Los consejeros relatan el caos de organizaci¨®n en las ¡®tarjetas black¡¯
Los sueldos, la posibilidad de sacar efectivo y el control on line de los gastos var¨ªan seg¨²n unos directivos y otros
Las declaraciones de 21 exconsejeros de Caja Madrid puso de manifiesto ayer contradicciones en la organizaci¨®n de las tarjetas black. Algunos ten¨ªan PIN para sacar efectivo, otros no; hubo quien pod¨ªa gastar 50.000 euros al a?o, otros la mitad; en opini¨®n de unos, se dijo que la usaran con moderaci¨®n; para otros era de libre disposici¨®n, aunque no siempre lo gastaron todo. Adem¨¢s, hubo quien lo pudo controlar los extractos por web mientras que para la mayor¨ªa era imposible.
?El fiscal Anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n, contin¨²a los interrogatorios a los 65 acusados de apropiaci¨®n indebida por gastar 12,5 millones con las tarjetas de Caja Madrid y Bankia entre 2003 y 2012. Ayer respondieron a sus preguntas personajes conocidos, como el expresidente de la CEOE, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, y Arturo Fern¨¢ndez, expresidente de la patronal madrile?a CEIM. Ambos afirmaron que se les entreg¨® la visa para su ¡°libre disposici¨®n¡±, pero sin embargo no llegaron a gastar todo el l¨ªmite establecido, unos 25.000 euros. ¡°?Por qu¨¦ si era un dinero suyo?¡±, interrog¨® el fiscal: ¡°Porque no ten¨ªa necesidad de gastar m¨¢s¡±, fue la respuesta de Fern¨¢ndez.
D¨ªaz Ferr¨¢n, que fue consejero de Caja Madrid desde 2003 hasta 2009, afirm¨® que ten¨ªa un l¨ªmite de 3.000 euros mensuales para gastar, pero s¨®lo la utiliz¨® ¡°el ¨²ltimo a?o y medio¡±. En ese tiempo, desembols¨® 94.000 euros solo para celebrar almuerzos y cenas en restaurantes propiedad de Arturo Fern¨¢ndez, con empresarios de Madrid, coment¨®.
Gastaba hasta el l¨ªmite
¡°Nunca he estado en una joyer¨ªa¡±
Pese a las contradicciones entre unas y otras explicaciones, en algo coincidieron los 21 exconsejeros que declararon ayer: no reconocer los gastos de la hoja Excel elaborada por Bankia y no considerarla una prueba v¨¢lida. Rodolfo Benito, ex secretario general de CC?OO, rechaz¨® las anotaciones con estos ejemplos: ¡°No he estado nunca en una joyer¨ªa, no he comprado nunca en un supermercado y no he pernoctado en hoteles de Madrid porque resido en Madrid¡±, circunstancias que figuran en la Excel. Alberto Recarte (PP) dijo que la acusaci¨®n era poco seria y Jos¨¦ Mar¨ªa Arteta (PSOE) que los gastos en electrodom¨¦sticos que le atribuyen fueron ¡°en una ¨¦poca de muchas clonaciones de tarjetas¡±.
?Otros, la mayor¨ªa de los que declararon ayer, como Dar¨ªa Fern¨¢ndez Yruegas (PP), afirmaron que intentaban gastar todo lo asignado porque lo consideraban una retribuci¨®n por su dedicaci¨®n a Caja Madrid. Sin embargo, la falta de control por Internet de sus extractos les dificult¨® mucho no pasarse del l¨ªmite, la gran obsesi¨®n de todos, para evitar que les llamaran la atenci¨®n. Solo Mercedes Rojo (PP) y Antonio Rey de Vi?as (CC?OO), tuvieron acceso, aunque durante unos pocos ejercicios, a sus extractos por Internet. ¡°Los dos ¨²ltimos a?os apareci¨® la tarjeta en mis cuentas, no s¨¦ por qu¨¦¡±, dijo Rey. El resto llevaba la contabilidad ¡°con una chuletilla, a mano¡±, como apunt¨® Luis Blasco, exdirectivo de Telef¨®nica.
Juan Jos¨¦ Azcona, (CC?OO), que estuvo en la entidad casi 20 a?os, fue el contrapunto porque dijo que ?ngel Montero, el secretario de la entidad fallecido que le entreg¨® la visa, le dijo que la gastara ¡°con prudencia para temas vinculados al consejo y a la entidad. Montero vigilaba las partidas exhaustivamente y no permit¨ªa cargar m¨¢s billetes de avi¨®n que los del consejero, no los de sus familiares. El l¨ªmite creo que era de 600 euros al mes¡±. Azcona, consejero desde 1993 hasta 2012, gast¨® 97.000 euros, ¡°y en todos estos a?os nunca me cambiaron el l¨ªmite ni las instrucciones¡±.
Las tarjetas de los que declararon ayer no ten¨ªan PIN para sacar efectivo, a diferencia de otros de jornadas anteriores que dispusieron de efectivo sin problemas. No supieron explicar al fiscal por qu¨¦ hab¨ªa esta diferencia. Algunos, como Mercedes Rojo y Blasco, han pagado a Hacienda por lo gastado, otros muchos no, aunque ninguno se siente responsable o culpable penal del uso de la visa.
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