®meno, al que ha encontrado no pocos peros: "Tiene todos los problemas de dise?o que ten¨ªan los juegos online de m¨²ltiples jugadores m¨¢s algunos nuevos. Adem¨¢s del riesgo muy real de allanamientos de morada, vemos que un juego con una capa de realidad aumentada puede afectar directamente la habitabilidad de un hogar sin el control del propietario". Koster cita las quejas que ya se han registrado en vecindarios de Estados Unidos por la presencia de docenas de cazadores de pok¨¦mon de madrugada.
Incidentes reales
Aunque en realidad los pok¨¦mon pueden aparecer en cualquier lugar, este car¨¢cter de socializaci¨®n y experiencia real ha hecho que los problemas del mundo digital colonicen tambi¨¦n el real. El museo del Holocausto de Washington y el del campo de concentraci¨®n de Auschwitz ¡ªdos de las paradas que marca el juego para que los usuarios recarguen su mochila de objetos¡ª han tenido que pedir a sus visitantes que dejen de jugar en sus instalaciones, tras ver a varios grupos de personas caminando por ellas pegados a su m¨®vil sin conciencia del lugar en el que se encontraban. La polic¨ªa de varios Estados de EE UU ha avisado, adem¨¢s, de los numerosos problemas que esta situaci¨®n puede acarrear: accidentes de tr¨¢fico, robos y hasta pederastas que pueden buscar a sus v¨ªctimas, en ocasiones menores, mediante geolocalizaci¨®n, alertaba la principal organizaci¨®n caritativa de Reino Unido, NSPCC. El juego, sin embargo, ya avisa al instalarse: "Recuerda que debes estar alerta. Presta atenci¨®n a tus alrededores". La decisi¨®n de d¨®nde cazar pok¨¦mon, por ejemplo en iglesias o cementerios, est¨¢, al final, en la educaci¨®n del jugador.
Pok¨¦mon Go ha conseguido batir varios r¨¦cords en cuesti¨®n de una semana, eso es lo ¨²nico cierto, aunque los expertos tambi¨¦n avisan de que el furor por los juegos, normalmente, desciende m¨¢s deprisa que el inter¨¦s por cualquier otra aplicaci¨®n. Habr¨¢ que esperar a septiembre para saber si los pok¨¦mon (y los jugadores) han salido de su escondite atra¨ªdos por el calor veraniego o si la euforia ha llegado para quedarse.
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