La incierta factura total de la crisis
La factura final de la crisis bancaria para el bolsillo de los ciudadanos es obviamente incierta
Desgraciadamente, una parte importante de la factura de la crisis bancaria en Espa?a la ha soportado el contribuyente. Eso es lo que se desprende de la informaci¨®n que acaba de actualizar el Banco de Espa?a y que demuestra que de los 51.303 millones de euros de ayudas en forma de capital aportados por el Estado (a trav¨¦s del FROB), solo se ha recuperado hasta el momento el 5,2% (2.686 millones de euros).
En comparaci¨®n con otros pa¨ªses europeos, las ayudas concedidas desde 2008 en forma de capital a la banca espa?ola (incluyendo en este caso las aportadas por el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos de las entidades de Cr¨¦dito ¨CFGDEC-, tal y como lo hace la Comisi¨®n Europea) representan el 5,2% del PIB, claramente por encima del promedio de la UE (3,2%), aunque muy alejadas del 32% de Irlanda, 23% de Grecia o 18% de Chipre.
Pero donde peor parada sale Espa?a en la comparativa europea es en el porcentaje de las ayudas a los bancos en forma de capital que han pasado a engrosar el d¨¦ficit p¨²blico y que por tanto Bruselas da por perdidas. En este caso, los datos de la Comisi¨®n Europea acumulados de 2007 a 2015 arrojan unas p¨¦rdidas en Espa?a equivalentes al 4,2% del PIB, lo que supone triplicar la media de la UE (1,4%). Los contribuyentes europeos que han soportado las mayores p¨¦rdidas por los rescates bancarios son Irlanda (18,2% del PIB), Grecia (16,8%), Eslovenia (13,6%), Chipre (9,5%) y Portugal (7%), siendo Espa?a el siguiente pa¨ªs en la lista. Hay pa¨ªses en los que incluso el Estado ha ganado dinero con las ayudas concedidas a los bancos, como es el caso de Hungr¨ªa, Italia, Francia, Suecia, Luxemburgo y Dinamarca. Sorprende obviamente encontrar entre estos ¨²ltimos pa¨ªses a Italia, lo que implica que hasta ahora no hab¨ªa reconocido la grave crisis bancaria por la que atraviesa, como demuestra el hecho de que las ayudas p¨²blicas a la solvencia de sus bancos acumuladas de 2007 a 2014 asciendan a solo 8.000 millones de euros.
A la vista de esta comparativa internacional, mi impresi¨®n es que haber dilatado demasiado en el tiempo el reconocimiento de que la banca espa?ola ten¨ªa un serio problema de solvencia como consecuencia sobre todo de las p¨¦rdidas asociadas al ladrillo hizo que inicialmente las ayudas en forma de capital fueran reducidas. No fue hasta 2012 cuando se cogi¨® el toro por los cuernos, exigiendo con dos Reales Decretos un cuantioso saneamiento que oblig¨® finalmente a pedir un rescate con cargo a los fondos europeos. As¨ª, del total de ayudas en forma de capital dadas en Espa?a, las concedidas hasta finales de 2011 solo suponen el 31% del total, mientras que en la UE el porcentaje fue del 74%. Incluso la todopoderosa Alemania dedic¨® tan pronto como en 2008 y 2009 hasta 53.000 millones de euros en ayudas a la recapitalizaci¨®n, compartiendo esta pronta reacci¨®n contra la crisis con Francia, Reino Unido y Pa¨ªses Bajos.
Poniendo la vista en el futuro, la factura final de la crisis bancaria para el bolsillo del contribuyente es obviamente incierta y las esperanzas hay que ponerlas sobre todo en la venta de la participaci¨®n del 65% que el FROB tiene en Bankia. Afortunadamente, la gesti¨®n de la entidad est¨¢ en buenas manos, pero va a ser muy dif¨ªcil recuperar los 22.424 millones de euros de ayudas comprometidas, dada la magnitud de la cifra. Otro objetivo debe ser recuperar la aportaci¨®n de 2.192 millones de euros del FROB en el capital de la Sareb. Desgraciadamente, los primeros a?os del banco malo se han saldado con p¨¦rdidas y hay que confiar, por el bien del contribuyente, que con la recuperaci¨®n del precio de los activos inmobiliarios su cuenta de resultados abandone los n¨²meros rojos. Finalmente, ser¨¢ el contribuyente el que pague la factura del esquema de protecci¨®n de activos (EPA) que tuvo que dar el FROB para vender algunas de las entidades intervenidas, as¨ª como algunas garant¨ªas adicionales (como reclamaciones por la incorrecta comercializaci¨®n de productos bancarios), cuya cifra no se sabr¨¢ hasta el final del periodo de vigencia de la protecci¨®n.
Joaqu¨ªn Maudos es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia, Director adjunto del Ivie y colaborador del CUNEF.
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