Piraguas portuguesas para campeones ol¨ªmpicos

En un deporte que tradicionalmente ha estado dominado por atletas de pa¨ªses del Este, llama la atenci¨®n que las piraguas de alta competici¨®n salgan de un pa¨ªs con escasa tradici¨®n y menos triunfos. La culpa, como muchas veces ocurre en la pen¨ªnsula, no es de la planificaci¨®n, sino del genio personal, en este caso del ex pirag¨¹ista Manuel Ramos, para todo el mundo Nelo. A finales de los a?os setenta, Nelo se fabricaba su propia canoa; despu¨¦s lo hizo para su club y al final, para otros.

¡°Los comienzos fueron los habituales en aquellos a?os y en este deporte¡±, explica Andr¨¦ Santos, director general de la empresa. ¡°Los clubes no ten¨ªan dinero para importar material; a veces hasta estaba prohibido. Cada entrenador se hac¨ªa sus piraguas. Nosotros comenzamos t¨¦cnicamente a colaborar con el Gobierno gallego¡±.

Apenas quedan hoy de aquellos artesanos. ¡°La diferencia es que Nelo persisti¨®¡±, recuerda Santos ¡°y que pensaba diferente; abordaba los problemas de una forma heterodoxa, y as¨ª cre¨® una marca, una identidad propia¡±.

Hasta la llegada de Nelo, todas las piraguas ten¨ªan el mismo color. ¡°Parecer¨¢ absurdo, pero a¨²n hoy en d¨ªa, en canoas solo existen dos fabricantes: uno las pinta todas de amarillo y el otro todas de blanco¡±. En la f¨¢brica lusa apenas hay dos piraguas del mismo color. Una, con el sello preparado para viajar a Letonia, lleva los colores del pa¨ªs pero con manchas de leopardo; otra, destinada a un club alem¨¢n, va a rombos rojos y negros; la austriaca Maria Jeanne ha encargado una piragua azul celeste con la cara de una sirena. ¡°Cuando recibimos un encargo, lo primero que pedimos son los colores. Sin saberlo no iniciamos su construcci¨®n¡±, dice el director general de la empresa. Nelo solo trabaja bajo pedido. No tiene stocks. Cada d¨ªa salen de f¨¢brica 20 embarcaciones, a un precio de unos 3.000 euros cada una. Y no hay dos iguales. ¡°Es una fabricaci¨®n artesanal. Hasta Nelo, todas las piraguas eran iguales en tama?o; pesara diez kilos m¨¢s o menos, el deportista se ten¨ªa que adaptar a uno de los dos modelos est¨¢ndar que hab¨ªa¡±.

Le dieron la vuelta a esa idea: comenzaron a adaptar la embarcaci¨®n al deportista. ¡°Uno de los primeros barcos que vendimos en el extranjero fue a Jap¨®n, porque adaptamos una piragua al f¨ªsico del palista del pa¨ªs, que suele medir 10 cent¨ªmetros menos. Hoy en d¨ªa, el 95% del mercado de ese pa¨ªs es nuestro¡±.

Pr¨¢cticamente toda la producci¨®n de la empresa va al extranjero (98%). Sus productos se extienden por todo el mundo. En Canidelo, una serie de piraguas blancas y azules ya est¨¢n preparadas para salir hacia Uruguay. A ning¨²n Estado llevan m¨¢s del 8% de la producci¨®n, aunque entre los mejores clientes se encuentran Reino Unido y Espa?a.

La empresa no solo fabrica, ha ampliado su negocio con el servicio posventa y los centros de entrenamiento, por donde pasan al a?o cerca de mil atletas que realizan 20.000 pernoctaciones y dejan unos ingresos de 1,5 millones de euros anuales. En sus centros de Cinf?es, Agueira (Portugal) y Cuba, los deportistas prueban sus piraguas. Con el personal de Nelo las adaptan ergon¨®micamente a su f¨ªsico y a sus man¨ªas, hasta convertir aparato y humano en un solo elemento, un centauro del agua. ¡°La comodidad del deportista es incluso m¨¢s importante que la velocidad de la piragua¡±, puntualiza Santos. ¡°Si el atleta no va c¨®modo, dejamos de probar un modelo aunque sepamos que es m¨¢s r¨¢pido¡±.

David Cal, el deportista espa?ol m¨¢s laureado, con cinco medallas ol¨ªmpicas, compiti¨® en tres juegos con el mismo tipo de embarcaci¨®n. ¡°Hubo un cambio en el reglamento que eliminaba la medida de la anchura y solo limitaba longitud y peso. La forma de la piragua pas¨® del rombo al huso, pero Cal no se adaptaba y fue el ¨²nico que compet¨ªa con un dise?o intermedio que le hicimos exclusivo para ¨¦l¡±.

Triunfo espa?ol

Como si fueran los McLaren o los Ferrari de las aguas tranquilas, Nelo acudi¨® a R¨ªo de Janeiro con unas piraguas de dise?o revolucionario. El morro (la proa) acaba en forma de pico de ¨¢guila, hacia abajo, en lugar del tradicional cuerno de rinoceronte. As¨ª eran las de los campeones ol¨ªmpicos espa?oles Sa¨²l Craviotto, Christian Toro y Markus Cooper Walz. Todos han pasado much¨ªsimas horas en los centros de entrenamiento con Nelo y Santos. ¡°Craviotto es muy especial en todo, f¨ªsica y psicol¨®gicamente y en c¨®mo se transforma en competici¨®n. Es extremadamente meticuloso en los detalles de la piragua y nosotros lo hacemos como ¨¦l quiere. En el lado opuesto est¨¢ Markus, que lleg¨® a R¨ªo y compiti¨® con un modelo est¨¢ndar, sin adaptaci¨®n alguna¡±.

La f¨¢brica de Canidelo es una mezcla chocante de artesanos y robots. Junto a parejas de obreros ¡ªel 40% son expirag¨¹istas¡ª que miman los cascos de carbono como si fueran purasangres, unas pantallas registran cada paso del proceso de elaboraci¨®n, el tiempo empleado y su ejecutor, las caracter¨ªsticas del modelo y la petici¨®n personal del comprador. ¡°Lo m¨¢s leve posible¡±, dice un pedido.

No hay patentes ni temen a las copias. ¡°Nosotros hemos crecido gracias a no mirar lo que hacen otros. Si nos copian es que vamos por delante, nosotros ya sacaremos otros modelos m¨¢s avanzados. Ya estamos preparando la piragua de 2018¡±, anuncia Santos.

A?o tras a?o, la empresa crece una media superior al 10%; en 2016 facturar¨¢ 6,5 millones de euros; el pr¨®ximo a?o triplicar¨¢ el espacio de la f¨¢brica gracias a una inversi¨®n de 10 millones de euros. Los planes para producir otro tipo de embarcaciones, como los paddle o las canoas, se van aplazando. ¡°Los pedidos de piraguas no paran de crecer¡±, se?ala Santos. Pero no olvidan el pasado. En la puerta de Canidelo, una modesta placa deja constancia, para que no se olvide: ¡°A Manuel Ramos, Nelo, fundador de todo esto¡±.