Empleo para expertos mochileros

En el a?o 2000 s¨®lo el 15% de los nuevos productos y desarrollos tecnol¨®gicos de Procter & Gamble proced¨ªa de fuentes externas a la compa?¨ªa. Hoy ese porcentaje supera el 50%. Y es que, en un momento dado, cuenta su director ejecutivo, A.G. Lafley, en su libro Cambio de Juego (Granica, 2009), la multinacional comprendi¨® que si quer¨ªa crecer deb¨ªa apostar por la innovaci¨®n, y que esa innovaci¨®n, para ser realmente diferencial, no pod¨ªa limitarse a los recursos internos. Porque, escrib¨ªa Lafley, "cu¨¢ntas m¨¢s conexiones, m¨¢s ideas".

Hoy, muchas otras empresas buscan romper con la endogamia de sus fuentes de conocimiento para ser m¨¢s competitivas. Los individuos empiezan a tener un fuerte impacto como germen de innovaci¨®n, y es en ese contexto en el que surge con fuerza la figura del n¨®mada de conocimiento (knowmad). El t¨¦rmino fue acu?ado por el investigador norteamericano John Moravec para referirse a un profesional que tiene "como materia prima fundamental el conocimiento de una disciplina concreta, que pone a disposici¨®n de forma independiente e itinerante de las empresas, generando un alto valor a?adido". La periodista Raquel Roca, autora de Knowmads, los trabajadores del futuro (Lid, 2015) define a estos perfiles como "tecnol¨®gicos, ¨¢giles, flexibles, creativos, innovadores, acostumbrados a compartir informaci¨®n, capaces de trabajar con cualquier persona desde cualquier lugar y abiertos al cambio".

Raquel Roca estima en su libro que en 2020 este tipo de trabajadores representar¨¢n el 45% de las plantillas. Se basa en diversos estudios que apuntan hacia un imparable crecimiento de los llamados trabajadores contingentes. "Sabemos que las empresas externalizar¨¢n aun m¨¢s sus servicios y que aumentar¨¢ el n¨²mero de contrataciones por trabajo o por proyecto", afirma la autora. En realidad, vaticina Andr¨¦s Ortega, responsable de Innovaci¨®n en Recursos Humanos de la Fundaci¨®n Personas y Empresas, no les quedar¨¢ m¨¢s remedio. "La necesidad de provocar cambios en los procesos de negocio para adaptarse a un entorno cambiante e incierto obligar¨¢ a las empresas a trabajar en proyectos concretos y puntuales, para los que ser¨¢ imprescindible contar con el conocimiento exclusivo de esta clase de profesionales".

Su capacidad para conectarse con otras personas, colaborar y compartir con ellas su experiencia es uno de grandes activos de estos especialistas itinerantes. Marta Romo, socia directora de Be-Up, compara su manera de funcionar con la de Google. "Los n¨®madas organizan, agrupan y simplifican. Para ellos la clave de la productividad est¨¢ en la cantidad de conexiones que son capaces de establecer; lo que siempre hemos llamado sinergias". Por su parte, Andr¨¦s Ortega incide en que el hecho de que dependan de su dominio de una especialidad obliga a estos trabajadores a estar reinvent¨¢ndose y renovando conocimientos continuamente. "Vivir 'en beta' es algo que requiere unos niveles de autonom¨ªa y autocr¨ªtica muy importantes. Los knowmads, adem¨¢s, se sienten c¨®modos en el binomio ensayo-error y convierten sus equivocaciones en fuente de aprendizaje".

?Qui¨¦n est¨¢ capacitado para ser un n¨®mada del conocimiento? Su condici¨®n de nativos digitales, su actitud ante el trabajo y su escala de prioridades hacen de los millennials unos espl¨¦ndidos knowmads en potencia. "Los talentos m¨¢s j¨®venes aspiran a tener un trabajo que les permita disfrutar con lo que hacen, sentirse realizados y tener un prop¨®sito. Y esos son valores muy 'nom¨¢dicos'", apunta Raquel Roca. Los expertos, sin embargo, creen que a esa generaci¨®n les falta un elemento fundamental para llegar a convertirse en verdaderos n¨®madas: a?os. "La experiencia acumulada y los errores cometidos en el pasado son valores diferenciales. Muchos n¨®madas del conocimiento son personas con un perfil muy transversal, que han transitado por distintos departamentos y empresas, y esa visi¨®n global les permite aportar una visi¨®n 360? a la resoluci¨®n de problemas muy valiosa", destaca Oscar Mass¨®, experto en marketing y estrategia digitales.

Estos aut¨®nomos del saber saltan de proyecto en proyecto, y cuando no tienen trabajo, descansan o sigue form¨¢ndose. Un tipo de vida para la que no todo el mundo vale. Marta Romo cree que se trata de una especie laboral que ha dado un giro radical a su escala de motivaciones. "La cl¨¢sica pir¨¢mide de Maslow se invierte. Para los n¨®madas del conocimiento la autorrealizaci¨®n es lo primero, y las necesidades b¨¢sicas como ganar dinero son una consecuencia de aquella". Sin embargo, tambi¨¦n ellos necesitan facturar. Y en su campo, la marca personal lo es todo si se quiere conseguir buenos encargos. Una web profesional, un blog o la presencia activa en redes sociales ayudar¨¢n. Aunque, al final, sentencia Joost van Nispen, presidente y fundador de ICEMD, "lo que dices de ti importa menos que lo que digan de ti". Conseguir unas buenas referencias y testimonios ser¨¢ imprescindible para hacerse un nombre. "Al principio de tu carrera como knowmad t¨² ir¨¢s en b¨²squeda de proyectos interesantes. Pero despu¨¦s de un tiempo, si cuidas bien tu reputaci¨®n, los proyectos interesantes vendr¨¢n a ti", asegura Van Nispen.

Ahora bien, no en todos los casos los n¨®madas de conocimiento ser¨¢n la soluci¨®n. La cultura organizativa de la empresa puede no estar preparada para acogerlos. "No funcionar¨¢n en estructuras demasiado jer¨¢rquicas, orientadas a procesos y con mucho reporting", comenta Oscar Mass¨®. Ser¨¢ necesario, a?ade Marta Romo desde Be-Up, darles "libertad y confianza" para que puedan aportar ese valor que se espera de ellos. Y tambi¨¦n el n¨®mada tendr¨¢ que hacer esfuerzos de adaptaci¨®n. Mass¨® advierte del peligro de que su intervenci¨®n se quede en la superficie. "Un consultor no puede llegar a una empresa, decirle lo que tiene que hacer y marcharse. A veces hace falta mayor detalle y poner las cosas en clave operativa. Aterrizar las conclusiones en forma de actuaciones y medidas concretas". Su falta de implicaci¨®n y compromiso con la empresa que les paga es otro de los defectos que se les suele achacar. Pero es que a un n¨®mada del conocimiento, puntualiza Marta Romo, no se le fideliza por el nombre de una compa?¨ªa, "sino por los proyectos interesantes en los que tiene la posibilidad de trabajar y por las conexiones con otras oportunidades que le surjan gracias a ellos".